«La eliminación de la pobreza extrema no es solo un deber moral es también una obligación legal» - Alfa y Omega

«La eliminación de la pobreza extrema no es solo un deber moral es también una obligación legal»

La Oficina de Prensa de la Santa Sede acogió la presentación del Manual para la aplicación de los principios rectores de la ONU Derechos humanos para las personas que viven en la extrema pobreza: un manual para la aplicación de los principios rectores de la ONU sobre la extrema pobreza y los derechos humanos

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Este jueves, 17 de diciembre, en la Oficina de Prensa de la Santa Sede tuvo lugar la presentación del manual Derechos humanos para las personas que viven en la extrema pobreza: un manual para la aplicación de los principios rectores de la ONU sobre la extrema pobreza y los derechos humanos.

En el acto intervino monseñor Bernardo Johannes Bahlmann, obispo de Óbidos (nordeste de Brasil), que habló de la deforestación del Amazonas y de las consecuencias catastróficas para las poblaciones que la habitan y para todo el planeta; o el padre Michael Perry, ministro General de la Orden Franciscana de los Frailes Menores, que recordó cómo los franciscanos viven en estrecho contacto con comunidades afectadas por la pobreza en diversas partes del mundo e intenten establecer un fuerte vínculo entre la protección de sus derechos y los del ambiente. Por su parte Francesca Restifo, de Franciscans International (FI) y directora de Abogacía Internacional, fue la encargada de presentar el contenido y los objetivos del manual.

«La eliminación de la pobreza extrema no representa solamente un deber moral -afirmó Restifo- es también una obligación legal, en virtud de la normativa internacional vigente en materia de derechos humanos. La pobreza extrema no es solo una cuestión económica; es un fenómeno multidimensional que incluye tanto la falta de ingresos económicos como de las capacidades básicas para vivir con dignidad; algo que afecta de manera significativa a la capacidad de las personas para ejercer o recuperar sus derechos en un futuro previsible. Los principios rectores son el primer instrumento de la ONU dedicado a las personas en situación de pobreza. Nos hemos dado cuenta del potencial de este documento y de inmediato sentimos la necesidad de traducirlo a un lenguaje accesible a todos. Como está en ellos sancionado: La extrema pobreza no es inevitable. Es, al menos en parte, una situación creada, fomentada y perpetuada por las acciones y omisiones de los Estados y otros agentes económicos. Pero los medios para erradicarla existen y son accesibles».

Los medios son «una impostación basada en los derechos humanos que proporcione un marco para erradicar la extrema pobreza a largo plazo partiendo del reconocimiento de las personas que viven en la pobreza como titulares de derechos y agentes de su propio cambio. El empoderamiento, es decir, conseguir que las personas sean independientes y activas en sus comunidades a la hora de reclamar sus derechos. La participación y la consulta con estas personas en las políticas que las afectan personalmente».

«El objetivo del manual que hoy presentamos -continuó- es ayudar a los actores locales a entender mejor las consecuencias, en términos de derechos humanos, para las personas que viven en la pobreza extrema, y proponerles una serie de acciones concretas para exigir sus derechos y convertirse en agentes del cambio. Nuestro objetivo fue traducir sus retos individuales en acciones colectivas».

Por último, Restifo subrayó que no hay una clara línea divisoria entre la pobreza extrema y la pobreza, pero la primera se caracteriza por las violaciones múltiples e interrelacionadas de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales. «La pobreza extrema -aclaró- afecta a varios ámbitos de la existencia humana y, a menudo, crea un círculo vicioso de impotencia, estigmatización, discriminación, exclusión y privación material, elementos que se alimentan recíprocamente. Algunas personas pueden ser pobres y al mismo tiempo formar parte de un tejido social en el que, de todas formas, resultan integradas. Otras no disfrutan de las mismas posibilidades».