«No pedimos al Señor salir de la persecución sino fuerza para mantener nuestra fe» - Alfa y Omega

«No pedimos al Señor salir de la persecución sino fuerza para mantener nuestra fe»

Nuevo vídeo de la serie Tras las huellas del Nazareno, de H. M. Televisión, que en este caso aborda la situación de la Iglesia en China a través del testimonio de un sacerdote de la iglesia clandestina fiel al Papa

Redacción

H. M. Televisión [de la Fundación E. U. K. Mamie. Hogar de la Madre] publica un nuevo video de la serie Tras las huellas del Nazareno, «que trata de presentar la realidad a la que se enfrentan muchos inocentes en los países donde hay persecución religiosa», explican.

En esta ocasión, el testimonio es el de un sacerdote chino, miembro de la iglesia clandestina fiel al Vaticano, que habla de espaldas a la cámara y con el perfil pixelado para que no pueda ser reconocido. De lo contrario podría sufrir persecución por parte del Gobierno chino. Aunque, apunta parafraseando a un amigo, «en las persecuciones lo más importante no es pedir al Señor que salgamos de esta situación. Lo más importante es que pidamos las fuerzas para mantener nuestra fe».

Transcripción de la entrevista

Historia de una entrega
Me parece que yo puedo hablar un poquito sobre mi experiencia. Cuando yo nací, cuando yo era niño, en mi zona, las persecuciones no eran muy fuertes. Generalmente, podíamos aprender catequesis con algunas religiosas. También, de vez en cuando, podíamos tener un encuentro o una charla con el sacerdote. Normalmente, todos los domingos podíamos asistir a la misa.Pero, cuando yo era un poco mayor, las persecuciones fueron más fuertes. El obispo fue llevado por el Estado. Su situación fue, concretamente, la cárcel, y muchos sacerdotes de la diócesis también fueron detenidos por el Estado.

Cuando yo era un poco mayor, yo quería confesarme, yo quería profundizar en nuestra fe, pero, en esta situación, no había oportunidad, y por eso sentí la llamada del Señor. En esta situación, en la Iglesia hacían falta sacerdotes, y por eso entré en el seminario, para servir a los católicos. En este sentido, me han ayudado mucho los ejemplos pasados, sobre todo del obispo y de los sacerdotes.

En mi vida hay muchas dificultades, pero, cuando hay dificultades, dos cosas me dan muchísima ayuda: una cosa es el ejemplo, siempre me anima muchísimo; otra cosa es la esperanza de la fe verdadera. Esto significa que, si hoy sufrimos por Jesucristo, mañana nos tocará la vida eterna. La vida eterna no es una teoría y no es una cosa lejana. Sencillamente, es una cosa del mañana. Esta es nuestra fe. Cuando terminemos la vida del mundo, nos tocará la vida eterna. Esa es mi experiencia de vivir nuestra fe o, mejor dicho, es mi experiencia de estos años de mi vida.

Ser católico en la actual China
Hoy en día, más o menos, en China, en total, hay un poco menos del 1 % de católicos en China. Al hablar de la situación de la Iglesia en China, generalmente, podemos decir que no hay mucha libertad. Está perseguida la Iglesia en China.

¿Iglesia oficial e Iglesia clandestina?
Esta pregunta es un poco difícil. Me parece que podemos concretarla en los siguientes puntos: la Iglesia clandestina es más fiel a la Iglesia de Roma; y la Iglesia oficial, en sus situaciones concretas, acepta algunas condiciones del Estado. Por ejemplo, entre las cuales, la condición más grave es apoyar que la Iglesia en China debe ser independiente de la Iglesia universal.

Esta división vino en el año 1954. En aquel momento, el estado de China quiso que toda la Iglesia fuese un instrumento del gobierno, pero hubo algunos que, por las persecuciones, aceptaron sus condiciones. Pero hubo otra parte que no lo aceptó. Y por eso, hasta hoy en día, podemos decir, sencillamente, que hay una Iglesia oficial y otra Iglesia clandestina.

Hoy en día, la situación es un poco difícil. Generalmente, entre estas partes no hay mucho contacto. Pero, generalmente, cuando tenemos contacto, lo más importante es, por ejemplo: respeto, rezar mutuamente (una parte por otra parte)… También tenemos que entender que esta división no surge dentro de la Iglesia, sino por la fuerza del Estado. Así que, me parece que podemos mantener un mínimo respeto entre estas partes.

