Gentes: Benigno Blanco, presidente del Foro de la Familia (en Forofamilia.org)
La decisión del Gobierno español de dejar de financiar algunos anticonceptivos de última generación manifiesta una independencia loable de los intereses económicos capitalistas de determinadas industrias que aspiran a vivir del presupuesto público; pero es una decisión que se queda corta. Lo justo sería que el Estado no financiase ningún producto anticonceptivo, pues nadie está obligado a mantener relaciones sexuales ni a optar por el consumo de anticonceptivos; y, si lo hace, es razonable que asuma las consecuencias -también las económicas- de su conducta libremente asumida.
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