La cultura del encuentro nace del interés por lo humano - Alfa y Omega

La cultura del encuentro nace del interés por lo humano

El cardenal Rouco inaugura, el lunes 30 de septiembre, el curso académico en San Dámaso. Será un año dedicado a profundizar en las líneas de trabajo ya en marcha, caracterizado por la apertura a la colaboración con instituciones académicas y diócesis de todo el mundo, últimamente, de modo particular, con diócesis de Iberoamérica. El rector, don Javier Prades, subraya también el impacto, en la vida académica, del fuerte acento misionero y evangelizador del nuevo pontificado

Ricardo Benjumea
Don Javier Prades

¿Afectan en algo a la universidad los continuos llamamientos del Papa a la misión, a la salida a las periferias existenciales…? «No hay cristianismo que no sea misionero, y no hay teología que no esté al servicio de la comunicación de la fe», responde el rector de San Dámaso y miembro de la Comisión Teológica Internacional, don Javier Prades.

Uno de los aspectos prácticos en que se concreta este horizonte es en el servicio que se presta desde Madrid a otras diócesis. Además de las 18 diócesis de España y Portugal, adscritas a la Sección a Distancia, del Instituto Superior de Ciencias Religiosas, la UESD tiene centros patrocinados, agregados o afiliados en Toledo, Córdoba, Granada, Tarazona, Huesca, Sevilla y Cádiz-Ceuta, y el Plan de formación teológica de los trapenses. Fuera de España, están vinculados el Seminario de Benguela (Angola) y el Seminario de Armenia (Colombia). El próximo en tramitar su afiliación será el Seminario Pontificio Santo Tomás (República Dominicana). Y llegan numerosas peticiones desde Iberoamérica y África para la firma de convenios, o para el envío de sacerdotes que puedan formarse en Madrid, cuenta el Rector. Varios obispos del continente americano han visitado en los últimos meses San Dámaso con este fin. La Universidad sopesa la peticiones siempre desde una «vocación de servicio», pero también «hay que saber valorar la capacidad real de atenderlas», aclara don Javier Prades.

¿De dónde surge ese interés?, preguntamos. «Normalmente, todo comienza por la relación con las personas», explica el Rector. No pocos antiguos licenciados y doctorandos, tras su paso por Madrid, adquieren nuevas responsabilidades, y buscan estrechar lazos entre sus diócesis y San Dámaso.

Un grupo de alumnos de la Universidad San Dámaso

El prestigio académico que va logrando San Dámaso es otro factor a tener en cuenta. La Universidad va adquiriendo presencia y visibilidad en distintos foros académicos. Próximamente, por ejemplo, se espera la firma de un convenio con la Facultad de Teología de los Bernardinos, de París, con la que San Dámaso colabora ya en distintas actividades.

Diálogo con los no creyentes

Además de la apertura misionera, el impulso al diálogo con los no creyentes es otro de los signos del nuevo pontificado. «Para nosotros, eso significa un modo de enseñar que tenga dentro siempre la pregunta humana», explica el doctor Prades. «La cercanía no es sólo espontaneidad. Es comprender la condición común que compartimos con los demás hombres. Eso es lo que verdaderamente te hace cercano. No está sólo en función de un temperamento. La cultura del encuentro surge cuando te descubres interesado por todo lo humano». Y esto sucede cuando el alumno y el profesor están presentes en el aula «con toda su fe y con toda su humanidad, que conlleva las influencias culturales, morales, espirituales que le circundan en su ambiente… El trabajo teológico cumple entonces su función de iluminar lo humano», y se abre «después más fácilmente al encuentro con los demás hombres. De otro modo, tendríamos compartimentos estancos, donde la formación teológica se convierte en una referencia para sí misma, y la vida común pierde el espesor de los misterios de la fe».

Acuerdos con el Patriarcado de Moscú

Otra interesante línea reciente, en materia de diálogo, ha sido el convenio firmado con la Universidad San Thikon del Patriarcado ortodoxo de Moscú. «La disposición de la Universidad es magnífica», dice Prades. «Tienen una especial curiosidad por la historia de la Iglesia en España y en América». Además, «en un momento en que, en España, van a ser beatificados 522 mártires, ellos han organizado una gran exposición sobre los mártires de la Iglesia ortodoxa rusa durante el comunismo soviético. Es un punto de encuentro profundo, que facilita la confesión común de Jesucristo como Señor de la Iglesia y de la Historia, al cual uno da testimonio entregando la vida».

La mayoría de esos acuerdos con centros académicos, católicos o no, se realizan a través de la Facultad de Teología, pero también las demás Facultades desarrollan una línea de trabajo similar. Ésa es la tónica, explica. «No se trata por ahora de añadir nuevas especialidades, que podrá haberlas en el futuro, sino de profundizar en el trabajo que se está haciendo a diario. Cada Facultad está haciendo lo que tiene que hacer: que crezca la actividad académica, la investigación y la docencia». Así se refleja en las iniciativas de Congresos, Jornadas y Seminarios de Profesores que ya están programadas.

¿Y qué pasa con la biblioteca, uno de los grandes retos con que es costumbre ya que abra cada nuevo curso San Dámaso? «Los trámites preliminares son más lentos de lo que uno querría, pero creo que estamos en muy buenas condiciones para poder afrontar el proyecto», avanza don Javier Prades.