José Luis Restán: «El Papa está sacudiéndonos» - Alfa y Omega

José Luis Restán: «El Papa está sacudiéndonos»

José Luis Restán afronta una nueva temporada a cargo de la línea editorial y sociorreligiosa de la Cadena COPE. Padre de 3 hijos, este hombre de radio asegura que la voz de la Iglesia pasa también por el mundo digital, al que se ha subido «como a un caballo al galope»

Ana María Medina

¿Cómo afronta COPE esta nueva temporada en la programación sociorreligiosa?
Con mucha ilusión, porque vemos que es un momento, después de haber atravesado el desierto: las marejadas de la crisis, de los cambios de programación, que han sido absolutamente necesarios pero que nos han colocado en una situación de dificultad. Hemos vivido cinco años de subir la cuesta, y ahora estamos en un momento donde se ve el valle, vemos que COPE tiene la posibilidad de relanzarse en nuestra sociedad, de sostenerse y hacerse viable de una manera mucho más clara, tenemos una programación enormemente atractiva en su conjunto y la religiosa tiene, por tanto, una oportunidad de llegar a más gente que, a fin de cuentas, es una de las razones que nos mueven. Queremos tener este impulso misionero, a nuestro estilo, dentro de una radio comercial y generalista, pero la programación religiosa de COPE siempre ha buscado responder a la necesidad de la comunidad católica, que la tiene, de ser acompañada, de conocer la vida de la Iglesia… pero también de estar en salida, como dice el Papa, de buscar a aquellos oyentes que van a llegar a COPE en un número grande esta temporada, que quizás no nos conocen, que quizás en su vida pueden estar alejados de la vida de la Iglesia y que, ahora, tienen la oportunidad de engancharse a esta propuesta y conocer qué ofrece la comunidad cristiana para responder a sus preguntas, sus inquietudes, sus esperanzas.

Porque el Evangelio no puede separarse de la realidad…
Siempre lo hemos creído así. La fe cristiana es una inteligencia de la realidad, para comprender qué sucede en el mundo e ir al fondo de los problemas. No creemos que el Evangelio, la Doctrina Social de la Iglesia y la Tradición cristiana se puedan separar de la vida. Eso no significa que tengamos que estar citándolos constantemente, pero sí que lo tengamos como la lente con la que miramos la realidad. Hablamos de la crisis de los refugiados, de las elecciones en Cataluña, del crecimiento económico y de los desahucios y del acuerdo nuclear con Irán, por decirte asuntos que están en la preocupación de todos nosotros.

¿Qué aporta Francisco a la comunicación de la fe?
Frescura, inmediatez… el papado en el siglo XX ha hecho todo un viaje que ahora está culminando con Francisco, para despojarse de una cierta rigidez y lejanía de la vida de la gente y poder comunicar de una manera mucho más fluida y más inmediata lo que significa la fe para la vida. Eso es lo importante: que la fe tiene que ver con la vida. Si nosotros anunciamos una doctrina o unos principios que no se percibe que tiene que ver con lo que a mí me urge, me hiere o me encanta, entonces el cristianismo pasa a ser como una flor en un jarrón que, cuando se seca, se olvida. El Papa está sacudiéndonos en ese sentido: en el de hacernos ver que la fe tiene que ver con lo que a ti te pasa.

¿Qué noticia le gustaría dar esta temporada en El Espejo?
¡Muchas! Por un lado, la de que el Papa al final nos mete en su agenda y viene a España. He tenido la bella experiencia de recibir como profesional a los dos papas anteriores y con Francisco es un deseo del corazón. Otro es que se acabara en nuestro país la censura no escrita hacia lo religioso, y que la dimensión religiosa de la vida pudiera estar en la vida económica, cultural, política… Me encantaría anunciar que se puede hablar de Dios en la vida pública. Y por último, me encantaría poder contar que se produce el encuentro y el abrazo entre el mundo laico y el mundo católico, que está pendiente en España desde el siglo XIX. En la transición se produjo ese acercamiento, ese diálogo, muy bonito y fructífero, que lamentablemente se ha abandonado para regresar a la confrontación.