¿Reducir los abortos? Apoya a madre e hijo - Alfa y Omega

El próximo 5 de julio se cumplen 3 años de vigencia de la nueva Ley del aborto, que decía pretender reducir el número de abortos, convirtiendo en derecho lo que hasta esa fecha era delito. Como era previsible, no sólo no se ha reducido ese número, sino que sigue aumentando.

En septiembre de 2012, el ministro Gallardón anunciaba una nueva Ley para antes de Navidad, noticia que posteriormente se retrasó para el primer trimestre de 2013 y, luego, para el verano. Así las cosas, no sabemos si habrá anteproyecto antes del verano o después. Pero todo apunta a que lo habrá, pues el ministro parece muy decidido a ello, según las manifestaciones que reitera una vez y otra.

El titular de Justicia ha planteado una Ley que protegerá de forma parcial al niño, por nacer dentro de un sistema de indicaciones, entre las cuales no va a estar el supuesto de malformaciones, osadía que ha generado malestar en los grupos abortistas más radicales, que parecen olvidar que con malformaciones o sin ellas hablamos de una vida humana.

El ministro ha tenido la valentía de calificar el aborto como lo que es: «Violencia estructural de género contra la mujer». Además, ha tenido en cuenta a los padres a la hora de plantear esta Ley, y les devuelve la autoridad que les corresponde a la hora de decidir sobre sus hijos, especialmente las menores, eliminando de la Ley que éstas puedan abortar sin conocimiento ni consentimiento paterno. Hoy día, a la mujer (sea menor o adulta) no se le dan más alternativas frente a un embarazo inesperado que el aborto, lo que ha generado ese paulatino incremento desde 1985, que no se ha detenido a partir de 2010. Si a la mujer se le ofrecen alternativas al aborto ante un embarazo sorpresa, ésta no aborta. Así lo corrobora la Fundación RedMadre, que confirma que 8 de cada 10 mujeres que atienden en sus sedes decide continuar con su embarazo. El aborto es un drama por el que ninguna mujer quiere y desea pasar; con esta premisa están de acuerdo hasta los defensores de la Ley vigente (así lo comentaban el otro día, en un debate en televisión, tanto Cristina Almeida, como Sara Porras, la representante de Izquierda Unida). Si todos estamos de acuerdo en que el aborto es un drama, ¿por qué no apoyar la vida?, ¿por qué no tender una mano a la mujer embarazada y a su bebé por nacer?

Lo ideal sería trabajar para que no haya ni un solo aborto en España y que todos colaborásemos con un compromiso real en el apoyo tanto a la mujer embarazada como al bebé en camino. Gallardón parece que ha empezado a dar pasos en esa dirección con el anuncio de la nueva Ley. Desde aquí, animo a Gallardón a dar el paso lo antes posible, para así empezar a ver, de verdad, cómo se reduce el número de abortos . Lo más progresista es apoyar a la mujer y al bebé por nacer; si les ayudamos, reduciremos el número de abortos y, además, empezaremos a construir una verdadera cultura de la vida en nuestro país.