Qué confesamos cuando confesamos la fe - Alfa y Omega

Qué confesamos cuando confesamos la fe

José Francisco Serrano Oceja

La fe cristiana, sus propuestas, sus formulaciones, en el periodo histórico que denominados modernidad, esa modernidad autosuficiente, ha sido escándalo para una razón satisfecha, complaciente. Lo que creemos, en sus formulaciones más consolidadas, las de los símbolos de la fe, o credos, incluso las de las definiciones dogmáticas, han generado vida por lo que expresan, y, al mismo tiempo, han servido de provocadoras afirmaciones contraculturales. Como nos enseñó H-G. Gadamer, hay una pregunta que está en la base de toda interpretación, y que debemos hacernos constantemente: ¿de qué hablamos cuando estamos hablando de algo? Por tanto, ¿de qué hablamos cuando confesamos públicamente todos y cada uno de los artículos del Credo? ¿Se entiende de lo que hablamos? ¿Nos entienden cuando hablamos, cuando confesamos nuestra fe?

Estas son las preguntas que están en la base de este diálogo entre un psicoanalista y un profesor de Sagrada Escritura en un instituto protestante francés de Teología. Hay que aclarar que los autores no esconden sus cartas desde la primera página, cuando afirman que «nuestro proyecto no consistía simplemente en buscar explicaciones a antiguas expresiones que hoy se han vuelto, a veces, bastante incomprensibles, sino más bien en sugerir traducciones críticas e inventivas. Se trataba de preguntarse por la estructura que sirve de base al discurso cristiano». Un proyecto que se va desgranando más allá de la pretensión de deconstrucción propia de la filosofía estructuralista, entre otras. Porque lo que este libro, que se publica con todos los imprimatur, tiene de interesante el diálogo, implícito y explícito, que los autores establecen con los pensadores, muy distintos, muy variados, que más están influyendo en nuestro presente cultural, en nuestro mundo y vida. Por supuesto que aparecen Freud, Nietzsche, Lacan, Leibniz y Kant. Pero los más frecuentes son Hans Jonas, G. Agambem, P. Ricoeur, R. Girard, R. Esposito, S. Zizek, Michel de Certeau o Jean-Luc Nancy.

Y con los nombres que acabo de citar, creo que ya lo he dicho casi todo. El hecho de que nuestros autores hayan puesto a dialogar a estos autores con las proposiciones de la fe es interesante y provocador. Y siempre se descubren horizontes y perspectivas nuevas, máxime cuando nos movemos en el mundo del significado, del lenguaje y de lo que Kierkegaard llama «reanudación».

Pensar sobre la singularidad cristiana siempre es apasionante. Otra cuestión es que, tarde o temprano, nos topamos con afirmaciones de los autores que pertenecen al debate teológico y que son consecuencias de unos presupuestos de comprensión de la fe y de las afirmaciones de la fe a partir de categorías, vamos a decir, no suficientemente acopladas a una clásica interpretación de la Sagrada Escritura o a la común tradición católica. Estamos en la teología, no en el catecismo. Ocurre, por ejemplo, en el caso de la cuestión de la historicidad de la resurrección, la cristología por tanto, la antropología teológica o a la escatología.

Viaje a través del cristianismo. Exégesis, antropología, psicoanálisis
Autor:

Jean-Daniel Causse y Élian Cuvillier

Editorial:

Sal Terrae