Curas tuiteros se lanzan a la evangelización en Internet - Alfa y Omega

Curas tuiteros se lanzan a la evangelización en Internet

@CurasOnline es una nueva iniciativa lanzada por cinco sacerdotes españoles y que reúne a cientos de curas de todo el mundo con la pretensión de «anunciar la Buena Noticia del Evangelio aprovechando el potencial inusitado de las redes sociales». Disponen de página web, canal de Youtube, perfil en Facebook y en Twitter, donde ya tienen más de 4.690 seguidores. El desembarco del Papa en Twitter supuso aliento y confirmación para su proyecto 3.0

José Calderero de Aldecoa

Si quieres contactar con un cura ya no es necesario que salgas de casa y acudas a la parroquia, basta con encender el ordenador o acceder a Twitter desde tu dispositivo móvil. El pasado 24 de enero, fiesta de San Francisco de Sales —Patrono de los comunicadores— un grupo de sacerdotes españoles lanzó @CurasOnline, con la misión compartida de «evangelizar a través de Internet», aseguran.

Las redes sociales son una herramienta perfecta para hacer llegar un mensaje a millones de personas de todo el mundo sin salir de casa, y la Iglesia está aprovechando la oportunidad para difundir la palabra de Dios. «La pretensión de esta iniciativa no es otra que anunciar la Buena Noticia del Evangelio aprovechando el potencial inusitado de las redes sociales y de los nuevos medios de comunicación social, a la vez que manifestar sin tapujos la naturalidad, cercanía y alegría de los sacerdotes, en su auténtica realidad de vocación, servicio y entrega», explican los organizadores.

@CurasOnline ha nacido en las redes sociales durante este Año de la fe. «Alentados por la aparición de la cuenta @Pontifex del Papa Benedicto XVI en Twitter», explican. De esta forma plasmaron su proyecto de nueva evangelización a través de una web 3.0 —www.curasonline.com—, un canal de Youtube, un perfil en Facebook y otro en Twitter. En esta última red social, la de los 140 caracteres, @CurasOnline cuenta con casi 4.690 seguidores, y aúna las reflexiones de más de 640 sacerdotes de todo el mundo, entre los que se encuentran 32 obispos y ocho cardenales.

El lanzamiento de la cuenta oficial de Twitter del Papa el pasado mes de diciembre, «nos ha dado la seguridad de que vamos por buen camino y nos ha animado muchísimo a seguir adelante». Benedicto XVI lanzó su propio perfil y los primeros mensajes en la red social el 12 de diciembre y actualmente, dos meses después, ya son más de 2 millones y medio de seguidores los que reciben las palabras del Santo Padre.

A pesar de que la cuenta de Twitter es la que centraliza todo el proyecto, @CurasOnline tiene colgado en su página web tres escritos a modo de declaración de intenciones de su vida sacerdotal y de su necesidad comunicativa:

1) Nadie nace siendo sacerdote: «De cara a afrontar la realidad de la vocación, habría que recordar una vez más que Dios busca personas normales, llenas de cualidades y, por qué no, de debilidades y defectos. La diferencia de un consagrado no es tanto su excelencia moral, sino su decisión de dejarse hacer por Dios, su haber pronunciado el cuenta conmigo, una frase que compromete definitivamente. Los consagrados no son héroes, sino hombres de carne y hueso que han puesto su ser al servicio del Reino; personas que saben que toda su vida, incluidas sus pobrezas, serán aprovechadas por Dios para bien de los hermanos».

2) Hemos recibido el mejor regalo: «La vocación tiene mucho que con los regalos. Toda la existencia está atravesada por esta realidad. Nuestra experiencia primera es que hemos recibido la vida a modo de regalo, sin merecerla, sin haber trabajado duro por conquistarla. […] Igualmente, a nosotros, que somos creyentes, se nos ha regalado la fe. Aunque en el acto de creer hay algo de voluntad, la fe es principalmente un don, un regalo. Poder reconocer que venimos del Amor y vamos al Amor, saber que somos hijos de Dios, de un Padre que nos sostiene, hace que la vida se abra ante nosotros con un carácter más amable y esperanzador. Por último, todos nosotros hemos recibido el don de la vocación: la llamada a la santidad, a ser como Dios Padre es. Y, de un modo especial, Dios regala a algunos el don de la vocación a la vida consagrada o al sacerdocio. Una vida que consiste en responder a Dios con el corazón y entregarle todo nuestro ser; en definitiva, se trata de ser nosotros mismos espejo de la plenitud de Dios, que vive siempre dándose, entregando lo mejor de sí. […] El mundo necesita personas que hayan experimentado el gran don de la vocación. Vocación a entregar gratis lo que gratis se ha recibido».

3) Anunciamos lo que hemos visto: «Los sacerdotes son, ante todo, testigos: un día se encontraron con el Señor, es decir, que lo experimentaron admirados. Y no se lo guardaron para sí mismos, sino que lo llevaron a los demás en la entrega de sus vidas a Él. Que el Señor nos haga siempre testigos creíbles de la Buena Noticia del Evangelio y que nos mueva a exclamar, tras habernos encontrado con el Señor, que no podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y oído».