Campos de trabajo o reeducación
Este tema me parece que podemos decir así, por ejemplo, en China, está prohibida la educación religiosa. Otras cosas también… Por ejemplo, algunos obispos y sacerdotes perseguidos, a veces, también ellos reciben una «reeducación». Por ejemplo, últimamente, yo conozco a un obispo auxiliar. Él vivió en la cárcel unos diez años. Durante estos diez años, él no podía tener ningún contacto con los demás. En este sentido, podemos decir que ha recibido una «reeducación». Y cuando él salió de la cárcel, había cambiado mucho sus pensamientos, incluso, a veces, está muy contra la Iglesia.

Métodos de reeducación
Por ejemplo, la situación de este obispo. El gobierno siempre llevaba a algunos personajes que estaban muy en contra de la Iglesia, para tener un encuentro con este obispo. Otro modo, también, a veces, era que las noticias del Estado eran falsas. Era para engañar a este obispo. Finalmente, después de diez años, este obispo no podía tener ningún contacto con los verdaderos católicos. Y, finalmente, cuando él salió de la cárcel, ya se notaba que había cambiado muchísimo sus pensamientos. En este sentido, me parece que se puede decir que es una «reeducación».

Sellados por la persecución
La persecución en China últimamente ha sido después de tomar poder el comunismo en China, desde el año 1949.

Hasta hoy, siempre, podemos decir que ha habido persecuciones. En algunos momentos, estas persecuciones son más fuertes; algunas persecuciones no son muy fuertes.

Voy a dar un ejemplo concreto de una diócesis. Por ejemplo, el obispo de esta diócesis murió en la cárcel en el año 1992. Luego, el gobierno llevó su cuerpo a su casa. Y luego, el obispo sucesor, hoy en día, está también en la cárcel. No tiene libertad. En la diócesis, podemos decir que los sacerdotes no tienen libertad. Están vigilados por el gobierno.

La situación, hasta hoy, sigue siendo igual. Estos años, para los católicos, quizá un poco mejor… Pero, por ejemplo, hace quince años…, hace veinte años también, la persecución ha sido muy fuerte para los católicos. Por ejemplo, si el gobierno descubre que en una casa se celebra la misa y se aprende la catequesis, también al dueño, a veces, le meten en la cárcel; o, a veces, este dueño debe pagar una multa. En este sentido, podemos decir que, generalmente, en China, existen persecuciones para la Iglesia católica.

Diferencia entre detenidos y encarcelados
Tenemos que decir la verdad en este sentido… No todos los obispos y sacerdotes están en la cárcel, pero una parte de ellos sí. Cuando hablamos de la «cárcel» en China, es, verdaderamente, la cárcel. Significa que, en este lugar, ellos trabajan mucho, a veces no hay comida suficiente y también hay otros sufrimientos.

Aparte de la cárcel, también hay otra parte de obispos y sacerdotes que están detenidos; en el sentido de que, a veces, ellos están en una casa y no pueden salir de ahí. A veces, ellos viven en un centro del Estado y no pueden tener contacto con otros, no pueden visitar a sus familias… En este sentido, ellos no tienen libertad. Y por eso, hoy en día, podemos decir que algunos están en la cárcel verdaderamente, pero otros, están detenidos, no tienen libertad verdadera.

¿Se renuncia a la fidelidad a Roma por miedo?
Según mi experiencia, casi nadie. Y, ¿por qué…? Como un sacerdote de mi diócesis me dijo, así: «En la situación de las persecuciones, lo más importante no es pedir al Señor que salgamos de esta situación, lo más importante es que pidamos las fuerzas para mantener nuestra fe». En este sentido, aunque hay persecuciones, nos ayudan muchísimo a mantener nuestra fe, nos ayudan mucho a vivir nuestra fe. En este sentido, siempre vivimos nuestra fe, no la abandonamos.

Testigos de la vida eterna
Hace poco ya he hablado sobre una diócesis. Me parece que yo puedo continuar dando algunos ejemplos de esta diócesis. Por ejemplo, en esta diócesis hay un seminario. Hasta hoy, allí siempre ha habido algunos seminaristas estudiando allí para ser sacerdotes. Aunque hay dificultades, pero siempre la Iglesia está viva. Por ejemplo, la situación del seminario… A veces, no se pueden reunir todos los seminaristas en un lugar. Y, por eso, el seminario de esta diócesis está dividido en distintos lugares. En cada lugar se vive en una casa normal. A veces, por sus experiencias, ellos no pueden salir de esta casa. Estudian allí, rezan allí, hacen un poquito de deporte allí, se come allí…, todo en un lugar. Me parece que, para nosotros, es un sufrimiento; pero, hasta hoy, la vida de este seminario todavía está muy viva. Hay muchos seminaristas. En este sentido, me parece que podemos decir que todavía hay mucha vida en la Iglesia perseguida. Esta es nuestra fe.

