«Es hipócrita que los diarios tengan anuncios sexuales» - Alfa y Omega

«Es hipócrita que los diarios tengan anuncios sexuales»

Cristina Sánchez Aguilar
Varias personalidades durante la inauguración. Foto: EFE/Juan Carlos Hidalgo

La trata de seres humanos «es un delito grave que a todos nos interpela. No cabe pasar de largo, ni sostener actitudes hipócritas como la circunstancia de que buena parte de nuestros diarios contienen anuncios explícitos de negocios sexuales remunerados». Esta fue una de las denuncias que hizo monseñor Osoro, arzobispo de Madrid, durante la clausura del III encuentro del Grupo Santa Marta, reunido el pasado fin de semana en El Escorial. Junto al arzobispo participaron en el encuentro el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, y la reina Sofía.

Ante un centenar de representantes de entidades y 20 jefes de Policía de todo el mundo que trabajan por erradicar la trata, el arzobispo recalcó la importancia de que «todos los países cumplan las previsiones del Convenio de Nueva York de 1949, que obliga a incriminar toda forma de proxenetismo». Este convenio, entre otras disposiciones, castiga a quien mantenga o administre una casa de prostitución.

Monseñor Osoro también aludió a la importancia de la detección en frontera, ya que «al menos seis de cada diez víctimas atraviesan una. La supervisión de los flujos migratorios no debería impedir jamás, sino todo lo contrario, la detección de víctimas de trata». Finalmente, el arzobispo de Madrid se refirió a la importancia de fijarse en otros tipos de explotación, como la laboral, «todavía demasiado impune».

El Papa, impulsor del Grupo Santa Marta, dirigió una carta a los participantes en este terecer encuentro, en la que les recordó que que cuentan «con el sostén de los alcaldes que se reunieron en el Vaticano (entre ellos la alcaldesa de Madrid) y firmaron una declaración por la que se comprometen a erradicar las nuevas esclavitudes».

Francisco mencionó la aprobación de la Agenda 2030, cuyo objetivo 8.7 busca adoptar medidas para erradicar el trabajo forzoso e infantil, y la esclavitud y trata de seres humanos en 2025 a más tardar, y recordó su discurso de septiembre ante la ONU: «Debemos evitar toda tentación de caer en un nominalismo declaracionista con efecto tranquilizador en las conciencias. Debemos cuidar que nuestras instituciones sean realmente efectivas en la lucha contra todos estos flagelos».