«Los cristianos de Oriente se preguntan por qué Occidente calla» - Alfa y Omega

«Los cristianos de Oriente se preguntan por qué Occidente calla»

Los cristianos en Oriente Medio no pueden contentarse con el ya difícil reto de permanecer en sus países. También deben evitar el limitarse a ser una minoría. Tienen que «jugar su papel en la vida pública. No hacer esto significaría su fin». Así lo afirmó monseñor Louis Sako, Patriarca caldeo, durante un seminario en Lyon (Francia) sobre los cristianos de Oriente Medio. Para que esto sea posible, hace falta la colaboración de todos los implicados; en especial, la de las potencias occidentales, que son en gran medida responsables de la situación de caos e inestabilidad que se vive en la región

María Martínez López

Occidente es, en gran medida, responsable de la situación de inestabilidad que hoy se vive en gran parte de Oriente Medio, y también de las dificultades que sufren allí los cristianos. Así lo afirmó el Patriarca de la Iglesia caldea, monseñor Louis Raphael I Sako, durante un seminario sobre La vocación de los cristianos de Oriente, organizado a finales de marzo por la Universidad católica de Lyon. Durante su intervención, publicada íntegramente por la agencia AsiaNews, explicó que las decisiones sobre las fronteras de los países de Oriente Medio que se tomaron durante la descolonización, así como las intervenciones militares más recientes, han contribuido al caos y la inestabilidad de la región.

De hecho, esta inestabilidad, junto a las presiones -atentados, secuestros, discriminación, etc.- a los cristianos, han desencadenado un éxodo que parece imparable. «Hasta hace 50 años, los cristianos de Oriente Medio representaban el 20 % de la población total. Hoy se estima que son sólo el 3 %», afirmó. Y añadió: «1.400 años de Islam no han podido arrancarnos de nuestras tierras y nuestras iglesias; ahora, la política occidental nos ha dispersado a los cuatro rincones de la tierra».

A continuación, monseñor Sako subrayó que «el cristianismo tiene sus raíces en Oriente Medio», donde eran mayoría mucho antes de que llegara el Islam y «contribuyeron a la construcción de la civilización árabe-islámica». Por ello, defendió la idea de que, a pesar de lo que digan los datos, los cristianos no limitarse a ser una minoría. «Deben ocupar del todo su lugar y jugar su papel en la vida pública», sin aislarse ni depender de la protección militar extranjera. «No hacer esto significaría su fin».

Una responsabilidad compartida

Para que esto sea posible, todos los implicados tienen un importante papel. En primer lugar, las autoridades musulmanas deben promover la defensa de la dignidad de la persona y los derechos humanos, y los musulmanes moderados deben condenar con valentía la violencia contra los cristianos.

Por su parte, las Iglesias orientales deben animar a los cristianos a no emigrar a Occidente, sino a quedarse en sus países. Están llamados a «ser un verdadero signo de esperanza y paz para sus conciudadanos», pero, al mismo tiempo, «deben tener la valentía de reclamar sus derechos». Otra aportación beneficiosa de la Iglesia -añadió el Patriarca- sería elaborar un documento sobre libertad religiosa dirigido específicamente a los musulmanes, y la búsqueda de un nuevo lenguaje para explicar la fe cristiana.

También los cristianos orientales que ya han emigrado a Occidente tienen un papel clave. De ellos depende el no seguir promoviendo la emigración, e incluso el promover iniciativas que ofrezcan trabajo y oportunidades a los hermanos en la fe que siguen en sus países. También «pueden ejercer presión sobre las comunidades musulmanas que viven en Occidente» para difundir la cultura del respeto, y hacer lobby ante los gobiernos occidentales para que busquen verdaderas salidas a esta situación.

¿Por qué Occidente es indiferente?

Por último, monseñor Sako se dirigió a las potencias Occidentales, que al compartir parte de la responsabilidad de la situación, deben participar también en su solución. «Es triste observar que la mayoría de los cristianos en Occidente no tienen una conciencia real de la dolorosa situación de los cristianos en Oriente Medio. Los cristianos de Oriente se preguntan por qué Occidente es indiferente y calla sobre su destino. ¡Ellos dependen del apoyo y la solidaridad de sus hermanos en Occidente!». Por ello, los países occidentales deben promover que cambios en las constituciones y leyes de los países musulmanes, para eliminar de ellas todas las formas de discriminación a los cristianos, y también los castigos para los musulmanes convertidos al cristianismo.

«Fuera del mundo musulmán -terminó concluyendo el Patriarca-, los musulmanes tienen un acceso cada vez mayor a su tradición y su libertad religiosa, mientras que los cristianos en Oriente ven que las suyas disminuyan cada vez más. ¡Esto podría llevar a su fin en Oriente Medio Oriente!».