Yo tengo una experiencia personal por los ejemplos. Sí, algunos obispos y sacerdotes murieron por la fe. En este sentido, nos animan muchísimo. Cuando encontramos algunas dificultades en este sentido, parece que la vida eterna no es una cosa lejana, sino una cosa muy cercana. Podemos decir así: si hoy sufrimos por Jesucristo, hoy nos tocará la vida eterna. Y, por eso, esta es nuestra fe verdadera. Con esta fe podemos superar estas dificultades. Significa vivir con esperanza, la esperanza de la vida eterna.

Ser católico cada día
Generalmente, están perseguidos. Algunas partes tienen más libertad;  algunas partes no tienen casi ninguna libertad.

Yo conozco algunas diócesis perseguidas fuertemente. Por ejemplo, los católicos solo pueden asistir a la misa en las casas, los niños no pueden encontrar un sacerdote en cualquier momento para asistir a la misa, para confesarse… Y, por eso, la educación en la fe, especialmente, es un deber de sus padres, del ambiente familiar. Así, los métodos para mantener nuestra fe son, por ejemplo, las costumbres buenas de que cada día, en la familia, recen juntos. En estas familias, los padres educan la fe de sus niños. También, cuando encuentran a un sacerdote, aprovechan para todo: asistir a la misa, confesarse, tener una charla espiritual…, todo.

En este sentido, los cristianos en China mantienen su fe aunque hay persecuciones.

Frecuencia de la vida sacramental
Estas cosas en China, generalmente, son una cosa casi imposible. Por ejemplo, un sacerdote cuida de algunos pueblos, y en esos pueblos hay algunos católicos; pero en una casa, no se puede llegar a reunir a mucha gente. En una casa normal, como máximo, pueden ser cuarenta personas…, máximo cincuenta personas. En este sentido, cada católico no puede asistir a la misa todos los domingos y, en este sentido, tenemos que decir que en China todavía faltan muchas vocaciones de sacerdotes.

Pastores de rebaños ocultos
Tenemos que decir la verdad. La evangelización para los obispos y para los sacerdotes, por parte de la Iglesia clandestina, es muy difícil. Ellos, personalmente, evangelizan, me parece, muy poco. Una cosa buena es que ellos dirigen a los laicos para evangelizar.

Por ejemplo, hay algunos métodos concretos. Por ejemplo, en las vacaciones, se puede, para los niños, tener una convivencia o un campamento, no en nombre de la Iglesia. Allí se puede estudiar, por ejemplo, literatura, inglés, matemáticas. Además de estas cosas, también les enseñan algunas cosas sobre nuestra fe, sobre las cosas de la Iglesia. En este sentido, no solo invitamos a los niños católicos, sino que está abierto a todos los niños, también, por ejemplo, para los estudiantes y para los jóvenes. De esta manera, podemos tener campamentos en las montañas así… A veces no es solo evangelizar nuestra fe, sino que les enseñamos los valores verdaderos morales.

También, otra manera, es por los ejemplos de los católicos. Por sus ejemplos, a veces, hay algunos paganos que se convierten a la Iglesia.

La censura china
Yo puedo hablar de algunos ejemplos. Por ejemplo, en China no se puede publicar cualquier libro religioso, ni películas, ni músicas…; estas cosas no.

También, por ejemplo, utilizar Internet en China también es un poco peligroso, por ejemplo, móviles. En el año 2007, yo me enteré de una noticia, que siete u ocho sacerdotes, después de la Navidad, querían tener una reunión o, mejor dicho, un encuentro para consultar algunas cosas pastorales; pero solo por una llamada de estos sacerdotes, luego, cuando los sacerdotes llegaron allí, directamente, la policía llegó también, y se los llevaron a todos. En este sentido, para ellos no fue un ir directamente a la cárcel, sino que están detenidos en un lugar.  Y, en este sentido, podemos decir que en las cosas exteriores tampoco tienen mucha libertad.

