Cáritas Marruecos pide a las autoridades españolas que pongan fin a las expulsiones ilegales de inmigrantes a su país - Alfa y Omega

Cáritas Marruecos pide a las autoridades españolas que pongan fin a las expulsiones ilegales de inmigrantes a su país

El centro de acogida que Cáritas Marruecos tiene en Rabat ha tenido que cerrar sus puertas debido a la masiva afluencia de inmigrantes de las últimas semanas, la mayoría llegados desde España. Por este motivo, la institución ha publicado un comunicado en el que pide a las autoridades españolas que pongan fin a las expulsiones ilegales de inmigrantes hacia su país y que prohíban a la policía el uso de la violencia

Cristina Sánchez Aguilar

El texto describe la situación de los inmigrantes llegados hasta Rabat. Muchos, van en autobuses requisados por las fuerzas del orden, procedentes de Ceuta y Melilla. Otros, reconocen haber sido detenidos al intentar cruzar la frontera, pero también en la calle, en el bosque o en ya territorio español.

En el comunicado, dado a conocer por la diócesis de Rabat, Cáritas y otras organizaciones marroquíes definen la situación de «crisis y humanitaria» y reconocen no entender «el motivo de estas prácticas de desplazamiento forzado». Además, denuncian el gran número de heridos a causa de la violencia recibida por las fuerzas auxiliares de Marruecos o de la Guardia Civil durante las detenciones.

Ante esta situación, Cáritas Marruecos recomienda a las autoridades marroquíes que pongan fin a la violencia en los interrogatorios y que se ponga fin a los desplazamientos forzados en el interior del país. También piden a las autoridades españolas que pongan fin a las expulsiones ilegales, que garantice el acceso a un trato justo a los inmigrantes detenidos, que la gestión de la frontera se inscriba «en el más estricto respeto de las dos legislaciones nacionales y del derecho internacional» y que se prohíba a la policía española «el uso de la violencia hacia los inmigrantes».

Finalmente, piden a la ONU que envíen observadores internacionales a la frontera de Ceuta y Melilla, «con el fin de suprimir la violencia y las violaciones graves de los derechos humanos de la que son objeto los emigrantes».

Texto íntegro

Desde principios de diciembre de 2013, nuestras organizaciones han constatado una llegada diaria de decenas y, después, de centenares de emigrantes -a veces, menores-, dejados en diversos lugares de aglomeración de Rabat, sobre todo en la estación Kamra, por autobuses requisados por las fuerzas del orden procedentes de la regiones próximas de Ceuta y Melilla.

Algunas personas reconocen que han sido detenidas en intentos de pasar la frontera con Ceuta y Melilla, pero muchas de ellas manifiestan haber sido detenidas en la calle, en su lugar de residencia en el bosque, o en territorio español. Hasta la fecha no hemos logrado obtener una explicación oficial sobre el motivo de estas prácticas de desplazamiento forzado, fuera de todo procedimiento judicial individual.

Entre estas personas abandonadas sin refugio en Rabat, nosotros prestamos atención a un número creciente de heridos que presentan fracturas y diversos traumatismos que ellos atribuyen, en gran parte, a la violencia recibida de las fuerzas auxiliares de Marruecos o de la Guardia Civil durante la prestación.

Las acciones puestas en funcionamiento por nuestras asociaciones son inadecuadas para lo que nosotros consideramos como una crisis humanitaria, en plena capital. Para ilustrar la amplitud del fenómeno, el centro de acogida de emigrantes de Cáritas, que ha acompañado a más de 16.000 emigrantes en Rabat desde 2005, ha cerrado sus puertas de modo permanente desde el 24 de marzo de 2014 al no poder hacer frente a una afluencia exagerada -un centenar cada día­- y a situaciones médicas -muchas heridas graves­- que superan sus posibilidades.

Recordando las recomendaciones fundamentales del Consejo Nacional de Derechos del Hombre sobre la situación de emigrantes y refugiados en Marruecos, en referencia al cual el Rey Mohamed VI ha puesto las bases de una nueva política migratoria, respetuosa de los Derechos del Hombre, nosotros recomendamos:

-A las autoridades marroquíes, responsables de la seguridad en las fronteras, que sean dadas cuanto antes algunas indicaciones para poner fin a la violencia en los interrogatorios, que garanticen el respeto de los procedimientos individuales, y que interrumpan los desplazamientos forzados en el interior del país.

-A las autoridades españolas, de poner fin a las expulsiones ilegales hacia Marruecos de emigrantes que han entrado en su territorio, y de vigilar la cooperación con el Reino de Marruecos para «desterrar toda forma de violencia ejercida contra los emigrantes en situación irregular en los interrogatorios». También pedimos que se «garantice a los emigrantes irregulares en caso de arresto, de detención provisional o de juicio, el acceso efectivo a la justicia (posibilidad de abogado y de intérpretes competentes, acceso a las autoridades consulares, acceso a los procedimiento de asilo, acceso a las atenciones médicas, etc.) y que la gestión de la frontera se inscriba en el más estricto respeto de las dos legislaciones nacionales y del derecho internacional. Finalmente, pedimos que recuerden a sus servicios de policía la prohibición del uso de la violencia hacia los emigrantes.

-Al Consejo nacional de los Derechos del Hombre en Marruecos y a la Organización de Naciones Unidas, de enviar observadores internacionales, de una parte y de otra, a las fronteras de Ceuta y Melilla, a fin de suprimir la violencia y las violaciones graves de los derechos humanos, de la que son objeto los emigrantes, y de hacerlos llegar a las autoridades correspondientes.

-Y de inmediato, para mitigar el cierre obligado de las actividades del Centro de Acogida de Emigrantes de Caritas, pedimos a las autoridades sanitarias a escala regional -de Rabat y de otras ciudades de destino de los autobuses que transportan los emigrantes en el norte-, aun siendo conscientes de los medios limitados de las estructuras públicas, de poner en práctica un dispositivo de orientación y de atención, a fin de que las atenciones necesarias sean dispensadas a las personas heridas. También pedimos a las instituciones responsables de la protección de la infancia que sea prevista una asistencia adaptada sobre todo para los menores no acompañados.

Firmado:

Amane, Association de Lutte Contre le Sida (ALCS)
Caritas Maroc, Association Lumière sur l’Emigration Clandestine au Maroc (Alecma)
Comité d’Entraide International (CEI)
Conseil des Migrants Subsahariens au Maroc (CMSM)
Groupe d’Accompagnement et de Défense des Etrangers et Migrants (Gadem)
Fondation Orient Occident (FOO)
Oum el Banine
Terre des Hommes