El Papa visitará a los refugiados de Lesbos - Alfa y Omega

El Papa visitará a los refugiados de Lesbos

Begoña Castiella
En el centro de refugiados de Cáritas Atenas comen alrededor de 400 personas al día. Foto: AFP Photo/Louisa Gouliamaki

Hay «contactos para un viaje a Grecia» del Papa, confirmaba el martes la Santa Sede. El Gobierno griego anunciaba horas después que Francisco se encontrará los días 14 y 15 en la isla de Lesbos con el patriarca ecuménico Bartolomé, de Constantinopla, y con el primado ortodoxo griego y arzobispo de Atenas, Ieronimos.

El viaje supondrá un respaldo al trabajo que instituciones como Cáritas realizan con los refugiados. Hasta principios de mes, la organización ofrecía alojamiento a los refugiados en un hotel de Lesbos y en otros dos del centro de Atenas. La prioridad eran las familias con niños pequeños, mujeres embarazadas y enfermos. Al comenzar la implementación del acuerdo entre la UE y Turquía, las cosas se han puesto más difíciles. El proyecto se tiene que limitar ahora a acoger a las personas más necesitadas, empezando por las familias con niños de menos de 18 meses. La capacidad de acogida de Cáritas es de 200 personas en Lesbos y de 220 en Atenas.

Cáritas Atenas ofrece también ayuda desde su centro de refugiados. Allí comen alrededor de 400 personas al día. Además, se distribuyen ropa y alimentos, los niños tienen un cuarto de juegos, hay un servicio de duchas para hombres, clases de idiomas, vacunas, ayuda a las embarazadas… Hace pocas semanas se ha inaugurado un centro de día, donde más de 80 personas con niños pueden descansar unas horas, lavarse y utilizar ordenadores o ver las noticias por televisión en árabe o afgano. «Están todos muy enfadados por la situación, no con los griegos. No pueden seguir su viaje, no pueden salir de aquí», dice la doctora Irma Sofia Espinosa Peraldi, administradora del programa de emergencia de Cáritas Atenas. «La mayoría quiere llegar a Alemania», afirma.

Cáritas Grecia cuenta con la ayuda de las Cáritas suiza, alemana y austríaca. La de Atenas, por su parte, recibe el apoyo fundamental de la organización norteamericana Catholic Relief Service, de la Cáritas Italiana y de la ONG Solidarity Now.

Preocupación por el turismo

Los griegos lamentan lo que está ocurriendo, pero la situación está cambiando: hay violencia, peleas y manifestaciones a diario en Idomeni y en el Pireo… La línea ferroviaria está cerrada en la frontera con Macedonia, impidiendo el transporte de mercancías, algo que preocupa a la industrias y a las empresas que importan o exportan productos y tienen que hacerlo ahora por carretera, siempre más caro. También hay frecuentes sentadas de inmigrantes en las carreteras nacionales, que exigen la apertura de la frontera, lo que molesta a los vecinos.

Pero la gran preocupación es la del sector turístico. Ahora que se acerca la Pascua griega, el puerto del Pireo tendrá muchos viajeros y se deberá trasladar al grupo de refugiados que acampan ahí hacia otros lugares. Las islas mas cercanas a Turquía, como Lesbos, Samos, Jíos, Kos y Leros, temen también que estos problemas espanten a los turistas. Y es que el sector turístico es lo único que no se ha hundido desde el 2010 en Grecia y se esperaba que en 2016 alcanzara los 25 millones de turistas. Eso sí, ya no hay llegadas de inmigrantes a las islas.

Las cifras no engañan

Las autoridades de migración griegas envían un boletín de información a diario a todos los medios. Al cierre de esta edición –los números cambian en cuestión de horas– en el país se encuentran registrados 52.352 inmigrantes y refugiados. La mayoría están en centros de acogida o de detención, distribuidos por el país, pero hay más de 11.000 personas sobreviviendo en condiciones lamentables en Idomeni, a pocos metros de la frontera con Macedonia. Estos últimos, junto con los mas de 4.000 que malviven en el puerto del Pireo, se niegan a ser trasladados a centros de acogida, al temer que de esta forma no podrán seguir su viaje al resto de Europa.

Las autoridades consiguieron enviar el lunes, primer día de devoluciones según el acuerdo entre la UE y Turquía, a 225 personas a este país, pero ahora tienen dificultades para continuar con el procedimiento: la mayoría de los inmigrantes llegados desde el 20 de marzo ha solicitado asilo, y el proceso para tratar cada caso de forma individual y su posible apelación supone muchos días y, sobre todo, muchos funcionarios y policías dedicados a ello.