¿Se puede tener contacto, abiertamente, con la Iglesia de Roma?
Generalmente, no, ni los sacerdotes u obispos clandestinos, ni los obispos oficiales tampoco. Estas cosas el gobierno no las permite. Encima, en China, entre los obispos, tampoco pueden tener contacto.

No todas las zonas son iguales. Generalmente, podemos decir que, al Norte, al lado de la capital, son más fuertes las persecuciones. Otra parte donde me parece que también es muy fuerte la persecución es en la provincia de Fujian, allí sí. En otros lugares, generalmente, tampoco hay libertad, pero las persecuciones no son tan fuertes como en estos dos lugares.

¿Hay esperanza de profesar la fe libremente?
Estas cosas yo no las sé… Cuando yo estudio en Europa oigo mucho que todo el mundo dice que sí, que algún día habrá libertad. Yo pienso así también, pero, ¿en qué día? Solo Dios sabe…

En este momento, yo quiero insistir una vez más en que tenemos que mantener nuestra fe. Cuando hay persecuciones, lo más importante no es pedir la libertad al Señor, lo más importante es mantener nuestra fe, pedir las fuerzas. Con estas fuerzas, con este mantenimiento, conseguiremos la vida eterna.

Propagar la fe con el ejemplo
La situación es difícil y, por eso, con nuestra vida, tenemos que manifestar nuestra fe en la vida ordinaria. Me parece que, en este sentido, se aprende la fe verdaderamente. Podemos decirlo así: si hay una iglesia como edificio, podemos asistir a la misa, podemos confesarnos, allí se puede aprender catequesis…; estas cosas son fenomenales. Pero, cuando no hay estos bienes, me parece que podemos manifestar nuestra fe de otras maneras. Por ejemplo, la oración se puede hacer en las casas propias. Por ejemplo, podemos dar un testimonio moral en la vida ordinaria… De esta manera, se profesa nuestra fe.

Persecución: tiempo de purificación
Podemos entenderlo así: las persecuciones son como una purificación en la Iglesia. Cuando hay purificaciones, quizá hay muy pocos católicos que abandonan su fe. En este sentido, podemos decir que todavía no tienen la fe verdaderamente. Pero, la mayor parte, mantenemos nuestra fe. Por las purificaciones, siempre sentimos que estamos más cerca del Señor.

María: Madre de los perseguidos
Cuando yo hablo de esta cosa me da mucha alegría, también me da mucha devoción. Por la cultura china, o por la costumbre de la Iglesia en China, tenemos muchísima devoción mariana. En este sentido, sentimos la importancia de la Madre en nuestra fe.

Sencillamente, podemos decir: ¿Qué significa madre? ¿Qué es una madre? Todos tenemos algunas experiencias. Cuando volvíamos de la escuela, cuando éramos niños, directamente podíamos decir con sencillez a nuestra madre: «Mamá, hoy yo quiero comer esta cosa»; «Mañana tienes que darme algún dinero para pagar algunos libros»… Con mucha sencillez y con mucha confianza. En este sentido, me parece que podemos poner esta esperanza en nuestra Madre, la Virgen María, con su ayuda.

Siempre rezamos muchísimo a nuestra Madre, con mucha sencillez y con mucha confianza. Y me parece que, hoy en día, la Iglesia perseguida, si puede mantener la fe, es por la ayuda de la Virgen María.

Católico, a ti te digo…
En esta situación, me parece que, cuando hablamos en el ambiente europeo, lo más importante hoy es que aprovechemos las situaciones de libertad, que manifestemos nuestra fe en la iglesia. También tenemos que manifestar nuestra fe con la vida ordinaria.

En este momento, yo quiero decir una cosa. Me da un poco de pena que, a veces, en algunos países que tienen libertad, la gente no quiere entrar en la iglesia. Y en la situación contraria, en algunos países perseguidos, los católicos quieren entrar a la iglesia, pero no hay. Y, por eso, yo quiero decir a los que me escuchan: aprovechad esta libertad. También, con vuestra vida ordinaria, dad testimonio de nuestra fe. Otra cosa: finalmente, yo quiero pedirles a ustedes que recen mucho por la Iglesia perseguida. Otro modo es que manifestéis nuestra fe en la vida ordinaria.

Hoy en día, también hay muchos paganos que no conocen la Iglesia y que acusan los ejemplos malos de la Iglesia. En este sentido, la ayuda no es directa, pero también es muy importante manifestar nuestra fe en la vida ordinaria, que significa ser un ejemplo para otros.

Gracias por vuestra atención.