Grecia empieza a desmantelar el mísero campo de refugiados de Idomeni - Alfa y Omega

Grecia empieza a desmantelar el mísero campo de refugiados de Idomeni

Unas 8.500 personas vivían allí en pésimas condiciones sanitarias, entre piojos y casi sin asistencia oficial

ABC

Bulldozers protegidos por fuerzas antidisturbios comenzaron ayer el desmantelamiento del campo de refugiados de Idomeni, donde unas 8.500 personas, entre ellas muchos niños deambulando sin familia, vivían en las más precarias condiciones, entre piojos y miseria creciente, durmiendo a menudo al aire libre, con una asistencia estatal cada vez más reducida.

El desalojo de este campamento, situado a pocos metros de la frontera con Macedonia, se llevó a cabo sin disturbios ni resistencia de los solicitantes de asilo. Hasta 42 autobuses salieron ayer cargados de familias –2.031 personas en total: 662 sirios, 1.273 kurdos y 96 yazidíes– que fueron trasladadas a otros centros de acogida en mejores condiciones que las de este campamento «informal», en el que vivían quienes aguardaban desesperadamente que se abriera la frontera con Macedonia para seguir camino hacia Alemania. Una esperanza quebrada desde que se cerró la frontera.

El portavoz del Gobierno heleno, Yorgos Kiritsos, afirmó que en una semana se completaría el desalojo. Y saliendo al paso de las críticas por no permitir la presencia de los medios de comunicación, insistió en que «en estas operaciones en el mundo entero se aplican medidas restrictivas».

La historia de este campamento es muy triste: comenzó en 2014 como un espacio abierto en el que los refugiados e inmigrantes se instalaban para pasar la frontera con Macedonia. No había ninguna infraestructura del Estado, pero poco a poco varias ONG y voluntarios instalaron carpas y ayuda.

Comida, ropa limpia y seca, atención médica primaria, tiendas de campaña, algunas duchas, juguetes e incluso una zona wifi. Pero después la frontera se cerró. Unas 15.000 personas se quedaron entonces a la espera de que la frontera se abriese. Fue una espera en vano en la que paulatinamente se han ido degradando las condiciones de vida de los refugiados.

Cuando llueve se inundan los campos y sus frágiles tiendas. Hay muchos niños, ancianos e inválidos vulnerables. Hay falta de higiene, piojos, constantes peleas y trifulcas, contrabando de tabaco y alcohol, tráfico de drogas. Ha habido incluso denuncias de prostitución de menores. Las víctimas serían niños y adolescentes no acompañados y sin protección, que habrían sido forzados con violencia a prostituirse.

Las autoridades llevan desde febrero intentando que todos estos refugiados se trasladen a centros de acogida en mejores condiciones. Algunos lo aceptaron, pero unos 8.500 resistieron a la desesperada, sin perder la ilusión.

Lugares a los que han sido trasladados los refugiados.

Cierre de la vía férrea

Ayer se retiraron las pequeñas tiendas de campaña de estos campos, así como a todas las personas instaladas sobre la vía del tren, que no circula desde hace 66 días. Los solicitantes de asilo fueron trasladados a otros centros de acogida, como los de Oreokastro y Vagiokastro, instalados en antiguas naves, o a campamentos en las cercanías de la ciudad de Tesalónica.

Médicos Sin Fronteras (MSF) subrayó ayer su preocupación por la posibilidad de, que mientras dura el desalojo, las autoridades griegas interrumpan la distribución de alimentos y otros servicios que se prestan en el campamento. MSF ha dicho que a los voluntarios «no se les permitió permanecer en el campo», aunque sigue allí un equipo reducido de ocho trabajadores de la ONG «con acceso restringido» a Idomeni, que siguen realizando actividades médicas. «MSF muestra su preocupación porque servicios esenciales, como la distribución de alimentos, puedan quedar interrumpidos», ha asegurado la organización.

La línea ferroviaria lleva dos meses cerrada, está siendo reparada y se espera que en tres o cuatro días vuelva a funcionar. Anastasios Sajpelidis, el portavoz de las compañías de transporte de Tesalónica, calcula que las pérdidas por el cierre de la línea férrea se elevaron a seis millones de euros.

Begoña Castiella / ABC. Atenas

Baja el número de inmigrantes muertos en el mar

Un total de 1.370 personas han muerto en lo que va de año realizando la travesía en el Mediterráneo para llegar a Europa, un 25 % menos que las registradas en 2015, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Un portavoz de esta organización señaló que durante el mes de mayo han perdido la vida trece personas, frente a las 95 que hubo en ese mismo mes de 2015 y las 330 que hubo en 2014. De las muertes registradas en mayo, ninguna fue en el Mediterráneo oriental. «Atribuimos esta caída en el número de muertos a la acusada caída en las llegadas a Grecia desde Turquía», añadió, reconociendo que la ruta entre los dos países parece haber quedado «suspendida» a raíz del acuerdo alcanzado entre la UE y Ankara en marzo.