Cáritas Badajoz: un motor de empleo en la España del paro - Alfa y Omega

Cáritas Badajoz: un motor de empleo en la España del paro

El Centro de Empleo de la archidiócesis de Mérida-Badajoz ha atendido en cuatro meses a más de 200 personas. 35 han encontrado trabajo un mes después de concluir su formación, en una de las provincias más castigadas por el paro

Ana Belén Caballero
Rachida, en uno de los cursos de formación. Foto: Cáritas Mérida-Badajoz

Badajoz es una de las cinco provincias españolas con mayor tasa de paro. Según la última Encuesta de Población Activa (EPA), un 30 % de la población está en situación de desempleo, y este dato aumenta al 37,2 % si hablamos de mujeres.

Para responder a esta situación, la diócesis de Mérida-Badajoz ha emprendido un ambicioso programa de formación a través del Centro de Empleo de Cáritas diocesana. Una iniciativa gracias a la cual personas en riesgo de exclusión como Rachida van a poder celebrar este 1 de mayo el Día de los Trabajadores con un empleo.

Empleada de hogar, hostelería…

Rachida es musulmana y llegó a Badajoz en 2004 desde Marruecos. En 2011 se acercó al Centro de Empleo de Cáritas para que le ayudaran a buscar un trabajo con el que mantener a sus dos hijas adolescentes. Y sabía a qué puerta tocaba, pues el centro, situado en una de las barriadas más empobrecidas de Badajoz, nació en 2005 «con la vocación de acompañar a personas que se encuentran en situación de desempleo y que, por ello, ven dañados otros aspectos de su vida», como explican desde Cáritas.

Varios jóvenes se forman en el curso de hostelería, en el Centro de Empleo de Cáritas Badajoz. Foto: Cáritas Mérida-Badajoz

El principal objetivo del centro es trabajar para mejorar la empleabilidad de la persona. En el caso de Rachida, sus inicios fueron difíciles y el primer escollo que tenía que salvar era el idioma. «Llegué aquí interesada en formarme, y durante un año y medio hice el curso de capacitación laboral y el de empleada de hogar. Ahí no solo nos enseñan a cocinar, planchar o limpiar (algo que la mayoría sabemos hacer mejor o peor), sino que trabajan con nosotras otros aspectos muy importantes como relacionarnos con la gente, aprender el idioma, ganar confianza en nosotras mismas…». El curso de empleada de hogar es una de las formaciones más demandadas que se imparten en el centro, en el que también se ofrecen cursos de pinche de cocina, camarero, limpieza de edificios, electricidad o capacitación laboral. Cada uno de ellos tiene una duración de entre dos y tres meses.

Acompañamiento personalizado

Al concluir la formación, para Rachida comenzó la búsqueda de empleo. Y aquí también contó con ayuda y acompañamiento de la diócesis extremeña. «Gracias a las trabajadoras de Cáritas pude encontrar trabajo y siempre recurro a ellas cuando se me termina el contrato. Además, me van haciendo un seguimiento de mi situación», explica. Desde que terminó su formación de empleada de hogar, Rachida ha conseguido cuatro empleos para trabajar por horas limpiando casas, de los cuales mantiene dos.

35 empleos en menos de un mes

La formación integral es otro de los objetivos del Centro de Empleo de Cáritas Badajoz. Rachida, como buena parte de los usuarios que acuden al centro, llegó sin currículum ni correo electrónico, y ni si quiera sabía navegar por Internet. Por eso, desde el centro trabajan para que sus usuarios conozcan todas las técnicas para buscar un empleo y les ayudan a ponerlas en marcha: elaborar bien un currículum, insertarse en bolsas de trabajo, manejar Internet como herramienta fundamental en la búsqueda de empleo…

Varios usuarios del Centro de Empleo, en el taller de electricidad. Foto: Cáritas Mérida-Badajoz

En lo que llevamos de año, 232 personas han pasado por el Centro de Empleo, de las cuales 35 han conseguido ya insertarse en el mercado laboral apenas un mes después de terminar sus cursos de formación.

Punto de encuentro para empresas

Además, los responsables del Centro han visitado 66 empresas para sensibilizar y presentar el programa de empleo de Cáritas, generando nuevas ofertas para los participantes en el programa. Y es que este Centro de Empleo es también un punto de encuentro entre empresarios y demandantes de empleo, con la garantía de que desde Cáritas se hace un seguimiento integral –no solo laboral– tanto al empresario como al trabajador, para conocer el nivel de satisfacción por ambas partes.

Un nivel de satisfacción que Rachida define así: «Me siento muy agradecida a Cáritas, porque me han hecho ser una mujer valiente, con fuerza para mirar al futuro. En este centro se te abren las puertas para crecer en lo personal y en lo laboral».