¿Y después de la JMJ, qué?

El cardenal Antonio María Rouco clausuró, el pasado 22 de julio, el curso de verano Los jóvenes y la Iglesia católica, organizado por la Universidad Rey Juan Carlos I y dirigido por el cardenal Antonio Cañizares. La conferencia del arzobispo de Madrid giró en torno a la Jornada Mundial de la Juventud. En concreto, estuvo dedicada a Tareas y caminos abiertos de evangelización de los jóvenes después de la JMJ en Madrid. En ella, explicó que el «secreto de la historia de las Jornadas Mundiales de la Juventud» es «el mensaje directo y claro del Papa», centrado en que «Jesucristo es el Camino, la Verdad y la Vida». En efecto, «la evangelización es la palabra clave». Su efecto en la Iglesia es el nacimiento de «una generación joven, identificada con la fe vivida en la comunión de la Iglesia». Entre las metas y caminos posteriores a la JMJ que apuntó el cardenal Rouco, se encuentra el que «los jóvenes que están en la Iglesia se afiancen en su fe y en vivir en comunión» con ella; «reforzar, profundizar y extender la pastoral vocacional»; tomar «de nuevo en serio y vivamente la herencia de la Acción Católica en comunión con la Iglesia»; y una «apertura de los ámbitos propios para los jóvenes en las parroquias».

Porque la JMJ no es sólo una meta, sino también, en muchos aspectos, el inicio de nuevos caminos. El cardenal Rouco también hizo hincapié en el después de la JMJ el pasado 6 de julio, cuando presentó, en la Universidad CEU San Pablo, el Youcat, un breve catecismo adaptado a los jóvenes que estará en la mochila de todos los peregrinos. En la presentación, el cardenal explicó la importancia de una adecuada formación en la fe, «para que la gran experiencia, el momento existencial de la Jornada», que siempre implica conversión, adquiera «solidez intelectual, solidez y madurez de vida». Y añadió: el Youcat, que publica en España Ediciones Encuentro, «puede ser un buen instrumento, que enriquece la aportación del a JMJ al futuro del apostolado juvenil».