La JMJ, escuela de misión - Alfa y Omega

La JMJ, escuela de misión

Muchos jóvenes que participarán en la JMJ están ya en Brasil, viviendo la Semana Misionera. Otros, como Belén, Manuel y Alejandro, llegaron unos días o semanas antes, para participar en alguna misión, antes de dirigirse a Río de Janeiro. «Toda la Jornada va en esta línea -explican-. Es una oportunidad de hacer algo por los demás, de darse uno mismo, para luego poder estar receptivos» a la parte espiritual de la Jornada, que será también una llamada a la misión

María Martínez López
Voluntarios informan de la JMJ cerca de la iglesia de Nuestra Señora del Buen Suceso, en Río

En la favela Das Canoas, en Río de Janeiro, ya ha empezado la JMJ. 45 estudiantes de la Universidad Francisco de Vitoria llegaron el 5 de julio, para hacer una misión de un par de semanas antes de la Jornada. Cuando este semanario habla con ellos, llevan allí menos de una semana, pero «parece que ha sido un mes», explica Belén Ortega. Parte del grupo ayuda a rehabilitar la escuela de la favela -el mismo lugar en el que duermen-, y otros están en la Casa Betania, un hogar de acogida para drogadictos en recuperación, regentado por religiosas.

Es la primera vez que Belén hace una misión así fuera de España y, «aunque venía con un poco de miedo, nos han acogido de forma increíble. ¡Estoy comiendo más que en casa! Los residentes de la casa de acogida, gente que ha estado muy mal, están impresionados; nos dicen que llevaban tiempo rezando para pedir voluntarios. Nunca me he sentido más útil, y estoy feliz».

Belén agradece especialmente el acompañamiento del sacerdote responsable del grupo, el padre Justo: «La primera Misa que tuvimos con él fue un momento especial. Aquí no tienes mucho tiempo para ti, y fue una oportunidad de reflexionar y dar gracias. Me gustó especialmente algo que dijo: que estamos diseñados para amar, y por eso ahora estamos tan felices haciendo esto».

Dar, para saber recibir

La experiencia de Belén y sus compañeros refleja lo que los organizadores de la Jornada han querido que sea la Jornada: un encuentro misionero y que prepare para la misión. Por ello, convocaron, en vez de los Días en las Diócesis, una Semana Misionera que ya se está celebrando en todo el país. Muchos grupos han querido profundizar en esto mediante alguna experiencia de voluntariado internacional. También la asociación Villanueva Solidaria, del Centro Universitario Villanueva, decidió este año realizar sus tradicionales campos de trabajo en Brasil. «Toda la Jornada va en esta línea -explica Manuel Candela, su responsable-. Lo hemos planteado como la oportunidad de hacer algo por los demás, de darse uno mismo, para luego poder estar receptivos» a la parte espiritual de la Jornada, que se hará más patente en Río «y tiene que estar basada en la humana».

Voluntarios del CU Villanueva

Trabajo y catequesis

La propuesta despertó bastante interés, aunque el coste ha limitado el número de participantes: «Muchos de los jóvenes que vienen fueron voluntarios o peregrinos en la JMJ de Madrid, y fue una experiencia muy buena para ellos. Querían repetir en la de Río, barajaron varias posibilidades, y les atrajo ésta, por el hecho de combinarla con el voluntariado». En total se han juntado 20 jóvenes, que están colaborando con otros -todos vinculados al Opus Dei– en la rehabilitación de una iglesia, en la catequesis y en la atención a discapacitados. También tienen catequesis, para «calentar motores» para la Jornada.

La JMJ, para asentar la experiencia

Belén está comprobando que la experiencia es muy buena: «Este año ha sido duro para mí. En las prácticas de Medicina, tienes que aprender a trabajar con el sufrimiento, y en muchos momentos me faltaban respuestas. También he tenido una pequeña crisis de fe. Pienso que será bueno para mí pasar estas semanas ayudando a los demás y, luego, tener la semana de la JMJ para asentar todo y reflexionar, darle sentido, compartirlo con la gente y tener alguna charla profunda con el sacerdote».

En su mismo grupo está Alejandro, para quien ésta es su segunda misión. La primera, en México, «fue algo que me cambió la vida. El padre Justo ha sido una gran influencia para nosotros. Yo siempre he sido creyente, aunque durante el primer año de Universidad me había enfriado un poco. Yo iba simplemente para ayudar; pero todo lo que vivimos con él me llegó mucho, y me ayudó a recuperar una fe que parecía perdida. De estas experiencias, me quedo con la verdad de que la verdadera alegría está en darte a los demás».

Solidaridad y juventud, con Cáritas

Las Cáritas de todo el mundo, coordinadas por Cáritas Brasileña, han querido aportar su granito de arena a la Semana Misionera, ofreciendo momentos de encuentro a los jóvenes vinculados con ellas que acudan a la Jornada. Para ello, ha puesto en marcha el proyecto Solidaridad y juventud, en el que también colabora Cáritas Española, que ha podido aportar la experiencia recogida en Madrid durante la JMJ de 2011. La primera parte del proyecto fue el Encuentro Internacional de Jóvenes de Cáritas que, con el lema Partir el pan para que los jóvenes tengan vida, se celebró la semana pasada en Belo Horizonte. El objetivo de estas Jornadas, en las que han participado 120 representantes de todo el mundo, era ayudar a los participantes a compartir experiencias, formarse y reflexionar sobre cuestiones importantes como la espiritualidad, la lucha contra la pobreza o su papel dentro de esta entidad. Al terminar el encuentro, los jóvenes se incorporaron a las actividades de Cáritas dentro de la Semana Misionera en las diócesis cercanas. Para la JMJ en sí, Cáritas ha convocado una Marcha Mundial contra el Hambre, la Violencia y la Pobreza, el martes 23, y ha creado la Tenda os Mártires da Caminhada, un espacio donde habrá Vigilias y exposiciones.