Un colegio católico sin cabalgata por tener educación diferenciada - Alfa y Omega

Un colegio católico sin cabalgata por tener educación diferenciada

El Ayuntamiento cree que el colegio Arenales discrimina por sexo. Los que «discriminan son los que no dejan participar a unos niños en un acto público, financiado con dinero público, simplemente porque los padres han elegido un colegio que a ellos no les gusta», apunta Alfonso Aguiló, presidente de la Fundación Arenales

José Calderero de Aldecoa

El colegio Arenales, situado en Carabanchel, no podrá participar en la cabalgata de Reyes del barrio porque, según apuntan desde el Ayuntamiento, hay discriminación por sexo dentro de sus aulas. Para Alfonso Aguiló, presidente de la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE) —la segunda patronal de centros concertados de España— y presidente de la Fundación Arenales, los que «discriminan son los que no dejan participar a unos niños en un acto público, financiado con dinero público, simplemente porque los padres han elegido un colegio que a ellos no les gusta».

El colegio Arenales es un centro concertado de ideario cristiano donde se aplica el modelo pedagógico de educación diferenciada. «Es un modelo pedagógico de mucho prestigio, muy extendido en muchos países, que tienen unos excelentes resultados y que está presente en muchos países a los que no tenemos que dar lecciones de igualdad y de no discriminación, sino más bien al contrario», apunta Aguiló. En dichos países, según el presidente de la Fundación Arenales «no pasarían cosas como estas, que un Ayuntamiento discrimine a unos niños porque no les gusta la opción pedagógica que han elegido sus padres».

Concertado y católico

Para Aguiló, lo que más llama la atención es que «se discrimine a un colegio que se caracteriza por su identidad cristiana y que no se le permita participar en un acto de tradición cristiana».

Arenales además de tener un ideario católico también es un colegio concertado. Hoy son varios los partidos políticos que han criticado los conciertos de colegios católicos o que apliquen el modelo pedagógico de educación diferenciada. Que el Ayuntamiento haya apartado al colegio por este motivo es una «sospecha que siempre queda. ¿Realmente les importa la opción pedagógica o más bien son unas ideas que a ellos no les gustan?», se pregunta Aguiló. «El dinero público se utiliza en el Ayuntamiento para financiar cosas muy variadas, que te pueden gustar más o menos, pero no puedes discriminar a nadie por ello. Hay que estar abiertos a todos, a los que te caen mejor y a los que te caen peor. Y eso es lo que tiene que hacer quien gobierna, hacerlo para todos», añade.

Decepción

El resultado es «la decepción de las familias, especialmente de los niños. No tenemos ningún interés en crear polémica, solo queremos manifestar nuestra profunda decepción», concluye el directivo.