Cartas a la redacción

Todos los días oigo en la radio un anuncio de seguros de coche: «Permíteme que insista…». Hace unos días, estaba desanimada. ¿Qué hacer? Seguí el consejo que alguien me dio hace tiempo: «La oración y saber mirar a Cristo crucificado te serán siempre de ayuda». A la cruz me dirigí, pero en mi corazón resonaban aquellas palabras: «Permíteme que insista». Y yo: «Padre, no entiendo nada, no veo nada claro…» Tuve que callar. Aquellas palabras volvían a resonar con fuerza:

«Permíteme que insista. Permíteme que sea Yo tu seguridad en la vida. Permíteme que sea Yo quien te guíe, que sea Yo quien te marque el camino. No insistas en querer conducir tú, en querer saber la ruta, el destino. No insistas en buscar un camino fácil, sin obstáculos. Coge el volante y no te preocupes de más. ¡Déjame conducir a mí! Permíteme que insista: te quiero».

Maite Pérez
Madrid

La palabra cambio para el candidato del PSOE se concreta en que si gobierna confiscará bienes a la Iglesia, la obligará a pagar impuestos por un patrimonio cultural que atrae a millones de turistas cada año, revisará los acuerdos con la Santa Sede y sacará los símbolos religiosos del protocolo oficial.

A la vista de los excelentes servicios prestados por la Iglesia católica, esperemos que el señor Sánchez rectifique: la Iglesia católica ahorra al Estado en servicios asistenciales varios millones de euros. En sanidad gestiona 107 hospitales, 128 ambulatorios y dispensarios; lleva la dirección de 876 centros para ancianos, enfermos crónicos, terminales y minusválidos, que acogen a 387.356 personas al año. Para estos servicios dispone de 51.312 camas; y más de la mitad de los 619 centros de día y comedores para transeúntes de nuestro país pertenecen a instituciones de la Iglesia. A esto hay que sumar los más de 3.000 millones de euros que ahorra al Estado con los 5.141 centros de enseñanza entre colegios, institutos y universidades que educan a casi un millón de alumnos. Y a estos millones de personas hay que sumar el millón de beneficiarios de los programas de Cáritas Española en nuestro país, gracias al millón de voluntarios implicados en estas tareas sociales.

Laureano Yubero
Valladolid

Mírale a los ojos /cuando des limosna/ a quien te la pida./ Ayúdale siempre/ ya sea con monedas,/ con ropa o comida./ Hazle una caricia/ y, abierta la mano,/ roza su mejilla./ Tócale en el hombro/ lo mismo que sueles/ con persona amiga.

Dile unas palabras/ para que no sienta/ ser solo en la vida./ Despídete luego/ y escucha y responde/ a lo que te diga./ Aunque sea indigente,/ es hermano tuyo/ con alma divina.

José María López Ferrera
Madrid