Esposa de opositor nicaragüense: «40 oficiales asaltaron nuestra casa y se llevaron a mi marido» - Alfa y Omega

Esposa de opositor nicaragüense: «40 oficiales asaltaron nuestra casa y se llevaron a mi marido»

Victoria Cárdenas, esposa del preso político nicaragüense Juan Sebastián Chamorro, ha iniciado una gira europea para pedir la liberación de todos los encarcelados y un mayor compromiso de la comunidad internacional

José Calderero de Aldecoa
Victoria Cárdenas (izq.) durante su intervención en la Casa de América. Foto: José Calderero de Aldecoa.

Unas pocas horas antes de que Daniel Ortega se proclame este lunes 10 de enero presidente de Nicaragua, después de unas elecciones celebradas el 7 de noviembre y calificadas como fraudulentas por el grueso de la comunidad internacional, Victoria Cárdenas ha dado comienzo una gira europea –que le llevará también a Ginebra y Bruselas– con el objetivo de dar visibilidad a la situación que se vive en Nicaragua y, en particular, a la de los presos políticos del país. Algo que conoce de primera mano pues su marido, el excandidato presidencial de la oposición Juan Sebastián Chamorro, es uno de ellos.

«Lo vi por última vez el 8 de junio, el día que lo secuestraron. Más de ocho patrullas con 40 oficiales armados asaltaron por la noche nuestra casa y se lo llevaron preso. Estuvieron cuatro horas dentro de la vivienda y, cuando se marcharon después de desvalijarla, sentí que mi privacidad había sido violada», ha recordado la mañana del lunes, durante un encuentro celebrado en la Casa de América de Madrid.

Poco después de aquel suceso, Cárdenas tuvo que salir del país por denunciar lo ocurrido. «Desde entonces, he iniciado una cruzada por la liberación de los presos y he sido calificada por el régimen de Ortega como traidora a la patria. Si volviera a mi país, sería inmediatamente encarcelada», ha asegurado durante su intervención.

Sobre su marido pesa una acusación similar por el hecho de haber manifestado su intención de presentarse a las elecciones. Junto a él fueron encarcelados el resto de opositores que aspiraban a sustituir a Daniel Ortega como presidente del país e innumerables críticos con el régimen dictatorial, entre los que hay empresarios, activistas o trabajadores de los medios de comunicación.

«Mi esposo está resistiendo. Tiene la moral alta a pesar de que las condiciones son pésimas. Mi cuñada ha podido verle y me dice que yo no lo reconocería de todo el peso que ha perdido», ha explicado Victoria, quien ha denunciado que Juan Sebastián «tiene la luz del la celda encendida las 24 horas del día. Otros presos políticos la tienen completamente apagada. Solo tienen una exposición al sol de diez minutos al día, por lo que se encuentran totalmente pálidos. Sufren interrogatorios a diario sin la presencia de sus abogados. Y ahora tienen inodoro, pero solo se lo pusieron después de que lo denunciáramos nosotros públicamente».

Liderazgo de España

Ante esta situación, Victoria Cárdenas ha emprendido esta gira para pedir a la comunidad internacional una «acción coordinada» a favor del restablecimiento de los derechos humanos en Nicaragua. «El régimen no puede seguir actuando con esta impunidad», ha clamado, al mismo tiempo que ha dejado claro que el primer punto para resolver la crisis en la que vive el país desde abril de 2018 es «la inmediata liberación de los presos políticos».

Antes de concluir, Cárdenas, que ha sido recibida por el ministro de Exteriores y que también ha sido citada por la presidenta de la Asamblea, ha agradecido a «España su liderazgo en la defensa de los derechos humanos en su país». Aunque «hoy estoy aquí para decir que necesitamos más apoyo, para pedir que no nos olviden, que los familiares estamos desesperados por ver cómo podemos liberar a los más de 170 presos políticos».

La esposa de Juan Sebastián Chamorro se ha despedido asegurando que «Nicaragua hoy en día es una gran cárcel, porque el que no está preso está silenciado por miedo a la cárcel». Y el «sistema penitenciario es arbitrario, cruel, torturados». Por eso, «el primer paso es la liberación de todos los encarcelados».