Los promotores de One of us ponen en marcha una federación provida europea - Alfa y Omega

Los promotores de One of us ponen en marcha una federación provida europea

El éxito de la Iniciativa Ciudadana Europea One of us, que este jueves se debatió ante el Parlamento Europeo, ha movido a sus impulsores a poner en marcha una gran federación europea de entidades que defienden la vida. Esta decisión «abre una nueva forma de trabajar», cuyo objetivo es «acostumbrarnos a dar la batalla en el ámbito europeo, trabajando juntos políticos y movimientos sociales», afirma el eurodiputado Jaime Mayor Oreja

María Martínez López

Una veintena de entidades provida de la Unión Europea se unieron este jueves para constituir la Federación One of us, una entidad que pretende aunar, a nivel europeo, a todas las organizaciones promotoras de la Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) del mismo nombre. En declaraciones a Alfa y Omega, el eurodiputado Jaime Mayor Oreja explica que la federación se ha puesto en marcha porque «la participación en la Iniciativa Ciudadana Europea One of us fue tan importante y tan amplia, que los promotores pensamos que ese esfuerzo no podía agotarse en la Iniciativa Ciudadana, sino que debería concretarse en una federación».

El objetivo al constituirla «es que de ella surja una voz europea para hacer un seguimiento a la respuesta que se dé a la ICE, pero también para acostumbrarnos a dar la batalla en el ámbito europeo, trabajando juntos políticos y movimientos sociales». Este esfuerzo por ampliar la mentalidad de la lucha por la vida al nivel europeo supone «todo un cambio cultural. El relativismo no está en cada una de las naciones europeas, sino en el conjunto del mundo. No tiene sentido que el relativismo esté internacionalizado y no se responda más que con organizaciones nacionales».

Aún está por concretar cuáles serán sus siguientes proyectos de la federación cuando termine la tramitación de la iniciativa ciudadana. «De momento, tenemos que irnos constituyendo, que en Europa es más difícil por la distancia. Luego, hay que ir paso a paso. Pero hoy damos uno importante».

Una nueva forma de trabajar en Europa

La reunión para constituir la federación se ha celebrado aprovechando que, por la mañana, había tenido lugar la Audiencia conjunta, ante el Parlamento y la Comisión Europeos, de la iniciativa One of us, cuyo nombre va a perpetuar. «Ha sido un debate muy vivo. Enfrente estaban los que siempre están en contra de nuestras posiciones. Se ha puesto de manifiesto la dificultad del debate, su animadversión y hostilidad. Pero ha sido un debate más equilibrado, por el gran apoyo de las entidades sociales» a los parlamentarios que defienden la vida. «Ya no parecía tanto» que los partidarios de la investigación con embriones y el aborto «fueran los que dominaran el debate; incluso daba la sensación de que muchas personas apoyan nuestra iniciativa».

Esto no significa, en su opinión, que «vaya a cambiar la posición de los contrarios a la iniciativa. Pero abre una manera diferente de trabajar a los que estamos a favor». Eso seguirá siendo así, y se manifestará en la labor de la recién nacida federación One of us, sea cual sea el dictamen de la Comisión Europea sobre la Iniciativa Ciudadana. Esta institución europea tiene hasta el 28 de mayo -dos días después de las elecciones al Parlamento Europeo- para emitir un informe, y Mayor Oreja no cree que vaya a hacerlo antes de ese plazo.

La ICE con más apoyo: casi dos millones

El responsable de defender la Iniciativa Ciudadana en la audiencia pública fue Grégor Puppinck, Director del Centro Europeo Ley y Justicia y representante del comité organizador de la iniciativa. Durante sus palabras, recordó que se trata de la ICE «que ha reunido el número más grande de firmas de apoyo en toda Europa»: cerca de dos millones, aunque finalmente han sido validadas 1,8 millones.

El mensaje de estos casi dos millones es que «el embrión humano es uno de nosotros. Nuestra iniciativa se opone fundamentalmente a todo lo que destruye seres humanos. Es un testimonio público de la conciencia de millones de ciudadanos europeos que reconocen la humanidad e individualidad de todo ser humano desde la concepción».

Los ciudadanos europeos -recordó- «toman cada vez más conciencia del respeto que merece toda vida humana, y el éxito de esta iniciativa es prueba de ello. Desde hace algunos años asistimos a un despertar de las conciencias en este sentido». También hizo alusión a cómo hicieron falta siglos para que la humanidad reconociera al esclavo, el extranjero o al salvaje como uno de nosotros.

Argumentos éticos, científicos y sociales contra el poder de los lobbies

Por eso, «demandamos la integración de una cláusula ética en la reglamentación europea, que excluya explícitamente de la financiación europea toda actividad que destruya o implique la destrucción de vidas humanas, y la financiación de abortos en el contexto de la ayuda al desarrollo».

«Sabemos bien que las organizaciones que promueve el aborto y la investigación no ética sobre los embriones humanos son, en apariencia, más poderosos que nosotros. ¿A quién representan? Poderosos intereses financieros, de lobbies transnacionales que defienden intereses minoritarios». Enfrente, están los defensores del embrión: «No somos nada: sin dinero, sin poder», pero con el apoyo de una multitud de ciudadanos europeos, «más numeroso que ninguna otra petición europea».

Puppinck subrayó que, además de motivos éticos, su iniciativa se basa en «motivos científicos, que muestran que la investigación sobre células troncales embrionarias está en gran medida superada; motivos sociales, que muestran que la práctica del aborto no contribuye al desarrollo ni a la mejora de la salud materna; y motivos jurídicos, que muestran que la acción de la UE es incoherente desde el punto de vista ético».

La verdadera mejora de la salud materna

Sobre la superación científica de la investigación con células troncales embrionarias, Puppinck explicó que «el abandono de la investigación destructiva sobre embriones humanos será benéfica para el progreso de la ciencia al favorecer otras vías de investigación, en particular con células troncales adultas y pluripotentes inducidas (iPS). No es sólo contrario a la ética sino también a la evolución científica que la UE siga financiando» la investigación con embriones. El ponente denunció también que el uso que se da hoy a estas células no está en la medicina regenerativa, sino que sobre todo «permite a la industria farmacéutica probar a gran escala sus futuros medicamentos, a un precio mucho inferior que si se hiciera con células iPS».

En cuanto a la financiación del aborto en países en vías de desarrollo, «si Europa quiere mejorar la salud materna en los países pobres, hace falta mejorar las infraestructuras médicas, la formación del personal, la higiene, las carreteras. Son sus deficiencias las que causan la mortalidad materna. El mismo aborto -incluso en los países industrializados- es una causa importante de mortalidad materna», como prueban países como Chile, Irlanda o Polonia, que tienen fuertes restricciones al aborto y una tasa de mortalidad materna mucho inferior a otros países donde el aborto está extendido.