Padre + madre = motor del desarrollo - Alfa y Omega

Padre + madre = motor del desarrollo

La familia, ya como célula social indispensable, ya como Iglesia doméstica, es objeto de estudio permanente en la pastoral iberoamericana. Las conclusiones de las Conferencias Generales…

Cristina Sánchez Aguilar

La familia, ya como célula social indispensable, ya como Iglesia doméstica, es objeto de estudio permanente en la pastoral iberoamericana. Las conclusiones de las Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano (CELAM) ponen de manifiesto el papel principal de la mujer en la perspectiva familiar, como madre, como esposa y como modelo para el desarrollo comunitario. Su creatividad, su capacidad de sufrimiento y su trabajo la sitúan en un destacado papel en el seno familiar, que hace posible la persistencia de esta unidad y el crecimiento y progreso de los hijos. Como madre, se constituye en eje del sustento de la familia, administrando y ayudando con su trabajo a la economía de la casa. Como esposa, lucha por mantener la unidad de su hogar; y como modelo para la comunidad, busca el desarrollo común y participa en todo tipo de iniciativas.

Por todo ello, la ayuda a la mujer, y a través de ella a la familia entera, es objetivo prioritario de las ONG que trabajan en Iberoamérica. Está comprobado que, cuando ellas reciben, todo su entorno mejora, fundamentalmente sus hijos, que no terminan siendo niños de la calle, ni víctimas de las redes de prostitución o las maras, ni esnifando pegamento, sino que tienen más ocasiones de estudiar, dando una oportunidad de futuro a sus comunidades.

Sobre el papel del varón se detiene el Documento de Aparecida, elaborado por el CELAM en 2007, en el que llama al hombre a reconocer su vocación y le invita a formar una familia. Es necesario que se sienta corresponsable en la vida de la familia y en la educación integral de los hijos. Cuando esto no ocurre, el hombre pierde su identidad, y se abre paso la tentación de ceder a la violencia, el alcoholismo, la infidelidad, el abuso de poder y el abandono familiar. Cuando se siente parte, la vida matrimonial prospera, y así los hijos y la comunidad entera.

Otro ejemplo de destrucción de la sociedad en los países en vías de desarrollo es la lacra del sida (VIH), que asola la mayor parte de los países subsaharianos. Las parejas que siguen la estrategia del ABC (Abstinencia, Fidelidad, Condón, por este orden y con las dos primeras partes cruciales) han demostrado, como en el caso de Uganda, que es posible el éxito -las tasas de infección del VIH han caído desde el 15 % en 1991 al 5 % en 2002-. Así lo muestran Jokin de Irala y Matthew Hanley en su libro Afirmar el amor, evitar el sida: lo que África puede enseñar a Occidente, publicado por el National Catholic Bioethics Center: las parejas que son fieles en su matrimonio, no son focos de infección del virus del sida, y aseguran una mayor esperanza de vida para su familia y una oportunidad de desarrollo para su comunidad. Porque la familia es el verdadero motor del desarrollo.