A los obispos les preocupa la «falta de espacios de entendimiento» político tres meses después de las elecciones - Alfa y Omega

A los obispos les preocupa la «falta de espacios de entendimiento» político tres meses después de las elecciones

El acuerdo de la UE sorbe refugiados con Turquía, «el laicismo que intenta imponer una confesionalidad laica» en España o los Acuerdos Iglesia Estado son algunos de los temas abordados por el secretario general de la Conferencia Episcopal, José María Gil Tamayo, en una entrevista en RNE

Redacción

El secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), José María Gil Tamayo, ha advertido contra «el laicismo que intenta imponer una confesionalidad laica» en el espacio público y «los fundamentalismos que pretenden imponer por la fuerza unas convicciones a los demás», dos de las cuestiones que, a su juicio, «pueden suponer problemas a medio y largo plazo».

«Los cristianos tenemos una manera de entender la vida, la muerte, el amor, la familia, y eso no lo podemos dejar en casa guardado, o solo para casos de dificultad. Lo mostramos en nuestras fiestas, lo mostramos en nuestro aprecio a la vida, lo mostramos en nuestra cultura. Y es lo que ha conformado nuestra cultura española a lo largo de los últimos 2000 años», aseguró el portavoz de los obispos en una entrevista este viernes en RNE.

Gil Tamayo matizó que, en estos momentos, la preocupación de la Iglesia española son «los vía crucis de la gente que lo está pasando mal», especialmente aquellos que «no llegan a fin de mes» y tienen que acudir a los dispensarios, así como los jóvenes que emigran en busca de oportunidades. «Es un vía crucis que está en nuestras calles no solamente en Semana Santa, sino el resto de días santos del año», dijo al ser preguntado por la intención expresada en algunos municipios de eliminar las celebraciones públicas de la Semana Santa.

Bruselas y el sentido de la cruz

Sobre el sentido de la celebración del Viernes Santo, el secretario general de la CEE aclaró que se trata de «un mensaje de paz y de consuelo y de cercanía». «Recordamos la muerte de alguien que dividió el tiempo en dos partes. Murió en una cruz perdonando pero, al mismo tiempo, murió para ser consuelo de todos aquellos que se ven metidos en el sinsentido de mucha gente, como en este caso el golpazo de la muerte, de la violencia, de una injusticia manifiesta hacia lo más esencial que es la vida».

De este modo, el Viernes Santo es una festividad que pone a la sociedad «muy delante» de las víctimas de los atentados de Bruselas y «de las víctimas de todas las injusticias, los refugiados y tanta gente que está sufriendo». «Por la cruz se llega a la resurrección, la palabra final no la tiene el mal, no la tiene la muerte, la tiene la esperanza, la tiene la resurrección, la tiene Cristo, la tiene Dios».

En este sentido, Gil Tamayo recordó a las víctimas del atentado en Bélgica y condenó el hecho como «la irracionalidad más absoluta» y como una «profanación del nombre de Dios» que «no puede justificar nunca una violencia contra algo tan elemental como es el derecho a la vida y, sobre todo, la vida de unos inocentes».

Críticas a la UE por el acuerdo sobre los refugiados

Al referirse a la cuestión de los refugiados, el portavoz de la CEE calificó el acuerdo alcanzado por los países de la UE como «injusto» y como «encaje de bolillos» desde el punto de vista legal. «Europa no puede perder, por la presión que sea o por las circunstancias que sean, lo que constituye una de sus esencias y uno de sus valores que es la hospitalidad. Incluso cuando falsamente se extiende la sospecha de que pueden alterar nuestra seguridad. La seguridad se basa en el respeto y en la justicia, no simplemente en una cerrazón».

Preocupación por la situación política

En lo referente a la situación política española, Gil Tamayo aseguró que la CEE está «preocupada» por la «falta de espacios de entendimiento» pasados ya tres meses desde las elecciones del 20 de diciembre, y aseguró que la ciudadanía «exige un entendimiento pronto para una gobernabilidad segura, que garantice la mejora, la situación económica, las condiciones de vida y el ejercicio y desarrollo de una vida democrática plena», eso sí, «de acuerdo con la Constitución, que es incuestionable».

«Los tiempos han cambiado pero yo creo que hay cuestiones a las que España y los grandes hombres de nuestra Transición Política llegaron y yo creo que es una herencia que no podemos perder. Es un estilo que nos ayudará como pueblo a afrontar el futuro con esperanza porque vamos de la mano unos y otros sin buscar y sin mirar tanto lo que nos para o lo que nos diferencia y sí lo que nos une, que es infinitamente más», apostilló.

Los Acuerdos Iglesia-Estado

En referencia a las propuestas de algunos partidos de revisar o romper los acuerdos del Estado con la Iglesia católica, José María Gil Tamayo se mostró convencido de que «a la gente no le preocupan los acuerdos», sino «el paro», y añadió que el modelo de acuerdo que tiene España es similar a «los que la Iglesia tiene pactados con la mayoría de los países del mundo».

«No estamos en un régimen de excepcionalidad. Hay quien piensa e incluso lo llama todavía Concordato, que los acuerdos son del régimen de Franco. España es el Estado que tiene relaciones con la Santa Sede desde el siglo XV y esos acuerdos su contenido hoy es de uso común con el resto de confesiones religiosas con las que el Estado tiene acuerdos: con las comunidades evangélicas, con las comunidades judías y con las comunidades islámicas. No es un privilegio».

Si se modifica la ley para que la Iglesia pague el IBI, añadió, «entonces tendría que pedírsele a los partidos, a las organizaciones sin ánimo de lucro, a las fundaciones sin ánimo de lucro».

En cuanto a la aportación económica a la Iglesia a través del IRPF, aclaró, «el Estado es un puro intermediario entre lo que los ciudadanos dicen y la realidad de la Iglesia».

Capillas en las universidades

El secretario general fue preguntado también por la condena de Rita Maestre por la protesta en una capilla en la Universidad Complutense de Madrid. Pese a que el arzobispo de Madrid manifestó su perdón por los actos, esa condena es «legal», ya que «una cosa es el perdón, pero ante las autoridades, ante la ciudadanía», la edil madrileña «tiene una responsabilidad», afirmó.

En otros países como Alemania o Francia, añadió, la legislación «es más dura» con esta clase de actos.

Gil Tamayo defendió además la presencia de capillas en universidades, hospitales o centros penitenciarios al argumentar que la práctica religiosa «es un derecho», y que la presencia de estas instalaciones en centros de titularidad pública es beneficiosa para sus usuarios. «En los Acuerdos se prevén esos espacios religiosos igual que se prevén espacios deportivos, pese a que hay gente a la que puede no gustarle el deporte. Es un derecho que se tiene, el Estado tiene que garantizar ese derecho, los católicos pagan sus impuestos».

Ese derecho no es exclusivo de los católicos, si bien debe aplicarse «con distinción y proporcionalidad», ya que «el peso de la Iglesia católica en este país no es igual al peso de otras confesiones, como no es igual en Suecia el peso de la confesión luterana al de los católicos, que son una minoría».

Europa Press / Redacción