Conciliación... ¿imposible? - Alfa y Omega

Conciliación... ¿imposible?

En vísperas de Católicos y Vida Pública, el CEU acogió el Congreso Nacional de la Asociación para la Racionalización de los Horarios Españoles

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo

Un hombre de negocios llega un día de viaje a casa y su hijo se echa a llorar porque no lo reconoce; un ejecutivo duerme en un rincón de su empresa para poder «echar más horas»; un jefe se pasea entre sus empleados todas las tardes hasta las ocho de la tarde para «obligarles» a hacer horas extra… Historias como esta se dieron a conocer en el X Congreso Nacional de la Asociación para la Racionalización de los Horarios Españoles (ARHOE), que acogió la Universidad CEU San Pablo en Madrid la semana pasada.

Uno de los aspectos del modelo empresarial en España que fue más cuestionado es el del «presencialismo», el trabajar por horas más que por objetivos, ya que «trabajar más horas no significa ser más eficiente», sobre todo cuando los niveles de productividad de nuestra economía están muy por debajo de la media del mundo occidental. Como resultado añadido, esta forma de trabajar genera considerables pérdidas económicas: el estrés laboral cuesta a los españoles 750 millones de euros al año, y el absentismo laboral reduce el PIB en 55.000 millones, como denunció María Sánchez-Arjona, de la Fundación MásHumano.

Como contrapunto, una constatación: la flexibilización del horario de trabajo no solo no reduce, sino que aumenta la productividad de una empresa. Con dos premisas: el trabajo por objetivos para evitar el presencialismo, y el compromiso verificable de los empleados con los objetivos propuestos para evitar abusos. Así, una empresa «familiarmente responsable» aumenta la productividad, como señaló la psicóloga María Jesús Álava, directora de la consultora Apertia: la vida laboral influye en la salud del trabajador, pues muchos cuadros de ansiedad, depresión, adicciones, problemas de comunicación y de pareja… son consecuencia de una mala gestión de la vida laboral.

Álava introdujo también la expresión «felicidad productiva» para subrayar la necesidad del bienestar de los empleados para que la empresa sea más productiva y rentable. Así, unos horarios laborales más racionales mejoran la estabilidad de la pareja, el rendimiento escolar de los hijos, porque sus padres les pueden dedicar más atención, al mismo tiempo que se reduce el índice de criminalidad, los abusos, los fracasos matrimoniales… Al contrario, la falta de una visión compartida de la misión de la empresa, las cargas de trabajo desiguales, la descoordinación, la poca comunicación o las reuniones poco operativas le salen caras a la vida familiar y personal… y a la larga a la propia empresa. No en vano, Rafael Fuertes, de la Fundación MásFamilia, advertía de que lo que más valora un empleado de su empresa es «sentir que a mi empresa le interesa mi bienestar personal».

Por su parte, la experta en familia María Teresa López defendió que la conciliación es un asunto que compete a la familia, porque debe organizarse y obligarse a hacer elecciones valientes; a las empresas y sindicatos; a la sociedad civil y medios de comunicación; y a los poderes públicos, para promover la maternidad como un valor social y decretar políticas familiares que favorezcan la conciliación. En cualquier caso, «el cambio hacia unos usos horarios más racionales y productivos en España no podrá completarse hasta que políticos, empresarios y los demás agentes sociales se impliquen en esta tarea», señaló también José Luis Casero, presidente de ARHOE.

Durante el congreso se desestimó la jornada de 35 horas semanales, que en otros países se ha mostrado como una medida fracasada, pero se propusieron otras soluciones: algunas empresas prohíben a sus empleados utilizar el móvil y el email de trabajo fuera del horario laboral; teletrabajo de manera puntual a lo largo de la semana; bolsas de horas gestionadas por el propio trabajador; o la jornada continuada intensiva, más que la tradicional jornada laboral partida que dificulta la vida personal y familiar. El taller práctico de gestión del tiempo, a cargo de Miguel Ángel Pérez y Raimundo Navarro, lanzó otras ideas para mejorar la productividad y así alcanzar una mayor conciliación entre la vida personal y profesional.