Primeras comuniones en Malawi: Misa de tres horas, un rosario como regalo, bizcocho y Fanta - Alfa y Omega

Primeras comuniones en Malawi: Misa de tres horas, un rosario como regalo, bizcocho y Fanta

En el orfanato de Chezi, «los niños católicos hacen la Primera Comunión cuando tienen 7 años. También hay niños que no son católicos pero piden bautizarse», cuenta la hermana Perfilia, misionera de María Mediadora

María Martínez López

«La Primera Comunión aquí no se hace por los regalos, porque los niños no los reciben. Ellos saben que lo más importante es que desde la Primera Comunión pueden recibir a Jesús Sacramentado cada vez que vayan a Misa, los domingos o a diario. Si el catequista dice que un niño no está preparado» o no entiende bien lo que va a hacer, «no pueden hacer la Comunión». Nos lo cuenta la hermana Perfilia, una misionera de María Mediadora en Chezi (Malawi).

Ese día es especial. «Si la familia tiene algo de dinero, compra al niño ropa blanca o ropa nueva. Si no, van con algo especial que ya tengan. La Misa está muy bien preparada y la viven muy bien». En África las Misas duran ¡tres o cuatro horas! «Pero, como son muy amenas, con cantos y bailes, los niños no se aburren.

Ofrendas de verdad

Los que van a comulgar hacen la procesión de entrada con el sacerdote. Luego, en el momento del ofertorio, hacen sus propias ofrendas, y las llevan cantando y bailando hasta el altar. Son cosas que han traído de casa: velas, cerillas, una escoba, frutas, verduras… lo que tenga cada uno», explica la misionera. Estas cosas se las queda luego la parroquia para que el párroco pueda usarlas o dárselas a alguien que tenga necesidad.

Después de recibir la comunión, «a cada niño se le pone al cuello un rosario bendecido. El año pasado cada uno recibió también una estampa de Jesús misericordioso. Y, al final de la Misa, todos los niños salen en procesión con el sacerdote, se ponen en círculo en la puerta de la iglesia y todos los van felicitando. Después, se van a su casa y comen lo normal de cualquier domingo», que no es mucho.

Los niños del orfanato

Al lado de la parroquia vive un grupo de niños cuya situación es distinta. Son 120 niños, hasta el final de Primaria, que son huérfanos y viven en el orfanato que dirigen la hermana Perfilia y las demás misioneras. «Viven en ocho casas, y en cada una hay 14 o 15 niños con una señora que intenta que formen un hogar. Los mayores ayudan a los pequeños a vestirse, a ducharse, limpian la casa».

Para que su vida sea lo más normal posible, «los niños van a la escuela del pueblo». Entre ellos, los hay católicos y de otras religiones. «Todos vienen a Misa cada día con nosotras –explica la religiosa–. Cuando tienen 7 años, los niños católicos hacen la Primera Comunión. También hay niños que no son católicos pero piden bautizarse porque le gusta» cómo viven la fe los católicos.

Vestidos de España

«Pueden hacerlo cuando tienen 12 o 13 años, si sus familiares más cercanos les dan permiso». Para prepararse para la Comunión y el Bautismo, los niños van a catequesis en la parroquia, «que está justo al otro lado del muro. Van con los demás niños, y hay distintos grupos por edades».

Para estos niños, el día de la Comunión hay un motivo más de alegría, porque sus familiares –tíos, primos, abuelos…–, aunque no pueden hacerse cargo de ellos, si viven cerca los acompañan ese día en la celebración. También tienen pequeños extras que el resto de niños puede que no disfruten: «En la casa tenemos vestidos y trajes que nos mandan desde España, y si hay suficientes para todos se los ponen. Si no, no se lo pone ninguno», cuenta Perfilia.

También la comida es diferente. «El año pasado hicimos bizcocho casero y a cada niño le dimos un trocito y un vaso de Fanta, y les regalamos un librito con cantos de Misa, porque aquí todos los niños cantan muy bien. Estaban más contentos que unas pascuas».