33 entidades piden a EE. UU. que proteja la objeción de conciencia
Una ley en trámite en el Congreso evitaría casos como el de Cathy DeCarlo, obligada a asistir como enfermera a un aborto a pesar de ser objetora
«El 24 de mayo de 2009 el hospital en el que trabajaba», el Monte Sinaí de Nueva York, «me coaccionó para ayudar en un aborto en la semana 22. Mis obligaciones como enfermera incluían estar presente en el sangriento desmembramiento y luego contar las partes» para asegurarse de que todos los trozos habían sido extraídos.
Quien habla es Cathy DeCarlo, una enfermera de fuertes convicciones provida. Por eso, pidió que fuera otra compañera la que estuviera presente, ya que ella ya había informado cinco años antes de su objeción de conciencia. Creía que en las seis horas que quedaban hasta la intervención el hospital podía encontrar una sustituta. Ella misma se ofreció a buscarla, pero sus superiores le prohibieron hacerlo.
Le dijeron que la madre moriría si ella no cumplía las órdenes y la amenazaron con una sanción que sería el fin de su carrera profesional. Más tarde, descubrió que la intervención no era tan urgente como le habían dicho, pues el problema médico de la madre no estaba clasificado como una amenaza inmediata a su vida. «No puedes forzar a tu personal médico y de enfermería a asistir en abortos que van contra todas tus creencias morales», asegura Cathy en un vídeo elaborado por la Conferencia Episcopal de Estados Unidos.
Piden su voto a los proelección
El organismo que reúne a los obispos católicos del país es una de las 33 entidades provida, religiosas y médicas inmersas en una campaña para la aprobación de una nueva ley federal que fortalezca la protección a la objeción de conciencia tanto de las personas como de las instituciones. Este miércoles, estas entidades enviaron una carta a los miembros de la Cámara de Representantes y a los senadores federales pidiéndoles que apoyen el proyecto de ley, presentado en enero por dos congresistas y un senador republicano.
«Durante décadas y bajo ambos partidos, el Congreso y los presidentes han aprobado leyes federales para proteger la objeción de conciencia al aborto», afirma el texto. «Incluso muchos estadounidenses “proelección” se dan cuenta de que la lógica de su postura les exige respetar la elección de no implicarse en el aborto».
Obligados a que el seguro financie abortos
La muestra más reciente es una ley de objeción de conciencia aprobada el año pasado en la Cámara de Representantes por 245 votos a favor –de representantes tanto republicanos como demócratas– frente a 182 en contra. Sin embargo, estas leyes tienen lagunas que han permitido que este derecho fuera violado en California, Nueva York, Washington, Alaska, Illinois y Oregón. Para los firmantes, esto demuestra que estas leyes «ofrecen mucha menos protección en la práctica que en teoría».
Además del caso de Cathy DeCarlo, los promotores de la campaña ofrecen el ejemplo de California, donde desde 2014 el estado obliga a todos los planes de salud bajo su jurisdicción a cubrir el aborto por cualquier motivo, incluyendo abortos tardíos o por selección de sexo.
Esta obligación afecta también a los seguros contratados por iglesias y otras organizaciones religiosas. El Departamento de Sanidad y Servicios Humanos del Gobierno federal (equivalente al Ministerio de Sanidad) se pronunció en 2016, todavía bajo la administración Obama, a favor de esta ley.
Apoyos profesionales
El proyecto de ley actual –afirman sus partidarios– protegería de forma permanente «a todos los que rechacen practicar, pagar, derivar o dar cobertura al aborto», y ofrecería más garantías a profesionales de la salud como Cathy DeCarlo para hacer que se respeten sus convicciones éticas.
De esta forma, y sin apenas ningún «cambio sustancial» en la política del Congreso, se daría «un enorme paso adelante en asegurar a los estadounidenses que sirven a los enfermos y necesitados que pueden hacerlo sin que el Gobierno les fuerce a violar sus convicciones más íntimas y profundas de respeto a la vida humana inocente».
Entre los firmantes, además de la Conferencia Episcopal, hay organizaciones católicas, evangélicas y provida, pero también profesionales, como el Colegio Americano de Pediatras, la Academia Americana de Profesionales de la Atención a la Fertilidad, Enfermeras de California por los Estándares Éticos, y la Asociación de Médicos y Cirujanos Americanos.