Texto íntegro de la conferencia del Patriarca Sako

El cambio de régimen en algunos países los ha desgarrado. Las intervenciones en Afganistán, Irak, Libia no han ayudado en absoluto a resolver el problema de su pueblo. Al contrario, han dado lugar a situaciones caóticas y conflictos que no auguran un futuro mejor, ¡especialmente para los cristianos!

Las divisiones sectarias son cada vez más fuertes, especialmente entre chiítas y sunitas. Varios partidos políticos se están organizando en torno a esta división sectaria y todo se divide según la religión. Creo que, en Irak, esto terminará con la división del país, porque ya se ha preparado el terreno desde el punto de vista psicológico y geográfico. La limpieza [étnico-religiosa] en barrios y ciudades entre sunitas y chiítas va en esta dirección.

Situación general de los cristianos en Oriente Medio

Hasta hace 50 años, los cristianos de Oriente Medio representaban el 20 % de la población total. Hoy se estima que son sólo el 3 %. Cuando las potencias coloniales fundaron estas naciones, ignoraron los factores históricos, geográficos o étnicos. No había uniformidad, ni un proyecto real basado en la ciudadanía que incluyera a todos.

El Acuerdo Sykes-Picot de 1916 no tuvo en cuenta las fronteras de países como Líbano, Jordania, Siria, Irak y otros. Las decisiones se tomaron de acuerdo con los intereses de las grandes potencias, y esto abrió el camino para los conflictos religiosos, religiosos, étnicos, con los que todavía estamos lidiando hoy.

No hay paz entre israelíes y palestinos. Líbano se ha fragmentado y está siempre bajo la amenaza de la guerra civil. Siria está al borde del colapso, con nueve millones de personas que han huido de sus hogares. Irak ha sido devastado. Egipto está explotando. Millones de cristianos de Oriente se han convertido en refugiados, huyendo de una región a otra.

¿Un nuevo Oriente Medio?

Hoy se habla cada vez más de un plan para crear un nuevo Oriente Medio. Para nosotros es una fuente de preocupación y temor. 1.400 años de Islam no han podido arrancarnos de nuestras tierras y nuestras iglesias; ahora, la política occidental nos ha dispersado a los cuatro rincones de la tierra.

Se abusa cada vez de más cristianos, y su éxodo de Oriente Medio parece imparable. Actualmente, se estima que son entre 10 y 12 millones de una población total de 550 millones de habitantes, aproximadamente el 3 %. La presión ejercida contra los cristianos y otras minorías religiosas en Oriente Medio ha aumentado en las últimas décadas; a veces de forma sutil, y en otras ocasiones, de manera abierta. La discriminación, la injusticia, el secuestro, el aislamiento, y la intimidación han hecho que les dé la impresión de que en muchas partes del mundo árabe-islámico están condenados a la extinción.

Todo esto se deriva de la inestabilidad de la mayoría de estos países y del crecimiento del Islam radical, bajo la apariencia de un Islam político. En cuanto a la primavera árabe, ha perdido peso frente al extremismo. ¡El Islam político quiere revivir el califato tanto en Damasco como en Irak! ¡Su forma de pensar y hacer la guerra es un retorno a la Edad Media, permitiendo a los cristianos quedarse como ciudadanos de segunda clase!

Irak, Siria, Egipto…

La invasión de Irak por parte de Estados Unidos resultó en la muerte de un obispo [Monseñor Paulos Faraj Rahho, quien murió en cautiverio en marzo de 2008, n. d. r.], seis sacerdotes, y más de mil fieles, 66 ataques a iglesias y 200 casos de secuestro. Alrededor de la mitad de los cristianos iraquíes, que antes eran un millón y medio, han abandonado el país por temor a la violencia y la persecución religiosa, especialmente después de la masacre que tuvo lugar en Bagdad en 2010, en la iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro; y del ataque en Qaraqosh contra estudiantes cristianos que se dirigían a la universidad.

La apropiación de los bienes pertenecientes a los cristianos, considerados sin derechos porque no son musulmanes; y las cartas de amenaza enviadas a cristianos y también a miembros de otras minorías no musulmanas, están haciendo que los cristianos se sientan ciudadanos de segunda clase. Por lo tanto, la pregunta: ¿están estos hombres y mujeres, que tienen un gran e ilustre pasado detrás de ellos, destinados a desaparecer de Mesopotamia y la tierra de sus antepasados?

En Siria, los cristianos están expuestos a los ataques de los insurgentes islamistas. Estos han aniquilado Maaloula, una ciudad cristiana histórica cuyos habitantes hablaban arameo, la lengua de Jesús. Dos obispos, muchos sacerdotes, doce religiosos fueron secuestrados y liberados recientemente. 1.200 cristianos han sido asesinados, el 30 % de las iglesias han sido destruidas y 600.000 cristianos han abandonado el país. ¡Los que quedan, viven en el miedo y la inquietud! El ministro presbiteriano y ex presidente del Consejo de Iglesias de Oriente Medio Riad Jarjour dijo: «Si la situación sigue así, llegará un momento en que no habrá más cristianos en Siria».

