Sí a la vida: «Cada vida es única y valiosa, y debe ser cuidada» - Alfa y Omega

Sí a la vida: «Cada vida es única y valiosa, y debe ser cuidada»

Por cuarto año consecutivo, toda España celebró este domingo el Día Internacional de la Vida. Una treintena de localidades españolas acogió concentraciones con el lema Sí a la vida. Por la vida, la mujer y la maternidad. El acto más numeroso fue la manifestación de Madrid, que reunió a cien mil personas. Mediante actuaciones y testimonios, se reivindicó que «cada vida es única, irrepetible y valiosa y debe ser protegida y cuidada desde su concepción hasta su muerte natural. El ser humano tiene una dignidad que no pierde con la edad, la enfermedad o las circunstancias»

María Martínez López

Este domingo, España volvió a llenarse de actos en defensa de la vida del no nacido, con motivo de la celebración del Día Internacional de la Vida. Se trata del cuarto año consecutivo en el que todas las entidades implicadas en la lucha por la vida convocan de forma conjunta un gran acto en Madrid, y concentraciones en todos los lugares donde sea posible. Esta vez, fueron 26 las localidades que organizaron sus propios actos, a las que se sumaron concentraciones paralelas en Bélgica, Portugal, Perú, México y Argentina.

La mayor convocatoria, la manifestación de Madrid, salió a las 12 de la glorieta de Cibeles. En la cabecera, tras una pancarta de 15 metros con el Sí a la vida, iban los líderes de las principales entidades convocantes -Foro Español de la Familia, RedMadre, Provida, Derecho a Vivir, Fundación Madrina…- Se trataba sólo de una pequeña muestra de las 520 entidades adheridas a Sí a la vida. Les acompañaban, según la organización, cien mil manifestantes con pañuelos, camisetas y banderolas verdes se dirigieron a la Puerta del Sol.

«Las embarazadas están abandonadas»

A los cánticos ya conocidos de «Que se vayan y dejen a los niños vivir», «Sí a la vida, aborto no», o «Viva las madres, vivan los padres», se sumó en esta convocatoria uno nuevo: «Las embarazadas están abandonadas». Hacía referencia a uno de los pilares de los actos de este año: la exigencia de políticas públicas eficaces de ayuda a la maternidad. Por eso, al lema de cada año Sí a la vida, se había sumado también, en la convocatoria, Por la vida, la mujer y la maternidad. Dos pequeños grupos de contramanifestantes -uno de ellos de activistas de Femen con el pecho desnudo- intentaron reventar la manifestación, aunque la Policía y los voluntarios de orden de la organización evitaron altercados que hubiera altercados.

Cuando la manifestación llegó a Sol, comenzó un acto festivo presentado por Elena Miñambres y David Alemán, de 13TV. El acto estuvo jalonado por distintos testimonios. Uno de ellos fue el de Sergio, al que acompañaron Ángela y las gemelas de los dos. Con apenas 20 años, la pareja tuvo que hacer frente a un embarazo imprevisto. Los padres de Ángela querían que abortara, pero Sergio les hizo frente para salvar la vida de sus hijas. «Fue todo muy difícil -explicó-, pero hice lo que tenía que hacer. Nuestras hijas nos han cambiado la vida a mejor».

«Nadie me dio información»

Paola, que habló después, no tuvo tanta suerte. Ni su novio ni su familia la apoyaron, y abortó «porque no veía ninguna salida, era lo que esperaban que hiciera. Nadie me dio ninguna información sobre lo que iba a sufrir después, ni sobre las entidades que ofrecen ayuda». Ha sido capaz de superarlo gracias a Proyecto Raquel, una iniciativa de la asociación pública de fieles Spei Mater.

El siguiente testimonio fue el de un enfermero que trabajaba en una clínica de abortos. Sin embargo, «la primera vez que entré en un quirófano y vi un aborto dejé de defenderlo». Por eso animó «a todas las personas que defienden el aborto a ir a clínica donde se practican, a ver lo que defienden».

A pesar del síndrome de Down, «podemos tener una vida bastante buena»

Otro de los testimonios corrió a cargo de dos jóvenes con síndrome de Down. David subrayó que «la gente como nosotros podemos tener una vida bastante buena si nuestros padres y profesores nos apoyan y creen en nuestras posibilidades». Él mismo es un ejemplo. Explicó, orgulloso, las funciones en los servicios generales de una empresa. «Trabajar -añadió- me satisface y me hace sentir útil y porque así puedo tener mejores relaciones sociales. Trabajo para ganar dinero, para mantenerme y comprarme mis comidas».

También explicó que «con mi familia estoy muy a gusto, y en el futuro me gustaría vivir con mis amigos. Tengo novia, muy guapa. Llevo una vida bastante relajada, soy bastante buen escritor, risueño. Por otro lado, soy un poco pasota, fantasma y muy hablador». David terminó animando a los asistentes a que «cuando veáis a un chaval con discapacidad», sean conscientes de que «podemos aprender si tenéis paciencia».

«Os pedimos que estéis con nosotros»

A su lado estaba Miguel Ángel, que comenzó definiéndose como «una persona normal, guapo, cabezota, un poco terco y muy comilón». También él trabaja, desde hace 15 años, «para ganar dinero para poder vivir, y para mantener un puesto de trabajo» como mozo de almacén. Vive con sus padres y su hermana, y le gustan «el fútbol, el ocio con mis amigos, y pasármelo bien». Terminó diciendo: «Nosotros necesitamos apoyo, por eso os pedimos que estéis con nosotros. Gracias a todos por venir. También gracias a la Fundación Síndrome de Down, por apoyarnos. ¡Muchas gracias a todos!».

