Así trabajaba El Greco - Alfa y Omega

Así trabajaba El Greco

Estamos en pleno Año de El Greco, en el que recordamos que, en 1614, fallecía Doménikos Theotokópoulos. El lunes pasado se inauguró en el Museo de Santa Cruz, de Toledo, una exposición titulada El Greco: arte y oficio. Su intención es mostrar cómo debía funcionar el taller del pintor para responder a la inmensa demanda de obras que le solicitaban

Fernando de Navascués
La cena en casa de Simón (detalle)

Leticia Ruiz, jefe del Departamento de Pintura Española hasta 1700, del Museo Nacional del Prado, es la comisaria de la exposición El Greco: arte y oficio, que recoge noventa y dos obras. De ellas, setenta son propias del pintor, pero, como se trata de una muestra que ofrece lo que también se producía en el taller, podemos encontrar pinturas de Jorge Manuel, el hijo del Greco, y de autores como el toledano Luis Tristán, considerado como el mejor discípulo del maestro cretense, así como del murciano Pedro de Orrente, quien también trabajó en el taller, pero tiempo más tarde, vinculado con Jorge Manuel.

San José

La originalidad de la exposición

Entre las virtudes de esta nueva exposición, se encuentra el reunir por primera vez los cuatro dibujos que se conocen del Greco, dos de los cuales regresan a España desde la ciudad suiza de Lausana. Además, se expone la enternecedora Despedida de Cristo y su Madre, venida desde Chicago, así como un San José, atribuido recientemente al Greco y que se encuentra en Londres.

Despedida de Cristo y su Madre

Pero uno de los motivos que hacen de El Greco: arte y oficio una exposición única es que congrega, por vez primera, los cuatro apostolados más completos que se conservan del artista. Se trata del Apostolado del Marqués de San Feliz, custodiado en Oviedo, y el conocido como Apostolado de Almadrones, del que se conservan sólo nueve obras y que fueron dispersadas tras la Guerra Civil por diferentes países. A ellos, lógicamente, se suman los de la catedral de Toledo y del Museo del Greco, que son sedes asociadas a la muestra.

San Pablo

El taller del Greco

La exposición quiere mostrar la forma de trabajar que tenía el pintor. Se trata de un artista que dio respuesta a las exigencias que le demandaba el mercado, dirigiendo un taller que debía dar salida comercial a una gran cantidad de encargos que le llegaban. La comisaria, Leticia Ruiz, explica que, en el taller del Greco, se trabajaban varias obras a la vez. El Greco las supervisaba y pintaba las que consideraba más comprometidas. Su taller fue abierto, en 1585, para trabajar, sobre todo, las pinturas devocionales encargadas por conventos y capillas.

Santiago el Mayor, Apóstol

La exposición se articula en cuatro grandes secciones. La primera, De la mano del Greco, recoge la evolución del pintor, desde la etapa cretense a la toledana. En la segunda, Invención e interpretación, se exhiben obras que, dada la buena aceptación del público, fueron replicadas numerosas veces en el taller. La tercera, una de las grandes ofertas de la exposición, es la titulada Apóstoles y apostolados. Y, finalmente, la cuarta, El Greco después del Greco, en la que se reúnen muchas de las obras que se han relacionado con el pintor, gracias a los dos inventarios de bienes de la familia.

San Francisco en éxtasis

Se trata, por tanto, de una exposición en la que se orienta al espectador a descubrir cómo funcionaba el taller del Greco para la producción de sus numerosos encargos. Aquí se pone de manifiesto cómo el pintor plasmaba lo qué era de su interés, los trazos, el cromatismo o su manera de repetir las composiciones y modelos que caracterizaron su particular estilo pictórico. Visitar esta muestra es una oportunidad que el amante del arte no debe dejar escapar, y que tiene de plazo hasta el 9 de diciembre.

Entre el cielo y la tierra: doce miradas a El Greco, cuatrocientos años después

Hasta el 8 de noviembre, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando ofrece en Madrid una exposición que explora la influencia del Greco en el arte de hoy. Para ello, doce artistas actuales atestiguan su vigencia en la creación contemporánea. Éstos plantean abiertamente su vínculo con el cretense, un reconocimiento que, a veces, es explícito en sus trayectorias, y otras, aunque menos evidente, igualmente intenso. Como señala la comisaria, Isabel Durán, «hay muy pocos artistas clásicos que hayan influido de forma tan intensa en el arte producido en las últimas décadas. La presencia del proyecto artístico del Greco es clara. Probablemente, sean él, Diego Velázquez y Francisco de Goya los que permanecen con un aliento más intenso en lo que llamamos arte contemporáneo».