Los coptos en Egipto han sufrido los peores ataques. Los atacantes suicidas han matado al menos a 85 fieles en la Iglesia de Todos los Santos y un centenar de iglesias han sido objeto de ataques. Líbano es el único país de la región en la que los cristianos todavía tienen un peso político y una cierta libertad de acción, aunque incluso allí su poder está en declive. Comenzó con el Acuerdo de Taif, ¡que todavía pende de un hilo! En pocas palabras, todos los cristianos piensan en la emigración, al menos parte del tiempo.

La importancia de la presencia cristiana en Oriente Medio

El cristianismo tiene sus raíces en Oriente Medio. En Palestina, Siria, Líbano, Irak y Egipto, los cristianos eran mayoría mucho antes de que llegara el Islam. Estaban bien organizados y contribuyeron a la construcción de la civilización árabe-islámica junto a sus hermanos musulmanes, por lo que su presencia en el mundo árabe y musulmán es esencial, aunque sólo fuera por el hecho de ser de una religión diferente, por su apertura y sus habilidades. ¡En general, los cristianos constituyen una élite!

Los cristianos no son una minoría. Deben ocupar del todo su lugar y jugar su papel en la vida pública. No hacer esto significaría su fin. En la inauguración del primer Congreso general de los cristianos de Oriente, que se celebró el 28 y 29 de octubre de 2013 en Raboué (Líbano), el Presidente libanés, Michel Sleiman, dijo al respecto: «El futuro de los cristianos dependerá de promover la lógica de la moderación, la apertura y el diálogo en su entorno y de sus esfuerzos para construir un Estado justo e incluyente, que les permita compartir la vida política y la administración de los asuntos públicos con todos los componentes de la sociedad, independientemente de su tamaño». Al final, «el futuro de los cristianos de Oriente no estará en el aislamiento y el aislacionismo», ni «en la protección militar extranjera».

Un golpe a la civilización árabe

En ese mismo congreso, Habib Ephram lanzó un conmovedor llamamiento a preservar la identidad de los cristianos de Oriente por respeto a la historia, el derecho y la humanidad misma. Sólo nos queda esperar que esta larga tradición histórica pueda ayudar a los cristianos de Siria y otros lugares a preservar su rico patrimonio y continuar ofreciendo su valiosa contribución a las diferentes culturas existentes.

Los cristianos de Oriente Medio pueden desempeñar hoy un papel esencial en el diálogo entre Occidente y el Islam, pueden ser un puente que acerque y una. Por eso, Occidente está llamado a ayudarles a permanecer en sus lugares de origen. Robert Fisk en un artículo publicado en el periódico británico The Independent, describe el fenómeno de la emigración de los cristianos de Oriente Medio como un golpe a la civilización árabe-islámica, y una tragedia para un país considerado un símbolo del pluralismo y la convivencia.

El papel de las autoridades musulmanas

Las autoridades religiosas musulmanas en Oriente Medio tienen un papel insustituible en la promoción de los valores de la dignidad humana, los derechos humanos, la ciudadanía, la convivencia, la libertad de religión, y un verdadero diálogo que respete a la persona humana. Reconocer al otro, al no musulmán, como un ciudadano igual en todos sus derechos y obligaciones fortalecerá la confianza entre todos los ciudadanos.

Por esta razón, las autoridades musulmanas deben centrarse en la religión y una programas de educación religiosa adecuados para defender y proteger los derechos de todos, y la sacralidad de la vida. Las voces moderadas del Islam deben unirse y decir claramente no a la violencia contra los cristianos.

El papel de las Iglesias orientales

La Iglesia debería animar a los cristianos de Oriente Medio a mantener su presencia histórica y a no huir a Occidente. Deben ser lo suficientemente valientes como para continuar dando testimonio en sus respectivos países y ser un verdadero signo de esperanza y paz para sus conciudadanos. Al mismo tiempo, deben tener la valentía de reclamar sus derechos civiles y el derecho a la ciudadanía. El Papa Francisco subrayó este importante objetivo en la audiencia con los patriarcas de las Iglesias orientales en el Vaticano el 21 de noviembre 2013, cuando declaró que la Iglesia católica «nunca aceptará un Oriente Medio sin cristianos».

Invito a la Iglesia a dirigirse a los musulmanes por separado, en un nuevo documento. Es importante aclararles nuestros temores y esperanzas, así explicarles el principio inalienable de libertad religiosa tal como se formula en Dignitatis Humanae, la Declaración sobre la Libertad Religiosa del Concilio Vaticano II.

