Dolor del obispado de Cádiz-Ceuta por la tragedia en la frontera con Marruecos - Alfa y Omega

Dolor del obispado de Cádiz-Ceuta por la tragedia en la frontera con Marruecos

El Secretariado de Migraciones de la Diócesis de Cádiz y Ceuta ha hecho público un comunicado en el que «manifiesta su honda preocupación y profundo dolor ante uno de los más graves dramas humanos de la inmigración ocurridos en las cercanías de la frontera de Ceuta y que ha desembocado en la muerte de una decena de inmigrantes en el paso fronterizo de El Tarajal». En el documento, la diócesis expresa su «solidaridad con las familias de todos estos inmigrantes, al tiempo que denunciamos la muerte de todas estas personas inocentes y las causas que las originan»:

Diócesis de Cádiz y Ceuta

El Secretariado de Migraciones de la Diócesis de Cádiz y Ceuta manifiesta su honda preocupación y profundo dolor ante uno de los más graves dramas humanos de la inmigración ocurridos en las cercanías de la frontera de Ceuta y que ha desembocado en la muerte de una decena de inmigrantes en el paso fronterizo de El Tarajal.

Según las noticias conocidas se han recuperado ocho cuerpos, los de siete hombres y una mujer, mientras sigue la búsqueda de supervivientes. Cuatro de ellos habrían fallecido por aplastamiento, según la información procedente de Marruecos, mientras que otros cuatro han sido hallados ahogados en el agua a pocos metros de la orilla, en uno de los asaltos más trágicos en este paso fronterizo.

A través de este comunicado queremos expresar nuestra solidaridad con las familias de todos estos inmigrantes, al tiempo que denunciamos la muerte de todas estas personas inocentes y las causas que las originan.

Demandamos de los Gobiernos de todos los países afectados en estos graves sucesos generados por una inmigración que vive una situación muy desesperada, que se aborden las políticas y los medios necesarios para evitar que se repitan estos dramas y tragedias.

Encomendamos en nuestras oraciones a todos estos hermanos fallecidos y a sus familias. Desde el silencio de nuestra oración queremos hacer llegar hasta la otra orilla nuestro dolor y nuestra solidaridad y afecto, al tiempo que expresamos nuestro deseo de que este paso fronterizo terrestre y las aguas que separan las dos orillas dejen de ser espacios de dolor, sufrimiento, dramas y muertes y se conviertan en lugares de encuentro, amistad e intercambio entre los pueblos de los dos continentes.