En Yemen había cinco salesianos. Solo queda uno - Alfa y Omega

En Yemen había cinco salesianos. Solo queda uno

El provincial de la inspectoría salesiana de Santiago el Mayor, Juan Carlos Pérez Godoy, ha afirmado este jueves que «hay razones para creer» que el salesiano indio Tom Uzhunnali, secuestrado por yihadistas el 4 de marzo, «sigue vivo». Tras el estallido de la violencia, otros tres salesianos indios han sido repatriados. Solo queda uno en activo

María Martínez López

«Es lamentable el poco eco que tienen» las noticias relacionadas con la persecución religiosa. Lo ha afirmado este jueves el padre Juan Carlos Pérez Godoy, responsable de la Inspectoría de Santiago el Mayor. Hablaba del caso de Yemen, donde el salesiano indio Thomas Uzhunnali fue secuestrado el 4 de marzo durante el ataque yihadista contra una residencia de las misioneras de la caridad en el que murieron cuatro religiosas y doce residentes.

El responsable de la congregación en la mitad norte de España ha confirmado que los rumores sobre la crucifixión del padre Tom el Viernes Santo son falsos. Los últimos indicios, que les llegaron este miércoles «a través de fuentes en Arabia Saudí», afirman que «hay razones para creer que sigue vivo», aunque por prudencia no se den más datos, que podrían interferir en los intentos de liberarlo.

Javier Valiente, responsable de comunicación de la inspectoría, ha profundizado en la situación de los salesianos en el país: «Hasta hace poco en Yemen había cinco salesianos, todos de la India», que se dedicaban a atender a los inmigrantes asiáticos católicos. De ellos, ahora solo queda uno en activo. Cuando se desató la violencia, «el Gobierno de la India empezó a repatriar a sus nacionales. De los cinco, quedaron dos» para atender otras tantas parroquias. Tras el secuestro del padre Tom, solo queda uno, en Saná, la capital.

Ya había sufrido un ataque

El padre Tom, originario de Bangalore, «estaba en Yemen desde 2012 –ha explicado el Pérez Godoy–. La parroquia al frente de la cual estaba también había sufrido un ataque días antes, y él se había refugiado en la casa de las Misioneras de la Caridad». Tenía relación con ellas, entre otras cosas, porque «en la India muchos salesianos son capellanes de las casas de las misioneras».

El inspector ha comentado además que el rumor sobre su crucifixión, difundido primero como amenaza antes de ese día y luego como confirmación de que había ocurrido, se originó «entre unas religiosas del Congo», desde donde llegó a través de las redes sociales a algunos medios de comunicación. «La noticia se extendió mucho más» cuando el cardenal Schönborn, arzobispo de Viena, hizo referencia a ella en la vigilia pascual, aunque ya ha hecho pública una rectificación.