España envejece a pasos agigantados - Alfa y Omega

España envejece a pasos agigantados

La publicación de las cifras oficiales del Padrón Continuo han vuelto a hacer sonar las alarmas: no sólo desciende la población, sino que ya hay 1,3 millones más de personas mayores de 65 años que de menores de 15. De continuar esta tendencia, cuando la generación del baby boom se jubile –a partir de 2040–, el sistema de pensiones, la sanidad y la educación estarán al borde del colapso:

IPF

España avanza hacia el abismo. Por primera vez desde que en 1998 se comenzasen a publicar las cifras oficiales del Padrón Continuo, España ha perdido población. En concreto, los habitantes empadronados en nuestro país han disminuido en 205.788 personas durante el año 2012, situándose en un total de 47.059.533 a 1 de enero de 2013, según los datos provisionales.

El invierno demográfico en nuestro país es una realidad con la consiguiente inversión de la pirámide poblacional, y el Gobierno no puede mirar hacia otro lado, afirma Eduardo Hertfelder, presidente del Instituto de Política Familiar (IPF). Los mayores de 65 años (8.333.283) superan ya en 1.283.007 personas a los menores de 15 años (7.050.276) y ya son, incluso, la misma cantidad que los menores de 18 años (8.334.238). Por otra parte, en un año, el número de niños menores de 3 años ha descendido en España en 84.229, mientras que la población mayor de 65 años se ha incrementado en 111.084 personas.

La natalidad española sigue cayendo año tras año. El número de niños menores de un año se redujo un 6 % con respecto a 2012 hasta situarse en 417.582, menos de la mitad que el pico máximo de la pirámide poblacional, establecido en 837.768 personas con 36 años de edad, y menos que las personas entre 65 y 69 años e incluso que las de 72 años de edad. Este continuo descenso en el número de nacimientos supone que España se verá abocada no solo a una pérdida drástica del número de habitantes, estimada en más de 13 millones a lo largo del siglo, sino que hará insostenible el estado del bienestar actual.

Hacia el 2040, cuando la generación del baby boom se jubile, el sistema de pensiones, la sanidad y la educación se verán abocados al colapso si esta tendencia demográfica no cambia. Sólo un repunte del índice de fecundidad puede comenzar a cambiar el grave problema del envejecimiento poblacional del país. España necesita 280.000 nacimientos más al año para alcanzar el nivel de reemplazo generacional ya que nuestro índice actual de fecundidad es de 1,36, el séptimo por la cola de la UE-27.

Las administraciones públicas deben hacer una apuesta decidida por la Familia y comprender que lo que destinan en ayudas a la maternidad y a la natalidad no es un gasto sino una inversión, y más aún en esta época de crisis. Revertir el problema demográfico, que compromete seriamente el futuro y la prosperidad de España, pasa por verdaderas políticas de apoyo a las familias.

Algunos datos

1. Pérdida de juventud en más de 2,6 millones desde 1981: Año tras año el número de jóvenes está descendiendo paulatinamente de manera que se ha pasado de los 9,6 millones en el año 1981 hasta los apenas 7 millones del 2013, lo que ha supuesto una pérdida de más de 2,6 millones en este periodo. En el último año, la comparativa de la población menor de edad año a año evidencia un significativo y continuo descenso en los primeros años de la pirámide, que pone en jaque el futuro demográfico del país. En el último año, los jóvenes menores de 18 años se han reducido en casi 30.000 personas.

