La reforma de las nulidades - Alfa y Omega

La reforma de las nulidades

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El 8 de diciembre entró en vigor la reforma del proceso de nulidades impulsada por el Papa, aunque algunos aspectos –como los procesos abreviados– tardarán aún varios meses en ver la luz en España y en otros países. En condiciones normales, tal vez la reforma hubiera requerido un tiempo más largo de maduración, pero seguramente pesó más en el ánimo de Francisco la necesidad de dar una salida al problema de los divorciados vueltos a casar, de modo que este tema no monopolizara las discusiones en el Sínodo de la familia. En el terreno pastoral, la reforma supone cambios de gran calado, particularmente al consolidar un cambio de actitud hacia las personas que han naufragado en su matrimonio y que hasta ahora podían sentirse abandonadas por la Iglesia. Los procesos –caros y fatigosos– hacían que se percibieran las nulidades como algo únicamente al alcance de ricos y famosos. Poner estos tribunales al alcance de todos significa un gran avance, que en absoluto entra en contradicción con el principio de indisolubilidad del matrimonio. La Iglesia hospital de campaña que quiere Francisco ha llegado a un territorio en el que la carga de sufrimiento de las personas es, en este momento de la historia, singularmente elevada.