La fidelidad

En la monición del Sacramento del Matrimonio, el ritual dice: «Cristo bendice copiosamente vuestro amor conyugal, y Él, que os consagró un día con el santo Bautismo, os enriquece hoy y os da fuerza con un Sacramento peculiar, para que os guardéis mutua y perpetua fidelidad». Más adelante, el celebrante pide a Dios la bendición para los cónyuges, «de forma que lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre». El matrimonio es una promesa de fidelidad y una alianza de lealtad, realizada ante Dios, para toda la vida.

De cómo vivirlo y hacerlo operativo en el mundo actual es de lo que trata el libro El tiempo en un hilo. Magnífico. La generosidad de Maruja Moragas al escribirlo es directamente proporcional a la utilidad de su experiencia: un regalo en cada consejo, una joya en cada detalle; espléndido. Sólo lo mejor para los que aspiran a lo mejor, es decir, al amor verdadero, sin límites, fiel; porque, si no, no es amor, sino otra cosa. También trata de la incomprensión y del rechazo social y profesional a que se enfrenta quien decide ser fiel. Y nos habla de la recompensa que aguarda a quien hace de la fidelidad, es decir, del amor a lo largo del tiempo, el norte de su vida.

No es una novela, ni una autobiografía, ni un libro de management…, y lo es todo a la vez. A mí, que profesionalmente llevo en esto de las personas en las organizaciones más de veinte años, me ha hecho visualizar tantos casos, tantas injusticias, tanto horror, con tanta precisión, que lamento no haber conocido a Maruja y haberle pedido que me invitara a desayunar con ella en el IESE después de Misa de ocho menos cuarto: me habría hecho mejor profesional, y habría compartido inquietudes que hace años me rondan.

Maruja Moragas nos regala un testimonio razonado acerca de una realidad: la de los que sufren el adulterio y todavía tienen que aguantar que el buenismo del entorno, incluso en algunos sectores de la Iglesia, se preocupe más por la atención (pastoral) a los que escogen el camino fácil, que por los que buscan cómo vivir su ofrecimiento y mantenerse firmes en la fe y en el amor. Porque, aunque parezca duro decirlo, el adulterio va a terminar por ser el único pecado que puede ser perdonado sin arrepentimiento ni penitencia…

El libro habla del perdón, de las actitudes ante las crisis, de la fuerza de la oración, de la importancia de ser alguien, del daño que causa la utilización de las personas, de la fuerza del amor. Y nos recuerda el lugar de los valores cristianos, dejando claro que los valores sin apellidos no aguantan un asalto, o son contravalores.

Maruja murió de cáncer en abril de 2013. Su marido la había abandonado muchos años antes. Si estás en el cielo, intercede por nosotros; si estás en el purgatorio, que nuestras oraciones te alivien. Y, en cualquier caso, gracias, que Dios te bendiga como a mí me ha bendecido con la lectura de tu libro.