La unidad de los cristianos, «victoria de Cristo» - Alfa y Omega

La unidad de los cristianos, «victoria de Cristo»

María Martínez López

Las fechas del 18 y el 25 de enero, fiesta de la Conversión de San Pablo, marcan cada año el comienzo y el final del Octavario de Oración por la Unidad de los Cristianos, que este año tiene como lema Todos seremos transformados por la victoria de Nuestro Señor Jesucristo. Durante el último año, distintos hechos han subrayado la actualidad del ecumenismo. Uno especialmente candente es la entrada de anglicanos en la Iglesia católica, a través de Ordinariatos personales. Otro asunto importante en la agenda es el V Centenario de la Reforma luterana, especialmente tras el impulso dado por el Papa en Erfurt, durante su Viaje a Alemania del pasado septiembre, a las relaciones con los protestantes. Allí le acompañó el cardenal Kurt Koch, Presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, que en una entrevista con la televisión alemana Deutsche Welle ha recordado que el Papa «hizo énfasis, sobre todo, en lo importante que es que, en esta moderna sociedad secularizada, nos unamos para dar testimonio de la presencia de Dios». El cardenal suizo destacó también «lo positivamente que habló el Papa de Lutero». Y de cara a 2017, con la celebración del V Centenario, resaltó que el Vaticano trabaja con la Federación Luterana Mundial en una comisión conjunta, y confió en que este trabajo sirva para «sanar la memoria» tras la Reforma. Inicialmente, Lutero —añadió— «no quería fundar una nueva Iglesia, sino renovarla», por lo que tampoco para los luteranos puede ser la ruptura en sí «algo puramente positivo; también es un recuerdo doloroso».

La Conferencia Episcopal Española, a través de la Comisión episcopal de Relaciones Interconfesionales, recuerda, en un mensaje para el Octavario de oración, otros hechos recientes con influencia, directa o indirecta, en la tarea ecuménica: la Jornada de reflexión, diálogo y oración por la paz y la justicia en el mundo del pasado 27 de octubre en Asís; la persecución contra los cristianos; la Jornada Mundial de la Juventud que se celebró en Madrid en agosto de 2011; y la llamada a la nueva evangelización. El mensaje subraya que, además de una tarea, la unidad de los cristianos es un don que hay que pedir a Dios; y afirma que, entre otras cosas, el camino hacia ella «pasa por vivir intensa y coherentemente la propia fe, sin adulterarla», y «por una conversión real y profunda, por una configuración cada vez más plena a Cristo muerto y resucitado, haciendo nuestra por la fe su victoria sobre el pecado y la muerte y manifestándola a través de nuestras obras». Para el Octavario, cada diócesis elabora su propio programa de celebraciones. En Madrid, el Octavario incluye celebraciones en templos católicos, anglicanos, evangélicos y ortodoxos; además de un encuentro de jóvenes y otro de coros.