Cifuentes tensa al PP al intentar que se regulen los «vientres de alquiler» - Alfa y Omega

Cifuentes tensa al PP al intentar que se regulen los «vientres de alquiler»

Tres diputados desafiaron la disciplina de voto y otros criticaron el «afán» por marcar un giro en la política de Familia que ni el PSOE respalda

ABC

Cristina Cifuentes buscó este jueves ensanchar el traje ideológico del PP en un asunto nuclear para su credo, las políticas de Familia. Y las costuras del partido saltaron por los aires. Tres diputados del grupo popular se rebelaron contra la orden de votar a favor de regular la gestación subrogada, más conocida como «vientres de alquiler», una práctica prohibida en España.

Luis Peral, exsenador y exconsejero de Educación, desafió la disciplina impuesta y votó en contra. El alcalde de Alcorcón, David Pérez, y la exconsejera de Presidencia y Justicia Regina Plañiol, se ausentaron del hemiciclo en el momento de la votación. Pero hubo otros muchos diputados que ayer votaron visiblemente incómodos lo que se pidió al considerar que el partido no tenía por qué adentrarse en esas tierras movedizas, sobre todo teniendo en cuenta que no es la Asamblea sino las Cortes Generales las que deben legislar sobre este asunto. Y el PP de Mariano Rajoy, con su mayoría absoluta, ya se posicionó en contra cinco meses atrás. PSOE y Podemos también votaron ayer contra la proposición de Ciudadanos, que Cifuentes ordenó refrendar tras incluir una única enmienda, la de prohibir la «mercantilización» de esta práctica de reproducción.

La dirección del grupo negó a sus diputados libertad de voto para elegir «en conciencia», lo que suscitó las quejas por la mañana en una tensa reunión en la que el portavoz, Enrique Ossorio, les advirtió de la multa. Son 300 euros, 600 euros en caso de perder la votación, como así fue. «No se puede arriesgar la unidad del PP por mojigaterías», les dijo Ossorio a los «díscolos», que acusaron a la dirección de «indignidad» por no conceder la libertad para votar en conciencia. «Esto no es una cuestión de conciencia», proclamó el portavoz del Gobierno, Ángel Garrido, tratando de rearmar la unidad. Pero fue en vano.

El «nuevo PP» de Cifuentes perdió la votación de una moción que, si bien jurídicamente no era vinculante, sí tiene una fuerte trascendencia política en cuanto ensancha el ideario tradicional del partido. «A pesar de que esta vez la votación no haya prosperado hoy se ha dado un paso importante con Cristina Cifuentes a favor de la gestación subrogada. Bien», escribió anoche Javier Maroto, vicesecretario sectorial del PP. Su posición no es compartida por todos. «No se entiende a qué viene ese afán de marcar un giro radical en las políticas de Familia», se lamentó un veterano. Desde el equipo de la presidenta de Madrid se consolaron de la derrota apelando a que «el PP no es una secta». Pero Cifuentes, que ha reclamado la libertad de voto por conciencia en cuestiones como el aborto, no la cedió ayer.

«Queramos o no, es real»

La diputada Isabel González, encargada de fijar la polémica postura del PP, pidió «no cerrar los ojos» a lo que es una «realidad» en España, donde entre el 15-20 % de las parejas tiene problemas de fertilidad, dijo. De ahí que los que pueden costearlo acuden al extranjero para que otra mujer gestante dé a luz a su futuro hijo. El PP pide que se haga en España, pero sin que medie transacción económica alguna. «Se abren posibilidades que, lo queramos o no, ya están en nuestra sociedad. Somos plenamente conscientes de la polémica que suscita este tema».

PSOE –salvo la diputada Carla Antonelli, que no quiso votar– y Podemos rechazaron la propuesta de Ciudadanos, que instaba al Gobierno de la Nación a legislar. Los socialistas creen más oportuno que se forme un grupo de trabajo en el Congreso para debatir este asunto y acusaron al PP de Cifuentes y a Ciudadanos de «disputarse un tanto» tratándolo «a la ligera». Podemos apostó por «la pluralidad de los modelos de familia», pero advirtió de que el texto presentado no garantizaba el respeto de la dignidad de las mujeres gestantes.

Itziar Reyero / ABC