Los retos del diálogo interreligioso - Alfa y Omega

Los retos del diálogo interreligioso

Alfa y Omega
Foto: REUTERS/Stefano Rellandini

Se celebra el 50 aniversario de Nostra aetate, declaración del Concilio Vaticano II que imprimió un giro copernicano a la relación con las religiones no cristianas. «Con este importante documento, la Iglesia manifestaba su aprecio y estima por los creyentes de todas las religiones y todo lo que de bueno y de hermoso hay en ellas», explicaba el Papa la pasada semana. El diálogo interreligioso es, para el cristiano, una exigencia evangélica especialmente acuciante en estos tiempos. «A causa de la violencia y del terrorismo se ha difundido una actitud de sospecha o incluso de condena a las religiones», reconocía Francisco en la misma audiencia general. Por ello, en primer lugar, los líderes religiosos deben deslegitimar la violencia cometida en nombre de la religión, y contribuir también al fomento de la convivencia pacífica en sociedades plurales marcadas por el fenómeno de las migraciones. No se trata tanto de un diálogo sobre temas teológicos, sino –decía el Papa– de «trabajar juntos en el campo de las obras de caridad», ámbito en el que la Iglesia tiende también la mano a los no creyentes.