Benedicto XVI «aprecia vivamente» los mensajes recogidos por HazteOir.org - Alfa y Omega

Benedicto XVI «aprecia vivamente» los mensajes recogidos por HazteOir.org

Ignacio Arsuaga, presidente de HazteOir.org, recopiló y entregó a Benedicto XVI, a través del Nuncio en España, monseñor Renzo Frattini, más de 50 mil mensajes de apoyo y afecto ante el anuncio de la renuncia a su ministerio. El Papa emérito ha agradecido las mensajes enviando una carta a Arsuaga, en la que le agradece el gesto y le imparte su bendición, haciéndola «extensiva a cuantos se han unido a esta delicada atención»

José Calderero de Aldecoa

Benedicto XVI «ha apreciado vivamente» la delicada atención que ha tenido la plataforma HazteOir.org (HO) hacia su persona, enviándole «gran cantidad de mensajes de personas de diversas partes del mundo», con los que le expresan su cercanía y afecto tras el anuncio de la renuncia a su ministerio.

En una carta remitida al presidente de HazteOir.org, Ignacio Arsuaga, el sustituto de la Secretaría de Estado, Angelo Becciu, asegura que «su Santidad ha apreciado vivamente esta delicada atención, así como los sentimientos que la han motivado y, exhorta a renovar nuestra fe en el Supremo Pastor de la Iglesia, Cristo el Señor, le imparte de corazón su Bendición, que complacido hace extensiva a cuantos se han unido a esta delicada atención».

La carta, fechada el 18 de marzo de 2013, supone una cariñosa contestación de Benedicto XVI a los tres volúmenes que Ignacio Arsuaga entregó en Marzo al Nuncio Apostólico en España, monseñor Renzo Frattini para que éste los hiciera llegar a la Santa Sede y al Papa emérito.

La plataforma ciudadana HazteOir.org recopiló más de 53.200 mensajes. Cada usuario podía añadir un mensaje personal al mensaje genérico propuesto por HO: «Santidad: Gracias por su inmensa entrega a la Humanidad y a la Iglesia. Que el Espíritu Santo guíe a su sucesor y Santa María interceda por un pontificado tan fecundo en el amor de Dios como el que Su Santidad lega a los hombres y a la Santa Iglesia. Que Dios le guarde. ¡Firmes en la Fe, Santo Padre!».