«Un sacerdote, un religioso o una monja no pueden dejar de rezar para trabajar más», recuerda el Papa en Uganda - Alfa y Omega

«Un sacerdote, un religioso o una monja no pueden dejar de rezar para trabajar más», recuerda el Papa en Uganda

El Papa Francisco ha concluido su viaje a Uganda con un gran encuentro junto a sacerdotes, religiosos y religiosas, a quienes ha pedido «fidelidad a la propia vocación», «celo apostólico» y «no llevar una doble vida»

RV

«La sangre de los católicos ugandeses está mezclada con la sangre de los mártires. No pierdan la memoria de esta semilla para que así sigan creciendo», expresó el Papa a los religiosos, religiosas, sacerdotes y seminaristas de Uganda en la Catedral de Kampala.

La fidelidad es «el camino de la santidad»

Como ya ha hecho en otras ocasiones a lo largo de este viaje, el Papa improvisó su intervención en argentino: «Sean testigos, como fueron testigos los mártires que dieron la vida por el Evangelio. Y para ser testigos es necesaria la fidelidad: Fidelidad a la memoria, fidelidad a la propia vocación, fidelidad al celo apostólico. Fidelidad significa seguir el camino de la santidad, fidelidad significa hacer lo que hicieron los testigos anteriores: ser misioneros», pidió el Obispo de Roma.

Francisco explicó que «fidelidad significa perseverancia en la vocación… Fidelidad a los pobres, a los enfermos; a los más necesitados, porque Cristo está allí. Uganda fue regada con sangre de mártires, de testigos. Hoy es necesario seguir regándola y para eso, nuevos desafíos, nuevas misiones. Si no es así van a perder la gran riqueza que tienen. Y la perla de África terminará guardada en un museo».

«Si sos pecador, pedí perdón»

El Sucesor de Pedro dijo que memoria significa fidelidad y que la fidelidad solamente es posible con la oración. «Si un religioso, una religiosa, un sacerdote deja de rezar o reza poco, porque dice que tiene mucho trabajo, ya empezó a perder la memoria y ya empezó a perder la fidelidad. Oración que significa también humillación. La humillación de ir con regularidad al confesor a decir los propios pecados. No se puede renguear de las dos piernas. Los religiosos, las religiosas y los sacerdotes no podemos llevar doble vida. Si sos pecador, si sos pecadora, ¡pedí perdón, pero no mantengas escondido lo que Dios no quiere, no mantengas escondida la falta de fidelidad, no encierres en el armario, la memoria!», concluyó el Santo Padre.

Guillermo Ortiz / RV