Hispanoamérica, de evangelizada a evangelizadora - Alfa y Omega

Hispanoamérica, de evangelizada a evangelizadora

A la presencia de misioneros españoles en Iberoamérica, se une hoy «la beneficiosa influencia» en España de sacerdotes procedentes de esos países, destaca el arzobispo de Toledo, monseñor Braulio Rodríguez Plaza, presidente de la Comisión Episcopal de Misiones. Ante el Día de Hispanoamérica, que se celebra el domingo, el Primado de España hace un llamamiento a que «los sacerdotes dediquen algunos años de su ministerio en Iglesias más necesitadas aún que las nuestras» y plantea la nueva evangelización como un reto común para la Iglesia en el viejo y el nuevo continente

Redacción

España lleva 64 años enviando sacerdotes a América Latina, a través de la Obra de Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana, y ahora, son ellos los que vienen a Europa a «colaborar activamente en la misión evangelizadora de ambientes que sufren la desertificación de la secularización», como dice el cardenal Ouellet en el Mensaje para este día. ¿Se necesitan en España más sacerdotes iberoamericanos que animen nuestras comunidades, por la escasez de vocaciones y las constantes dificultades a las que se enfrentan las comunidades católicas aquí?
Ciertamente, los iberoamericanos que se integran en las parroquias españolas no tienen ese grado de secularización que aquí sufrimos y su religiosidad, en la que Dios y la Iglesia entran de modo más espontáneo, ayuda al mucho. En el caso de los sacerdotes que de Hispanoamérica llegan a nuestras diócesis, es posible que se dé también esa beneficiosa influencia. Si vienen sacerdotes latinoamericanos a tantas diócesis de España que padecen una grave escasez de sacerdotes, será importante su llegada, y también necesaria.

El cardenal Ouellet señala, también en el Mensaje, «que es la hora de revisar la calidad de nuestra caridad», refiriéndose a los problemas en las comunidades católicas en las que se insertan los nuevos hermanos de Iberoamérica. Y llama la atención a dichas comunidades por «refugiarse en sí mismas, generando sospechas sobre los que vienen de fuera». ¿Todavía no hemos logrado acoger, como es debido, en nuestras comunidades a los sacerdotes e inmigrantes latinos? Si es así, ¿cuáles son las recomendaciones de la Iglesia en España para avanzar en este campo?
Puede suceder este fenómeno en España, pero depende siempre de las personas, no de este o aquel sacerdote. Debe ser una inserción acogedora por parte nuestra, de los obispos españoles. Estamos trabajando en la Conferencia Episcopal las comisiones del Clero, Misiones y Migraciones para poder ofrecer a los sacerdotes una ayuda concreta que les permita comenzar a trabajar en nuestras parroquias, que son un poco diferentes de las de Hispanoamérica en cuanto a funcionamiento.

El cardenal Ouellet señala que América necesita también una «nueva evangelización, ante la realidad del cambio profundo que se está operando en el interior de la sociedad americana». ¿Siguen, los sacerdotes españoles, con la inquietud de marcharse a evangelizar a América Latina?
Ese cambio profundo en el interior de la sociedad latinoamericana es real, al menos en las grandes ciudades, menos en las pequeñas y en la zona rural, donde la Iglesia tiene un reconocimiento innegable. La inquietud de marchar a trabajar pastoralmente en América Latina persiste en sacerdotes españoles, pero nuestras Iglesias tienen escasez de vocaciones al sacerdocio y falta de sacerdotes. Por ello, se ha de animar y exhortar a que los sacerdotes dediquen algunos años de su ministerio en Iglesias más necesitadas aún que las nuestras. La generosidad de Dios siempre recompensa. Sí, se necesitan sacerdotes que, a través de la OCSHA, viajen a Hispanoamérica.