Continúa la persecución en Pakistán contra la joven cristiana discapacitada acusada de blasfemia - Alfa y Omega

Continúa la persecución en Pakistán contra la joven cristiana discapacitada acusada de blasfemia

El 15 de enero, comenzó en Pakistán la revisión del caso de la cristiana Rimsha Masih. La joven, discapacitada mental, fue absuelta en noviembre de una acusación de blasfemia, ante la evidencia de que hubo multitud de abusos en su caso (varios testigos señalan que fue el imán que le acusó quien que colocó unas hojas del Corán entre papeles que iba a quemar la chica). El recurso de los fiscales a la más alta instancia judicial del país puede deberse a las presiones de los radicales islamistas, cuyas amenazas hacen que la joven y su familia permanezcan escondidos en un lugar seguro y decenas de vecinos suyos hayan abandonado sus hogares

María Martínez López

Gran parte del mundo celebró en noviembre la absolución de Rimsha Masih, la joven cristiana pakistaní, acusada de blasfemia a pesar de ser discapacitada mental. Sin embargo, esta resolución de la Corte Superior de Islamabad no supuso el fin del calvario de Rimsha, pues los fiscales han recurrido la absolución ante la Corte Suprema. Ayer se celebró la primera audiencia del nuevo juicio.

Después de que el imán de su barrio, Khalid Jadoon, la acusara de haber quemado unas páginas de un libro que contenía fragmentos del Corán, Rimsha, de 14 años, fue atacada y amenazada por una muchedumbre furiosa y arrestada por la policía. Pasó tres semanas en prisión, hasta que el tribunal decretó en septiembre su libertad bajo fianza de 500.000 rupias (400 euros). A pesar de haber sido absuelta y de haberse demostrado que el imán había falsificado las pruebas en su contra, Rimsha y su familia siguen escondidos en un lugar seguro.

Las amenazas de los extremistas se han extendido a todos los cristianos de su barrio, una zona muy pobre del distrito de Mehrabadi, y decenas de familias cristianas aún no han vuelto a sus hogares, que abandonaron al comenzar todo en agosto. Según los testigos -jóvenes musulmanes-, cuando el imán colocó las hojas con fragmentos del Corán entre los papeles quemados por Rimsha para calentarse, lo hizo porque era el único modo «de expulsar a los cristianos del área». Según ha informado a la Agencia Fides la ONG de inspiración cristiana Lead (Legal Evangelical Association Development), la reapertura del caso ha hecho que entre la comunidad cristiana «haya renacido una sensación de miedo».

Los abusos de la ley anti-blasfemia

El caso de Rimsha sirvió para mostrar a Pakistán y al mundo la injusticia y los abusos que se cometen amparándose en la ley anti-blasfemia, y sirvió para que bastantes líderes musulmanes pidieran su derogación o su reforma. Según fuentes citadas por Fides, la apelación a la Corte Suprema podría haberse realizado por razones bajo la presión de grupos fundamentalistas, por razones puramente políticas, ante las elecciones parlamentarias del próximo marzo.

El padre Mario Rodrigues, Director de las Obras Misionales Pontificias en Pakistán, explica a la agencia: «Por un lado está la manipulación política del caso de Rimsha; por otro lado hay algunos mullahs que insisten y, además, existe el derecho a presentar una apelación. Confiamos en la justicia en Pakistán: estoy seguro de que el Tribunal Supremo confirmará la absolución de Rimsha». El padre Rodrigues señala que «los abusos de la ley sobre la blasfemia, como el ocurrido en el caso de Rimsha, siguen perpetuándose, mientras que el país está atravesado por una espiral preocupante de violencia».