Millones de personas viven rodeados de misiles, disparos y muerte - Alfa y Omega

Millones de personas viven rodeados de misiles, disparos y muerte

Como parte de la campaña, con la que Misiones Salesianas quiere conseguir un mundo justo para todos, Raúl de la Fuente, premio Goya en 2014 y finalista en los Oscar en 2016, ha elaborado el documental 30.000

Misiones Salesianas

Casi una veintena de países sufre un conflicto armado en la actualidad. Millones de personas tienen que vivir en un ambiente hostil, rodeados de misiles, disparos, destrucción… y muertes. Los misioneros salesianos trabajan en estos países, y en muchos otros, para ayudar a aquellos que viven en esas condiciones tan duras y para tratar de construir puentes para superar el odio y la desesperanza.

«Sin perdón no puede haber progreso ni paz», explica Carlos Berro, misionero salesiano en Costa de Marfil. Este país en el golfo de África sufrió una guerra civil en 2011 que devastó el país y a su población. Hoy, Costa de Marfil quiere resurgir y las personas trabajan por salir adelante.

Para dar a conocer este difícil trabajo de construcción de paz, desde Misiones Salesianas, hemos realizado un documental: 30.000. Un corto dirigido por Raúl de la Fuente, premio Goya en 2014 y finalista a un Oscar en la edición de 2016.

30.000 se presentará el próximo 17 de diciembre en el Auditorio del Museo Lázaro Galdiano (C/Serrano, 122. Madrid) en un acto que comenzará a las 19:30 horas.

«Además, hemos preparado una mesa redonda donde se debatirá cómo la construcción de paz es posible con el apoyo de los distintos actores», explica Ana Muñoz, portavoz de Misiones Salesianas. En ella participarán: el obispo de Pointe Noire (República del Congo), monseñor Miguel Ángel Olaverri; el teniente coronel Jesús Díez Alcalde; el embajador de la UE en Togo, Nicolás Berlanga Martínez; la periodista especializada en África, Trinidad Deiros; y el director del Centro Ravera de Rehabilitación de niños soldado de Sierra Leona, doctor Roberto Ravera.

La paz es el único camino para conseguir un mundo más justo. Sin paz, la pobreza, la falta de educación, el hambre, las desigualdades… se agravan. De ahí la importancia de la labor de los misioneros salesianos en los países en conflicto.