2. Incremento de los mayores en más de 4 millones: Por el contrario, el número de personas mayores se va incrementando año tras año, de manera que se ha pasado desde los 4,2 millones en 1981 a los 8,3 millones del 2013, es decir, un incremento de más de 4 millones de personas. En el último año, las personas mayores se han incrementado en más de 111.000 personas

3. La pirámide poblacional se ha invertido y el invierno demográfico es ya una realidad en nuestro país: Si la población española entre 0 y 3 años de edad es considerablemente menor en 2013 con respecto a 2012 (84.229 niños menos). No ocurre lo mismo con las personas que tienen 65 años o más, que se han incrementado en 111.084 en un año. El número de personas mayores de 65 años supera en 1,3 millones a los menores de 15 años y ha alcanzado ya al grupo de menores de edad (18 años). A día 1 de enero de 2013 había en España 8.333.283 habitantes con 65 o más años por 7.050.276 menores de 15 años y 8.334.238 menores de 18 años. España envejece a pasos agigantados y ya vive en pleno invierno demográfico.

4. La pirámide de población hace insostenible el estado del bienestar si no se producen cambios: El mayor pico de la pirámide poblacional española está en las personas que tienen 36 años (837.768), seguido de las que cuentan con 37 (831.608) y 38 (825.229). Es un dato significativo que las personas con 36 años representan más del doble del número de niños menores de un año. Cuando la generación del baby boom se retire del mercado laboral a lo largo de la década de los 40, España verá comprometido muy seriamente su estado del bienestar. El sistema de pensiones, la sanidad y la educación se verán abocados al colapso si esta tendencia demográfica no cambia.

5. España podría perder más de 13 millones de habitantes a lo largo de este siglo: De continuar la tendencia actual, España se encamina a sufrir una reducción drástica de su población en las próximas décadas. El número de menores de 1 año a 1 de enero de 2013 era de 417.582 niños, 26.669 menos que el año anterior (-6 %), cifra por debajo de cualquier edad comprendida entre los 65 y 69 años, e incluso que la población empadronada con 72 años. Considerando los datos actuales de la esperanza de vida, que alcanza los 79,1 años en los hombres y los 84,9 años en las mujeres, podemos calcular que la población española se arriesga a llegar a la última década del siglo XXI con poco más de 34 millones de habitantes (13 millones menos que ahora), fruto de multiplicar el número de menores de un año por 82 (media de la esperanza de vida), y eso sin contar con que, de forma sistemática, cada año nacen menos niños.

6. España, a la cola de Europa en natalidad: España se encuentra en el furgón de cola de la natalidad de la Unión Europea, superando a tan sólo seis países de la UE-27. Los datos de 2011 hablan por sí solos: el índice de fecundidad español fue de 1,36, situándose muy lejos de la media europea (1,57) y más aún del nivel de reemplazo generacional (2,1).

7. España necesita 280.000 nacimientos más anuales para asegurar el nivel de reemplazo generacional y evitar el desastre del sistema: Un país necesita mantener una tasa de natalidad de 2,1 hijos por mujer para reemplazar su población actual. España, con un índice de fecundidad de 1,36, está en una situación tan dramática que, para recuperar el nivel de reemplazo generacional, necesitaría tener 280.000 nacimientos más anuales que los actuales, debiendo alcanzar, por tanto, los 752.000 nacimientos al año. El número de nacimientos en España en 2011 se redujo por tercer año consecutivo hasta los 471.999, lo que supone un 3,5 % menos que en 2010, mientras que la edad media de la maternidad se retrasó hasta los 31,4 años y el índice de fecundidad descendió de 1,38 en 2010 a 1,36 el año siguiente. Además, cada año hay menos mujeres en edad fértil que el anterior.

8. La solución pasa por las ayudas a la maternidad y a las familias: España no puede permitirse el lujo de esperar más para revertir esta situación y debe de hacer una apuesta firme y decidida por el futuro. Sólo un repunte del índice de fecundidad puede comenzar a cambiar la tendencia de envejecimiento poblacional del país. Las administraciones públicas deben comprender que lo que destinan en ayudas a la maternidad, a la natalidad y a las familias no es un gasto sino una inversión, y más aún en esta coyuntura de crisis. El déficit de natalidad actual compromete seriamente la prosperidad, el crecimiento económico y el futuro del país, por lo que urgen políticas de apoyo a las familias.