El padre Llanos «lo dio todo por los que no conocían a Cristo» - Alfa y Omega

El padre Llanos «lo dio todo por los que no conocían a Cristo»

José Calderero de Aldecoa

El padre Llanos «era un hombre de testimonio profético, evangélico, que nos mostró con su vida la opción preferencial por los pobres». Así lo ha reconocido el arzobispo de Madrid en un acto de homenaje al jesuita José María de Llanos que la Fundación que lleva su nombre ha organizado para conmemorar el 110 aniversario del nacimiento del sacerdote.

Y «conocerlo», ha continuado el prelado madrileño, «fue para mí una gracia». Monseñor Osoro, siendo todavía seminarista, acudió al Pozo del Tío Raimundo para entrevistar al sacerdote con motivo de un libro y para ver la labor que realizaba en el suburbio de Madrid. «Encontré a un hombre que dio un salto espectacular. Pasó de un mundo de clase alta, en el que vivía cómodamente, al mundo de los obreros, de los inmigrantes, donde vivió heroicamente como uno más, sin luz ni teléfono, sin servicios higiénicos…», ha recordado el prelado.

A continuación, el arzobispo ha explicado que «la conversión nos desvía de lo que creemos de nuestra vida y nos ponemos cara a cara con Dios y nos dice lo que piensa sobre ella». Y «esta luz de Dios que nos interpela, nos hace vivir una fe viva».

Opción por los pobres

Para monseñor Osoro, la fe del padre Llanos «le llevó a entregarse a los demás sin límites, lo dio todo por los que no conocían a Jesucristo» y por quien recelaba de Cristo por culpa de los que decían que tenían a Dios en sus vidas pero «no se acercaban a los pobres». La fe de José María «le llevó a una opción preferencial por los pobres».

Confianza, sorpresa y cariño

Antes de concluir, el arzobispo de Madrid ha resumido la vida «de este singular jesuita» con tres palabras: «Confianza, que siempre nos hace tener las puertas de nuestra vida abierta para todos los hombres sin excepción; sorpresa, con la que Dios nos habla a través de las personas de nuestro entorno; y cariño, el de Dios a cada uno de los hombres».

El prelado ha concluido su discurso dejando en el aire dos preguntas: «¿Cómo quieres a los que tienes a tu lado? ¿Qué haces por ellos?».