En camino hacia el Sínodo - Alfa y Omega

En camino hacia el Sínodo

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Una familia estadounidense, durante un reunión preparativa del Encuentro Mundial de las Familias. Foto: CNS

Apenas quedan cinco días para que comience el Encuentro Mundial de las Familias, EMF, que va a tener lugar en Filadelfia (Estados Unidos), un evento festivo de oración, catequesis y fiesta que congregará a cientos de miles de personas de todo el mundo. Esta cifra llegará al millón de personas en la Vigilia del sábado 26 y la Misa del domingo 27, ambas presididas por el Papa Francisco.

El lema del Encuentro es El amor es nuestra misión: la familia plenamente viva, porque «no podemos considerar a la familia como un ser enfermo y decrépito, sino como una comunidad hermosa y llamada al amor verdadero. Por eso esperamos que el Encuentro muestre que la nueva evangelización pasa por la familia, por la familia plenamente viva», señala Luis Granados, el único ponente español en el congreso previo a la llegada del Papa.

El EMF tendrá lugar en los días previos al Sínodo sobre la familia, «por lo que ayudará en su preparación, para mostrar la belleza de la vocación de la familia cristiana como Iglesia doméstica». Para Granados, «si el EMF ayuda a recuperar la centralidad de la familia en la misión de la Iglesia y, por ella, en la misión de cada diócesis y parroquia, ese será ya un fruto valioso». Además, «para ayudar a las familias heridas, que sufren la separación o incluso la tragedia del divorcio, es urgente ir a la raíz del problema, que es la preparación al matrimonio y el acompañamiento a los recién casados, asignatura pendiente de la Iglesia católica».

En su intervención, el padre Granados hablará de «la necesidad de que nuestras parroquias sean parroquias amigas de la familia, que sepan acompañar a los recién casados, preparar intensa y adecuadamente a los novios, animar a las familias a abrirse al don de la vida y del amor verdadero, ayudar a las familias que sufren en su convivencia o económicamente, o se alejan de Dios…».

Una alegría para testimoniarla fuera

En su audiencia de la semana pasada, el Papa pidió a las familias «tomar la iniciativa y la responsabilidad de aportar los propios dones preciosos para la comunidad. Todos debemos ser conscientes de que la fe cristiana se juega en el campo abierto de la vida compartida con todos». En este sentido, en el encuentro del 10 de septiembre con el movimiento familiar Equipos de Nuestra Señora, el Papa señaló que las familias cristianas están «a menudo en las mejores condiciones para anunciar a Jesucristo a otras familias, para apoyarlas, fortalecerlas y animarlas. Aquello que vivís en la pareja y en la familia, esta alegría profunda e irremplazable que el Señor os hace experimentar en la intimidad doméstica entre alegrías y tristezas, hay que testimoniarla fuera». Y las animó «a ser «instrumentos de la misericordia de Cristo y de la Iglesia con las personas cuyo matrimonio haya fracasado». Para todo ello hay que recuperar antes «el deber de los esposos de sentarse a hablar» y el compromiso con la oración conyugal y la oración en familia, que van «tan contracorriente con los hábitos del mundo frenético y agitado, impregnado de individualismo».

Para unirnos más

Se espera que desde España acuda una treintena de personas, entre las que se encuentran el cardenal Rouco, los obispos Francisco Gil Hellín, Mario Iceta y Juan Antonio Aznárez, y varios sacerdotes, laicos y también matrimonios, como Vivencio y María Antonia, la pareja responsable de la pastoral familiar en la archidiócesis de Burgos. Ambos consideran que «estos encuentros nos unen más a otras familias, al Papa, a la Iglesia, y nos muestran aspectos de la vida familiar que en la vida ordinaria quedan ocultos por una cultura que no ama a la familia, que muchas veces es contraria a nuestros valores». Por eso «es importante vivir esta experiencia de pertenencia a una realidad mayor que la propia familia, como es la Iglesia universal. Es una oportunidad de formarnos en aspectos fundamentales para cada familia; allí recibimos fuerza y nos llenamos, para después testimoniar con gozo la vocación al amor desde el matrimonio y la familia», explican.

Cada EMF «es una oportunidad de profundizar en la doctrina de la Iglesia sobre la familia, conocer los signos de los tiempos para discernir cuáles son los caminos por los que el Señor quiere llevar hoy a la familia, conocer las debilidades, fortalezas y oportunidades para anunciar el Evangelio de la familia, para testimoniar la belleza y la grandeza de la vocación matrimonial y familiar».

A la bolera con los obispos

El Encuentro Mundial de las Familias no se limita a la Vigilia de oración con el Papa y a la Eucaristía del domingo. Durante los días previos, hay un nutrido programa de conferencias para los adultos y un espacio también para los jóvenes y los más pequeños. Entre las conferencias principales, estarán las intervenciones de los cardenales Tagle, O’Malley, Sarah y Turkson, además de oradores reconocidos y especialistas en cuestiones familiares como Scott Hahn, Livio Melina Robert Barron o Janet Smith. Además, habrá un congreso juvenil e infantil, en el que entre otras muchas actividades, se dará a los participantes la posibilidad de jugar con algunos obispos a la Wii o a los bolos; y también se podrá echar un partido de baloncesto contra sacerdotes, o compartir algunos pasos de baile con religiosas. Todo para mostrar una Iglesia que, además de transmitir el evangelio de la familia, está plenamente viva.