«Iglesia en misión al servicio de nuestro pueblo de Aragón» - Alfa y Omega

«Iglesia en misión al servicio de nuestro pueblo de Aragón»

La carta, firmada el Miércoles de Ceniza, es una respuesta a la llamada del Papa Francisco a pasar de un modelo de «mera administración» a uno nuevo de «estado permanente de misión», por ello los obispos plantean reformas estructurales concretas que permitan mejorar la atención a las comunidades cristianas tanto del mundo rural, como de las zonas urbanas

Colaborador

La carta pastoral tiene seis apartados. Los dos primeros presentan el desafío evangelizador y la realidad pastoral de las diócesis aragonesas. Ante esta situación, el capítulo tercero responde en clave de «conversión pastoral» con las unidades pastorales. Los tres capítulos siguientes describen el qué y el para qué de esta modalidad de organización pastoral, así como algunos aspectos prácticos. Cada uno de los capítulos se cierra con un cuestionario para la reflexión y un mapa conceptual.

Qué es una unidad pastoral

«Determinadas comunidades parroquiales con cierta homogeneidad que, en signo de comunión, permiten realizar una pastoral de misión con pluralidad y diversidad de ministerios, carismas, vocaciones y funciones, encomendadas por el obispo a un presbítero o a un equipo de presbíteros, capaces de fomentar fraternidades sacerdotales y equipos de vida apostólicos».

Estas unidades pastorales pueden ser de tres formas: una agrupación de parroquias rurales de las mismas dimensiones; una agrupación de parroquias rurales en torno a otra de mayor consistencia; una agrupación de parroquias urbanas allí donde los límites han sido desdibujados por la cercanía geográfica de las mismas.

Para formar comunidades vivas y corresponsables

Pero lo importante de estas unidades pastorales no es el qué, sino el para qué. Esta nueva forma de organización pastoral busca formar comunidades cristianas vivas, fraternas, orgánicas, corresponsables y evangelizadoras, que vivan de un modo más generoso la exigencia de comunión. Es decir, que cada uno de sus miembros, desde sus respectivas vocaciones y ministerios, ponga todo lo que tiene al servicio de la única misión de la iglesia: el anuncio de salvación en Jesucristo.

A lo largo de toda la carta pastoral se respira una preocupación por las vocaciones. No solo por las vocaciones al ministerio sacerdotal, sino también a la vida consagrada y al laicado comprometido.

José Antonio Calvo
Delegado episcopal de medios de comunicación de la archidiócesis de Zaragoza

Consulte AQUÍ la carta pastoral conjunta