Omella pide «una gran conversión frente a las ideologías mundanas» - Alfa y Omega

Omella pide «una gran conversión frente a las ideologías mundanas»

En una homilía en catalán y castellano, y acompañado del cardenal Sistach, el nuevo arzobispo se compromete a trabajar «codo a codo» con sus fieles para evangelizar en medio de «corrientes secularizantes y secularizadas»

José Antonio Méndez
El nuevo arzobispo, monseñor Omella, junto al arzobispo emérito, el cardenal Sistach, y al obispo auxiliar, monseñor Taltavull. Foto: AFP Photo/Josep Lago

Hablando en catalán y castellano, arropado por 59 cardenales, arzobispos, obispos y abades, y seguido por un centenar de fieles de sus anteriores diócesis: así arrancó monseñor Juan José Omella su andadura como nuevo arzobispo de Barcelona. La ceremonia de toma de posesión tuvo lugar en la catedral barcelonesa el pasado sábado, coincidiendo con el día de san Esteban protomártir, una fiesta de gran arraigo en la archidiócesis catalana.

Durante su homilía, en la que el nuevo pastor intercaló el catalán y el castellano, monseñor Omella no escondió lo que desea para la segunda diócesis más grande de España: «Una gran conversión» para poder «evangelizar en el mundo de hoy». «No podemos anclarnos en viejos métodos o en ideologías mundanas. Los últimos Papas nos invitan a llevar a nuestro mundo la frescura del Evangelio y el compromiso con los más pobres y necesitados», afirmó.

Valor y celo apostólico

Monseñor Omella reclamó «valor» a los cristianos, pues «evangelizar supone celo apostólico» para llevar a Cristo a «las periferias geográficas y existenciales: las del misterio del pecado, las del dolor, las de las injusticias, las de la ignorancia, las del pensamiento, las de toda miseria».

Al dirigirse a los fieles, monseñor Omella no eludió el desapego de la fe que se vive en Barcelona, y recordó que «nos toca predicar la Buena Nueva de Jesús en esta gran ciudad de Barcelona, en esta gran urbe, en la que hay corrientes secularizantes y secularizadas, a la vez que cristianos ejemplares con una identidad inequívoca». Sin embargo, el nuevo pastor barcelonés repitió una cita del Evangelio para dar ánimo a los cristianos: «“No tengáis miedo, Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”. Hermosa tarea la que nos confía el Señor. Tarea en la que deben estar, muy en el corazón de todos nosotros, los más pobres y pequeños. Ellos son los preferidos del Señor».

Además, hablando en catalán, el nuevo arzobispo explicó sus deseos de comunión: «Quiero escucharos, compartir los gozos y los sufrimientos que os abruman; quiero caminar con vosotros en la búsqueda de la luz que viene del Señor y nos empuja a ser testigos humildes y valientes en medio de esta sociedad del siglo XXI. Quiero estar muy atento, junto con vosotros, a las mociones del Espíritu». Y expresó su confianza en el trabajo «codo a codo» con todos sus nuevos diocesanos para, «con la ayuda de Dios, erradicar en nuestro mundo toda forma de violencia, de terrorismo, de injusticia y de exclusión por razones ideológicas, raciales o religiosas».