China acaba con la política del hijo único y permitirá a todas las parejas un segundo vástago - Alfa y Omega

China acaba con la política del hijo único y permitirá a todas las parejas un segundo vástago

Debido al envejecimiento de la población, Pekín pone fin a una controvertida medida que ha impedido 400 millones de nacimientos en las tres últimas décadas

ABC

Después de más de tres décadas de vigencia, China ha puesto fin este jueves a la política del hijo único, ideada en su momento para frenar la superpoblación que sufre el país. Al terminar la reunión del Pleno anual del Comité Central, el Partido Comunista anunció que todas las parejas podrán tener hasta dos hijos, enterrando así un estricto control demográfico que ha marcado a varias generaciones de chinos, pero que se había relajado durante los dos últimos años.

Desde finales de 2013, las autoridades empezaron a permitir que las parejas tuvieran dos vástagos cuando uno de los cónyuges era, a su vez, hijo único. La medida, aplicada al principio en las grandes ciudades, pretendía combatir el preocupante envejecimiento de la población china y los bajos índices de natalidad. Poniendo en peligro la pirámide demográfica, los mayores de 65 años ya sumaban 137 millones en 2014, lo que supone un 10,1 por ciento de la población. Debido a la progresiva mejora de las condiciones de vida que ha traído el extraordinario crecimiento del país, las previsiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para 2050 son que el 35 por ciento de los chinos tengan más de 60 años. Eso significa que entonces habrá solo un trabajador por mayor, lo que supone cambio dramático con respecto a 1975, cuando la proporción era de siete trabajadores por cada mayor.

Por el contrario, y siguiendo el patrón habitual de una sociedad cada vez más avanzada, la natalidad ha caído de forma alarmante. Según el Buró Nacional de Estadísticas, los menores de 14 años, que sumaban un 33,6 por ciento de la población en 1982, solo suponían el 16,6 por ciento en 2010.

Al fin definitivo de la política del hijo único también ha contribuido el escaso interés mostrado por las parejas a las que se les permitía tener un segundo vástago desde hace dos años. Con dicha medida, las autoridades confiaban en un aumento de más de dos millones de nacimientos adicionales, pero solo 700.000 de las once millones de parejas que podían tener un segundo hijo lo habían solicitado en agosto del año pasado, según informaba recientemente el periódico oficial China Daily. De ellas, había sido autorizadas 620.000.

Desde la instauración de la política del hijo único a finales de los 70, el régimen chino ha impedido 400 millones de nacimientos en la nación más poblada del planeta, donde se contabilizan unos 20 millones de alumbramientos anuales. Pero este control de la natalidad nunca ha sido tan estricto en el mundo rural, donde los campesinos pueden tener otro hijo si su primer bebé es una niña. Debido a la mayor permisividad de las autoridades locales y a la picaresca, las familias rurales suelen tener varios hijos, muchos de ellos ni siquiera registrados por los censos de población.

Con una vida cada vez más cara y muchos matrimonios con los dos cónyuges trabajando, ahora está por ver si, tras el fin de la política del hijo único, los chinos se lanzan a por la parejita.

Pablo M. Díez / ABC. Pekín