Durante el acto, hubo también dos actuaciones, que tenían como fin subrayar la petición de más ayudas a la maternidad, y la importancia que puede tener la aprobación de la reforma española del aborto para reabrir el debate en Europa.

Defender la vida, «una necesidad perentoria»

El acto terminó con la lectura del manifiesto de la manifestación, que comenzaba subrayando que «la defensa de la vida, la mujer y la maternidad es una de las necesidades perentorias de nuestra época para construir una sociedad acorde con la dignidad humana. El siglo XXI debe ser el siglo del compromiso con la vida, superando la cultura de la muerte que caracterizó al siglo XX, siglo de totalitarismos, guerras, genocidios y aborto».

La defensa de la vida del no nacido es un acto de justicia porque «cada vida es única, irrepetible y valiosa y debe ser protegida y cuidada desde su concepción hasta su muerte natural. El ser humano tiene una dignidad que no pierde con la edad, la enfermedad o las circunstancias en las que ha sido engendrado o le ha tocado vivir».

Además, la defensa de la vida «coincide con la necesidad de superar el suicidio demográfico en que está empeñada la vieja Europa, y con ella España». Ello hace de los padres de familia «verdaderos benefactores sociales», por lo que «merecen la solidaridad y el apoyo de toda la sociedad a través de políticas públicas comprometidas activamente con la maternidad y la vida».

Por ello, los manifestantes reclamaban «políticas activas y eficaces de protección a la maternidad y la familia»; «apoyo real a la mujer embarazada para que pueda ejercer su derecho a ser madre», y la «construcción de un compromiso público con la maternidad y la vida como bienes sociales dignos de aprecio y aplauso». También exigieron que en el debate sobre la reforma del aborto «se preocupen de verdad y en serio de ayudar a construir una sociedad que proteja la vida y la maternidad».

Texto íntegro del manifiesto del Sí a la vida:

La defensa de la vida, la mujer y la maternidad es una de las necesidades perentorias de nuestra época para construir una sociedad acorde con la dignidad humana. El siglo XXI debe ser el siglo del compromiso con la vida superando la «cultura de la muerte» que caracterizó al siglo XX, siglo de totalitarismos, guerras, genocidios y aborto. Esta exigencia ética coincide con la necesidad de superar el suicidio demográfico en que está empeñada la vieja Europa y con ella España: la caída de la natalidad es la verdadera «bomba demográfica» de nuestra época. El apoyo a la maternidad es exigencia de justicia y, además, de perentoria necesidad para que España y Europa en su conjunto tengan futuro.

Los padres de familia son verdaderos benefactores sociales. Su apertura a la maternidad/paternidad les convierte en personas que ayudan a garantizar una sociedad con futuro y, por ello, merecen la solidaridad y el apoyo de toda la sociedad a través de políticas públicas comprometidas activamente con la maternidad y la vida.

Toda Europa es consciente ya de que necesitamos ciudadanos que se abran a la vida pues sin esos benefactores sociales Europa pasará a ser algo residual en un mundo global donde el capital humano es -como siempre- condición imprescindible de viabilidad. Necesitamos apoyar la maternidad porque es de justicia y porque, además, resulta imprescindible para tener futuro. Los prejuicios ideológicos del antihumanismo laicista de género (la exaltación de una sexualidad irresponsable, la fobia a la maternidad, el desprecio a la vida) no pueden seguir bloqueando algo que es de justicia: el apoyo público a la vida y la maternidad.

Por ello, en este año 2014, los convocantes de las concentraciones del Día Internacional de la Vida en España solicitamos a todas las autoridades europeas y nacionales:

a) políticas activas y eficaces de protección a la maternidad y la familia, sostén de la sociedad en esta época de crisis, fuente de solidaridad y garante de la vida y el cuidado a los más necesitados.

b) apoyo real a la mujer embarazada para que pueda ejercer su derecho a ser madre con el apoyo de redes eficaces que le garanticen que nunca estará sola ante sus problemas y dificultades

c) construcción de un compromiso público con la maternidad y la vida como bienes sociales dignos de aprecio y aplauso; compromiso que debe extenderse a las políticas públicas, al modelo de relaciones laborales y la cultura común.

Y, en particular, solicitamos al Gobierno y los partidos políticos españoles que en el actual debate sobre la reforma de la legislación en materia de aborto se preocupen de verdad y en serio de ayudar a construir una sociedad que proteja la vida y la maternidad en clave de solidaridad comprometida con la mujer embarazada y sus necesidades.

Por cuarto año consecutivo nos reunimos para celebrar el Día Internacional de la Vida y queremos manifestar ante toda la sociedad española y ante el mundo, que defendemos:

a) que cada vida humana es única, irrepetible y valiosa y debe ser protegida y cuidada desde su concepción hasta la muerte natural, siempre y en toda circunstancia y sobre todo en los momentos de mayor fragilidad.

b) que el ser humano tiene una dignidad que no pierde con la edad, la enfermedad o las circunstancias en las que ha sido engendrado o le ha tocado vivir y debemos reconocerle los derechos asociados a esa dignidad.

Un año más, COMPROMETIDOS CON LA VIDA, manifestamos nuestra voluntad de trabajar activamente para que España sea punta de lanza en Europa en la recuperación del aprecio y la protección a la vida humana, la mujer y la maternidad.