«Por favor, no hagan política como en un show de la tele» - Alfa y Omega

«Por favor, no hagan política como en un show de la tele»

Carmona, Terol, Villacís y Sotillos reconocen que es necesario «regenerar la democracia» pero sin excluir a ningún partido

José Antonio Méndez
Víctor Arribas, Antonio González Terol, Begoña Villacís y Alberto Sotillos. Foto: CEU

El público reconocía sus rostros por los pasillos y los asistentes cuchicheaban al verlos pasar: «Mira, ese sale por la tele, el del Ayuntamiento de Madrid»; «ella es lista a rabiar, y encima más guapa en persona»; «¡Anda, el alcalde! Pues se va al Congreso…»; «¿El de barba quién es? Me suena la cara, pero no le pongo nombre…». Es el signo de los nuevos políticos, curtidos en los platós de televisión y en los estudios de radio casi tanto (o más) que en las asambleas legislativas. No era casual, por tanto, que la intervención en el Congreso Católicos y Vida Pública de Antonio Miguel Carmona (PSOE), y la mesa redonda que compartieron Antonio González Terol (PP), Begoña Villacís (Ciudadanos) y Alberto Sotillos (Decide en Común y exmilitante del PSOE) tuviesen con moderadores e invitados a periodistas y contertulios como Víctor Arribas o Mikel Buesa.

Los cuatro, Carmona, Terol, Villacís y Sotillos, fueron los responsables de dar voz a las nuevas hornadas de líderes políticos en el Congreso organizado por el CEU, y los cuatro reconocieron sin paños calientes que la regeneración de las instituciones «es urgente, porque parte de los ciudadanos, y sobre todo de los jóvenes de nuestro país, no se sienten parte de nuestra democracia, ni representados por los partidos tradicionales», en palabras de la portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid, Begoña Villacís. «Y una democracia regenerada no puede venir exclusivamente por los partidos de siempre, aunque tampoco sin ellos. Para construir una democracia mejor, más representativa y con más ética, no sobra nadie, aunque no puede venir solo por los que han estado repartiéndose el poder durante todos estos años», añadió.

Desagradable tono de «y tú más»

Sin embargo, aquello que los ha encumbrado como rostros reconocibles, esto es, su presencia mediática, fue también la causa de que sus propuestas se viesen ensombrecidas por un tono de «y tú más» que recordaba demasiado a las altisonantes tertulias televisivas y que desagradó a la concurrencia, sobre todo en la mesa redonda que compartieron Terol, Villacís y Sotillos. En un momento del debate, Villacís y Terol, alcalde de Boadilla del Monte y número 13 de la lista del PP al Congreso de los diputados por Madrid, se enzarzaron en un intercambio de acusaciones tan intenso e innecesario que una mujer del público levantó la voz reclamando cordura: «Por favor, no hagan política como en un show de la tele. Estamos cansados de eso». Los aplausos fueron tan sonados como los que siguieron a la posterior intervención de un joven —ya en el turno de preguntas— que espetó a los políticos: «Yo soy uno de esos jóvenes desencantados con la política actual. ¿Creen que lo que acabo de ver entre ustedes, que en teoría son las nuevas generaciones, hará que cambie de actitud y me involucre en política?».

Solo un día antes, el más veterano de los cuatro en las arenas política y televisiva, el concejal y el que fuera candidato a la alcaldía de Madrid por el PSOE, Antonio Miguel Carmona, había charlado con Alfa y Omega sobre los riesgos de una sobreexposición mediática: «La tele ayuda a darte a conocer, pero me he dado cuenta de que para mejorar la política y para que los ciudadanos vean que vas en serio, es necesario tomar distancia, porque en los debates al final terminas por exagerar las formas y a veces vas más allá de lo que quisieras. Hace falta reflexionar más».

Diagnósticos y propuesta

Lo cierto es que más allá de esos minutos de pugilismo dialéctico, las intervenciones de los cuatro líderes políticos estuvieron trufadas de diagnósticos y propuestas. De reflexión.

Uno de los más autocríticos fue González Terol, que en una intervención largamente aplaudida recordó que «la democracia necesita una base contraria al relativismo», reclamó «la defensa de la vida desde su nacimiento» y la protección de la familia, pidió superar «el laicismo, que se ha transformado en una ideología agresiva que mutila el sentido trascendente del hombre y no concede espacio público a la vía religiosa», y cargó contra la corrupción, «que no es solo una cuestión política sino antropológica, y que hasta la crisis no solo encontraba permisividad sino que era presupuestada».

También el fundador del partido socialdemócrata Decide en Común, el exmilitante del PSOE Alberto Sotillos, abogó por una regeneración política que surja de la sociedad: «Es muy bueno que entre gente nueva en política. Ahora queda que salga gente. Es necesario que los políticos pidan perdón, pero el perdón sin propósito de enmienda y sin asumir la culpa no sirve de nada». «No puede ser que por la mala gestión de sus partidos o de su ego, los políticos quiten a los españoles lo que es nuestro. Somos los ciudadanos los que tenemos el control de la democracia, y si dejamos que ese control sea de los partidos, tenemos un problema».

La defensa de la vida y de la familia, uno de los puntos más delicados

Alberto Sotillos: «La mayoría de las renovaciones de las listas electorales esconden vendettas internas. Por ejemplo, el PP ha incumplido su programa en materia del aborto, y todas las personas del PP que defendieron su propio programa en contra el aborto han sido laminadas de las listas».

Begoña Villacís: «A mí me criticaron cuando mi hija hizo la Comunión el día de la jornada de reflexión. En materia de familia y de educación, me parece fundamental que los padres tengamos libertad para elegir, porque toda imposición es mala. La clave de la democracia es el respeto a las libertades y derechos de las familias».

Antonio G. Terol: «Uno de los peligros contra nuestra democracia es el menosprecio de la vida humana, especialmente en su etapa evolutiva en la que los seres humanos están más indefensos. Pero la defensa de la vida debe extenderse a otros campos, como la lucha contra los desahucios o por el empleo digno».