Al mismo tiempo, también es esencial que encuentren un lenguaje teológico nuevo y comprensible para explicar su fe cristiana, como hicieron nuestros padres durante el reinado de los omeyas y los abasíes.

El papel de los cristianos de Oriente en Occidente

Los cristianos de Oriente en Occidente puede desempeñar un papel importante para ayudar a sus hermanos en peligro en el Este, mostrando su solidaridad. Es su trabajo ayudarlos a permanecer en sus lugares de origen. Ellos pueden ejercer presión sobre las comunidades musulmanas que viven en Occidente, para difundir la cultura de respeto a todas las religiones, y en especial el respeto a la libertad religiosa de los cristianos en Oriente. Pueden pedir a sus gobiernos que reconozcan los mismos derechos que los ciudadanos musulmanes, en particular el derecho a participar de forma activa y constructiva en política, al servicio del bien común y para crear una verdadera democracia. ¡La presencia de los cristianos en Oriente es una garantía para el Islam moderado, capaz de vivir con otros en paz y armonía!

¿No sería posible reunir a estos cristianos de Oriente en Occidente bajo un solo nombre, como Unión de los Cristianos Orientales, para ayudar a sus hermanos orientales a buscar solución a sus problemas? ¿Crear una especie de lobby? Los cristianos de la diáspora deberían conservar su derecho al voto, tan valioso en el momento de las elecciones, con el fin de aumentar el número de diputados que pertenezcan a nuestra comunidad.

No deberían fomentar la emigración y privar al país de su juventud. Deberían informar a los cristianos de Occidente sobre los desafíos a los que se enfrentan cada días. Tal vez puedan invertir y crear proyectos en sus países de origen, para proporcionar oportunidades de empleo a la gente.

El papel de Occidente

A mi juicio, la responsabilidad de la difícil situación actual de los cristianos de Oriente recae en parte en Occidente, debido a su política desequilibrada en la región. Al mismo tiempo, es triste observar que la mayoría de los cristianos en Occidente no tienen una conciencia real de la dolorosa situación de los cristianos en Oriente Medio, cuando podrían subrayar su situación real y sensibilizar a los políticos.

De hecho, la misma convivencia pacífica en la región y en todo el mundo están en juego. Los cristianos de Oriente se preguntan por qué Occidente es indiferente y calla sobre su destino. ¡Ellos dependen del apoyo y la solidaridad de sus hermanos y hermanas en Occidente!

Los takfiristas [grupos salafistas que han asumido la competencia de condenar a otros musulmanes por apostasía, ndr], que consideran la democracia como contraria a la sharia atacan de manera sistemática a los cristianos. ¡Estos grupos son, sin duda, una amenaza real al mismo Islam moderado! Es necesario que Occidente presione a los países vecinos para que dejen de apoyar y enviar combatientes y milicianos en nuestra tierra.

Cambios en las Constituciones

Se debe ejercer presión para cambiar las constituciones de los países árabes y musulmanes. He aquí un ejemplo de discriminación: la conversión al Islam se considera una norma, mientras que la conversión al cristianismo se considera un delito que puede conllevar muchos riesgos, incluyendo la muerte [apostasía]. Y cuando uno de los cónyuges pasa al Islam, sus hijos se consideran de forma automática musulmanes.

La Constitución de un país debe basarse en la libertad social e individual y la convivencia pública, con el fin de crear un Estado para todos y una verdadera ciudadanía. La nueva Constitución de Túnez es un signo de esperanza, así como la decisión de la Autoridad Palestina para eliminar la religión de los documentos de identidad y pasaportes. Este es un cambio positivo.

Sólo un sistema socio-político que respeta la diversidad y las libertades individuales y públicas, sobre la base de una ciudadanía real, puede tranquilizar a los cristianos y permitirles compartir el poder como socios de pleno derecho. En todas las regiones y en niveles administrativos, el Gobierno debería asegurar la seguridad y proteger la libertad religiosa y la diversidad étnica.

En la Exhortación Evangelii Gaudium, La alegría del Evangelio, el Papa Francisco perfila sus enseñanzas, y aborda la cuestión de los derechos religiosos. En ella, dice: «Por favor, imploro humildemente a los países musulmanes, a fin de garantizar la libertad religiosa de los cristianos, teniendo en cuenta la libertad de que gozan los creyentes del Islam en los países occidentales».

De hecho, fuera del mundo musulmán, los musulmanes tienen un acceso cada vez mayor a su tradición y su libertad religiosa, mientras que los cristianos en Oriente ven que las suyas disminuyan cada vez más. ¡Esto podría llevar a su fin en Oriente Medio Oriente!

Patriarca Louis Raphael I Sako