Capillas universitarias, ¿para qué? - Alfa y Omega

Capillas universitarias, ¿para qué?

«En los últimos tres años las capillas universitarias han sido objeto frecuente del interés mediático. Ahora se ha vuelto a abrir el debate. Se argumenta en favor o en contra de ellas no siempre con la serenidad necesaria y con frecuencia desde el prejuicio o desde la desinformación. Por eso quisiera aportar, desde el conocimiento directo, algunas razones y datos sobre su función y naturaleza». Escribe el Padre Feliciano Rodríguez, delegado episcopal de Pastoral Universitaria de Madrid

Colaborador

Juan Pablo II, en uno de sus discursos al mundo universitario, las llamaba significativamente corazón de la Pastoral Universitaria, poniendo de manifiesto su gran importancia para la acción pastoral de la Iglesia en la Universidad. No olvidemos que las capillas universitarias de Madrid no son una exótica y original excepción en Europa. Las grandes universidades europeas (por no hablar de las americanas), como Bolonia, La Sorbona, Munich, Oxford… tienen capilla, y atención espiritual y religiosa para los alumnos que libremente la piden. Se trata de un derecho fundamental de la persona y que, cuando una universidad lo presta, no puede sino salir prestigiada.

En el caso de la diócesis de Madrid, las capillas universitarias ofrecen principalmente un triple servicio en la universidad:

Las capillas, que garantizan el don inmenso de la presencia eucarística del Señor en la universidad, son, en primer lugar, una ayuda para vivir la fe. Esta ayuda se dirige, lógicamente, a los católicos, que en el caso de Madrid son aproximadamente el 85 % de los universitarios. Muchos de ellos desean o necesitan (y en todo caso agradecen) el servicio religioso al que tienen derecho. En este sentido cada capilla se transforma en un lugar del espíritu, en un ámbito (en la mayoría de los casos bastante reducido) de silencio y paz, en el que los universitarios pueden recibir los sacramentos, detenerse a rezar y encontrar alimento espiritual y orientación.

Este servicio pastoral y religioso es más solicitado de lo que con frecuencia se cree. Nuestras capillas están vivas. Celebran diariamente la Santa Misa y ofrecen los sacramentos que son fuente de serenidad y equilibrio personal. Se calcula que diariamente, en el conjunto de la realidad universitaria de nuestra diócesis, cerca de 2000 universitarios asisten a celebraciones religiosas o visitan sencillamente el espacio sagrado. En alguna de las capillas la asistencia de fieles es prácticamente permanente durante el horario académico.

Crear espacios de silencio y de paz es en sí mismo algo positivo para la universidad, pues favorecen su misión más específica. La capilla universitaria se transforma así en casa acogedora abierta a todos los que busquen o necesiten remansos de paz, de serenidad, de reflexión.

El segundo servicio tiene que ver con la sabiduría y la búsqueda de la verdad. A nadie se le oculta que la Religión es uno de los factores más importantes generadores de cultura y que, de hecho, el cristianismo ha sido decisivo en la inspiración de la civilización occidental.

Las capillas de nuestros campus, y con ellas toda la Pastoral Universitaria, están insertas en un ámbito que les es connatural. La búsqueda de Dios (quaerere Deum) es, de suyo y necesariamente, búsqueda de la Verdad. Por eso lejos de anular la razón, la estimulan, la provocan, la «ensanchan», pues el misterio, como el sol, si ciega cuando se le mira de frente, no es precisamente por ausencia de luz, sino por todo lo contrario.

Son los mismos universitarios cristianos (principalmente los profesores) los que hacen lo más fundamental de la Pastoral Universitaria. Si son coherentes —muchos lo son—, su testimonio es luminoso, pues a su condición de investigadores de rigor científico y de docentes que buscan la excelencia académica, unen la sencillez de una fe que reza y se abre, por el don de la gracia, a la trascendencia, al Amor de Dios. Estos testigos necesitan las capillas. Las Jornadas Culturales que la Pastoral Universitaria organiza, con debates y mesas redondas sobre temas importantes de actualidad universitaria que precisan luz, sólo son posibles gracias a ellos. El próximo 12 de marzo, por ejemplo tenemos previsto una jornada de diálogo interreligioso en la Facultad de Filosofía y Filología (UCM), en la que líderes de las tres grandes religiones monoteístas hablarán de las Religiones y los Derechos fundamentales de la Persona. Se trata de contribuir a que brille la Verdad.

Y por fin, las capillas prestan un inestimable servicio de caridad y de solidaridad que no podemos olvidar. Son muchos los universitarios que cada año, estimulados en su generosidad, se benefician de este servicio. Ayudando a otros, los jóvenes descubren la alegría de darse a los demás, de sacar lo mejor de sí mismos. Proyectos de apoyo y refuerzo escolar en barrios pobres o de inmigrantes, actividades de ocio y tiempo libre con discapacitados, apoyo social a adolescentes en situación de riesgo, ayuda en comedores sociales, etc. son algunos de los proyectos que se les proponen desde las capillas a lo largo del curso escolar. También, y especialmente en los meses de frío, cada semana grupos de universitarios salen por las calles de Madrid, al anochecer, haciendo «las rutas de los pobres», repartiendo bocadillos, sopa caliente y café con leche, a los «sin techo». Reparten esperanza.

Cada año por Navidad en la Semana solidaria, Cáritas Universitaria, en colaboración con Cáritas Madrid, recauda cientos de «kilos» de alimentos, juguetes, ropa y dinero que después los mismos universitarios distribuyen a los pobres en centros de asistencia. Este año se ha duplicado la recaudación del año pasado. Todo esto se hace en las capillas.

Y habría que hablar también de los Proyectos Internacionales de Voluntariado en los meses de verano: proyectos en Perú, Kenia o en las colonias Maya de Chetumal… para ayudar a los más pobres a reconstruir casas, apoyo en hospitales, construcción de escuelas… Tenemos ahora a la vista, para agosto, el proyecto «Un mes en la favelas de Sao Paulo»; ya se prepara un grupo de nuestros universitarios. Esta labor caritativa es irrenunciable también para la Iglesia que está en la Universidad.

Todo gracias a nuestras capillas.

P. Feliciano Rodríguez
Delegado Episcopal de Pastoral Universitaria de Madrid