Milu, musulmana y preocupada por los derechos de las mujeres - Alfa y Omega

Esta mañana he quedado con Milu para tomar un té. Nos conocimos hace ya bastantes años. Acababa de venir a España y tenía un sueño: reagrupar a su marido y su hija, ambos enfermos. Por eso dejó a su familia y su pequeño negocio en Bangladés. Su sueño ha tardado diez años en cumplirse. Hoy Milu vive con Uddin, su esposo, y con Rabya, su hija. Trabaja haciendo comida india y vendiéndola por encargo, y en lo que va saliendo en el sector del empleo doméstico y los cuidados.

Me telefoneó hace unos días para decirme que tenía un proyecto sobre el que quería conversar. Llegó como siempre puntual, con unas frutas para compartir. Me impresiona siempre el respeto con que se descalza cuando entra en mi casa y el signo de confianza que esto supone en su cultura. Sus zapatos en el pasillo son un sacramento de nuestra amistad.

Nuestra conversación ha girado en torno a su preocupación por la situación de violación constante de derechos humanos en su país, especialmente los de las mujeres. Recientemente, en unos disturbios, la Policía mató a golpes a su mejor amiga. Desde entones Milu tiene una idea rondándole la cabeza. Su proyecto es formar una asociación para la defensa de los derechos de las mujeres bangladesíes, tanto en su país, dando a conocer la situación, como aquí, para que sirva también de apoyo para las mujeres que atraviesan dificultades. A Milu le preocupa mucho la violencia de género. Ha colaborado con los Servicios Sociales en temas de maltrato y por eso está convencida de que, con sus paisanas, esta realidad hay que afrontarla teniendo en cuenta más parámetros, porque si no, nunca se atreverán a contar lo que les pasa.

Cuando se ha marchado me ha venido a la cabeza una conversación que escuché en el autobús refiriéndose a las mujeres musulmanas como pasivas, cerradas, sumisas… ¡Qué pena que la gente no conozca a tantas Milus que existen! Lo mismo me ha sucedido al escuchar por la radio esta tarde la intención de Cameron de deportar a las mujeres musulmanas que no hablen inglés. Milu lleva años intentando aprender el español y aún no lo ha conseguido. En Reino Unido la habrían deportado.