Los extras del V Centenario Teresiano - Alfa y Omega

Los extras del V Centenario Teresiano

Apagones inoportunos, tatuajes que rescatan, familias comprometidas… La responsable de comunicación de la diócesis de Ávila repasa algunas anécdotas ocultas del Año Teresiano

Auxi Rueda
Un voluntario. Foto: Juan Luis Galindo/Diócesis de Ávila

Siempre me han gustado esos extras que ofrecen los DVD. Más allá de la película, nos permiten adentrarnos en el cómo se hizo, las anécdotas de rodaje, los entresijos del proyecto… Apliquemos ahora este concepto al V Centenario del nacimiento de santa Teresa de Jesús, sin toques hollywoodienses: un gran evento eclesial, social y cultural, que deja muy buenas sensaciones, pero del que desconocemos toda esa parte «detrás de las cámaras» que ha hecho realidad tan importante acontecimiento.

Auxi Rueda en un acto en Ávila. Foto: Auxi Rueda

Anécdotas ha habido, y dan, no para un artículo, sino para una colección completa. De todas, me quedo sin dudarlo con esos momentos deliciosamente estresantes antes de una celebración multitudinaria. Por ejemplo, la del 28 de marzo, 500 aniversario del nacimiento de la Santa.

«¿Lo ves? Ha sido la Santa»

Pónganse en situación: una iglesia llena hasta la bandera; la plaza exterior con 500 personas atentas a una pantalla gigante colocada para la ocasión; las cámaras de una televisión nacional dispuestas a retransmitir la celebración; una conocida presentadora de radio haciendo en directo su programa desde allí… Y cinco minutos antes del inicio, se apaga la luz de los generadores de la televisión, de la radio y de la pantalla gigante exterior. Comienzan los nervios. Un fraile carmelita me tranquiliza diciéndome que me encomiende a la Santa, que todo se arreglará… pero la luz no volvía. Se empieza a discutir sobre quién debe informar a los 500 fieles de la plaza de que no podrán ver el evento (¿quién le pone el cascabel al gato?). Y justo en el momento en que arranca la procesión de entrada a la iglesia, los generadores vuelven a funcionar, sin que nadie sepa cómo. El carmelita me guiña un ojo: «¿Ves? Ha sido Teresa».

Vacaciones entregadas, familias…

El corazón de este V Centenario han sido los voluntarios. Más de 500 personas se han dedicado en cuerpo y alma a acoger a los peregrinos y a colaborar en las celebraciones; 500 historias con nombres y apellidos que me han hecho creer en la generosidad del ser humano. Historias como la de Almudena, que solicitó en su trabajo vacaciones para la primera semana de agosto y así poder colaborar en el Encuentro Europeo de Jóvenes. O familias en las que todos los miembros son voluntarios: padre, madre, hijos. O historias tan emotivas como la de Mariano, que no duda en afirmar que el V Centenario le está ayudando a superar una depresión, y se ha tatuado en el brazo el logo STJ500 para recordarlo siempre. Una de las mejores cosas que nos deja esta celebración es el contacto de tú a tú con tanta buena gente.

El tatuaje de Mariano. Foto: Facebook

Ese contacto cercano lo vemos también desde las redes sociales. Teresa es una santa universal… también por Internet. Cuando en marzo se puso en marcha la campaña #FelicidadesTeresa, llegaron más de 600 selfis junto a imágenes de la Santa por todo el mundo: recién nacidas brasileñas cubiertas por una estampita teresiana, devotos de Filipinas alrededor de una reliquia, obispos nicaragüenses, fieles de Colombia, Venezuela, Francia, Estados Unidos… O como cuando los 5.000 jóvenes del Encuentro Europeo de agosto consiguieron ser trending topic, siendo el segundo tema de conversación más comentado en el mundo.

Habrá comprobado el lector que en esta enumeración no se han añadido momentos complicados. Y los ha habido, créanme. Dificultades derivadas de la magnitud del evento, pero solventadas con esa paciencia «que todo lo alcanza» y, sobre todo, con la inmejorable predisposición de todos. Cuando reposemos este Año Teresiano podremos valorar plenamente lo vivido, y descansar, viendo el fruto de lo hecho con tanto cariño y dedicación. Y también con muchas anécdotas aún por contar…