«Nos sigue bendiciendo» - Alfa y Omega

«Nos sigue bendiciendo»

«Un estímulo para la santidad» y el compromiso de toda la familia salesiana y de la Iglesia en España. Eso quiere ser la reliquia de san Juan Bosco, que está recorriendo nuestro país. Ayer, el cardenal Antonio María Rouco la acogió, a su llegada a Madrid

María Martínez López

Por los jóvenes estudió, trabajó y dio su vida. Ahora, 124 años después de su muerte, san Juan Bosco visita a los jóvenes de España. Ayer, el arzobispo de Madrid, cardenal Antonio María Rouco, recibió en el colegio de los Salesianos de Atocha la urna con la reliquia del brazo de san Juan Bosco, que llegó a España el 1 de mayo. Comenzaba así su recorrido por la Inspectoría de Madrid, que comprende también Ávila, Salamanca, Guadalajara, Toledo y Ciudad Real. Se despedirá el próximo día 23, en el colegio Miguel Arcángel, de Madrid, con una Vigilia que presidirá el nuncio de Su Santidad, monseñor Renzo Fratini; y con la Eucaristía, al día siguiente. Esta peregrinación, que ha recorrido ya gran parte del norte de España, continuará tras el verano. Se enmarca en un recorrido más amplio por los cinco continentes, como preparación al Bicentenario del nacimiento del santo, en 2015.

«El objetivo de la peregrinación de la urna de Don Bosco —ha afirmado el padre Luis Onrubia, provincial de Madrid— es presentar su carisma como don de Dios a la Iglesia y al mundo, para suscitar en salesianos, jóvenes y seglares, un compromiso firme que continúe cuanto Don Bosco inició por deseo de Dios e impulso de la Madre Auxiliadora». El delegado nacional salesiano de Pastoral Juvenil, Rosendo Soler, ha subrayado que la visita de la reliquia pretende «ser cauce para acercarnos a Cristo»; y también «un estímulo a la santidad». Para la familia salesiana, «puede ser una buena ocasión para renovar personal y comunitariamente nuestro compromiso por la evangelización, uniendo nuestro caminar al de la Iglesia universal».

En este sentido, «las diócesis lo han asumido como algo propio, y ha contado con la presencia de los obispos —añade Javier Valiente, delegado de Comunicación—. Don Bosco no es sólo patrimonio de la familia salesiana. El resultado ha superado lo que esperábamos, ha participado mucha gente». Alumnos de los colegios, jóvenes de los centros juveniles, salesianos e Hijas de María Auxiliadora, feligreses de las parroquias salesianas… llevan preparándose todo el curso para estos días. La participación en los actos, o hacer un rato de oración ante la reliquia, tiene indulgencia plenaria en las condiciones habituales.

«Quienes hemos podido beneficiarnos de este carisma, como es mi caso, podemos dar testimonio de este regalo del Señor a su Iglesia. Los salesianos me enseñaron a vivir cristianamente toda la vida»: lo afirmaba, el 28 de mayo, en Oviedo, su arzobispo, monseñor Jesús Sanz Montes, ex alumno de los Salesianos de Atocha. En la Eucaristía que presidió, explicó que «un santo no es sólo el testimonio de una humanidad hermosa y entregada, sino que tenemos un ejemplo de santidad que se nos presenta en las circunstancias cotidianas para podernos mirar en él, y una intercesión de la que nos beneficiamos. El brazo de Don Bosco, que hoy veneramos con piedad, es un brazo a través del cual Dios nos sigue bendiciendo, sosteniendo, acariciando, levantando».